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—No quiero hablar contigo —respondí seca. Mire la puerta de la cocina, deseando que se abriera rápido para volver al lado de Braeden.
—Es enserio yo...
—Dije que no quiero hablar —lo interrumpí. La puerta de la cocina se abrió, y yo con una sonrisa forzada recibí la comida.
—Alexa, es en serio —tomo mi brazo.
Recordé la cinta que había visto hace tres días. Tyler yéndose con Braeden. Mordí mi mejilla por dentro guardando la impotencia.
Me zafe de su mano y camine por el pasillo a paso rápido. Me senté a un lado de Braeden y suspire.
—Tyler estaba cerca de la cocina —le dije. —Quería hablar conmigo ¡Ja! —mire hacia otro lado. —Como si yo quisiera hablar con él —murmure.
Braeden dejo a medio camino el vaso de sus labios.
—No puedo creer que siga insistiendo —tome el sándwich y desmenucé una de sus puntas.
—Alexa —susurro Braeden.
— ¿Qué?
—Yo... —bebió un poco de su vaso. —Tyler quiere decirte que él no te estaba engañando esa noche.
— ¿Él te convenció para que me dijeras eso? Es un golpe bajo, ¿sabes? —la regañe algo molesta.
—No, no me convenció. Yo lo sé, porque —soltó un suspiro pesado. —Alexa, era yo la que estaba ahí en esa despensa ¡Pero antes de que pienses otra cosa! Solo me escondí porque tú no sabías que yo mantenía una relación con su familia y no podías saberlo.
—Estas mintiendo —la mire enfadada. — ¡Deja de cubrirlo!
—Es la verdad —se defendió. —No sabes cómo me grito ese día. Nunca lo había visto tan furioso. Desde hace dos semanas que no me habla —murmuro lo último.
No era verdad. Era obvio. Ella estaba mintiendo por él, esperaba. Porque de ser lo contrario me sentiría la persona más estúpida del planeta.
—No sabía cómo convencerte de volver con el sin delatarme...pero, ya sabes que ellos son como mi familia, y por nada del mundo vería a Tyler de esa...manera —continuo explicando.
— ¿Por qué debería creerte? —pregunte rencorosa. No me bastaba una mañana para confiar en una persona.
—Porque solo quiero lo mejor para él y para ti. Quiero que vuelva a dirigirme la palabra y no a ignorarme como si hubiera muerto. Y porque es verdad.
— ¿Qué hacías esa noche ahí? —pregunte mientras miraba al frente seria.
—Estaba aburrida en casa —suspiro. —Y pensé que podría ir y sorprender a Tyler, pero no sabía que estabas tú ahí. El trató de que me fuera...pero fui suficientemente estúpida como para reírme de él y quedarme. Luego te escuchamos bajar y él me obligo a meterme en la despensa.
