Ⅲ (2° temporada)

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Ya habían pasado tres largas semanas desde el incidente. La historia era que me lance de un tejado ebria, Tyler se había roto su antebrazo en clase de gimnasia. Era muy poco creíble pero no tuvimos tiempo de inventar algo mejor cuando entro el doctor preguntándome si recordaba lo que había pasado.

Los días pasaban. Tyler y yo nos hacíamos más unidos, y como prometió no le dijo nada a su agencia sobre mí. Lauren con cada día que pasaba se volvía más extraña, era como un zombie. No sonreía, no reía, ya no era divertida como antes. Ya era costumbre verla con ojeras debajo de sus ojos marrones. Sus notas de ser excelentes bajaron considerablemente a malas, o peor. Tyler estaba preocupado, al igual que sus padres, siempre intentaban animarla. Le compraban cosas y la llevaban a lugares, pero nada parecía animarla.

Un día Tyler la llevo a conocer a Thomas, con la esperanza de que ese niño pudiera animarla. A Lauren pareció no importarle. Thomas nos pidió si podía hablar con ella en privado y ambos accedimos. Al cabo de diez minutos Lauren salió de ahí llorando y con un seco "Los espero en el auto" se fue.

— ¿Qué paso? —pregunto preocupado Tyler.

— ¿Dónde está Nathan? —respondió con otra pregunta Thomas.

—No lo sé —dijo Tyler con algo de furia.

—Tienes que hacer que vuelva —fue lo único que dijo Thomas.

Lauren casi cumplía cinco meses de gestación y su panza de embarazada era muy notoria.

La mayoría de las veces que iba a casa de Tyler, el estaba discutiendo con Lauren tratando de sacarla de ese hoyo sin fondo donde ella misma se había lanzado.

— ¡Olvídalo! ¡No volverá! —le grito Tyler en una de sus más fuertes discusiones.

— ¡Cállate! ¡Cállate! —lloraba Lauren. — ¡Te odio! —fue lo último que dijo antes de subir corriendo las escaleras y cerrar de un portazo la puerta de su habitación.

Ese día Tyler me abrazo por más de una hora, lamentándose, hasta que se quedo dormido.

Últimamente todo lo que estaba pasando era complicado, muy complicado.

—Bueno entonces si mezclas sulfuro de cobre con ácido clorhídrico y ácido sulfúrico ¿obtienes? —mire a Tyler quien jugaba con mi cabello. — ¿Obtienes? —repetí.

— ¿Ah? —me miro saliendo de su mundo.

—Tyler si quieres pasar Química este año debes ponerme atención —reproche.

—Lo siento —me miro. —Pregúntame de nuevo —pidió.

Suspire y volví a leer el libro.

—Si mezclas sulfuro de cobre con ácido clorhídrico y ácido sulfúrico ¿obtienes?

No es mi vida, es solo una misión más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora