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Al abrir los ojos esa mañana, me encontré en un lugar totalmente extraño a mí.
Una habitación grande y espaciosa. Las paredes estaban pintadas de un azul profundo, como el mar. Había un gran ventanal que mostraba vista a un parque, donde las hojas de los arboles ya comenzaban a caer por la temporada de otoño. La habitación estaba adornada por una gran alfombra negra, por debajo de ella en algunos espacios vacíos se podía observar el piso de madera color café claro. Un gran sillón negro estaba estratégicamente colocado al fondo izquierdo de la habitación junto a otro ventanal, que daba vista a un bello jardín.
La habitación estaba ordenada y organizada perfectamente, salvo por unos detalles. Además de diversos bocetos esparcidos en un escritorio que estaba al costado del primer ventanal, el que daba vista al parque, con unos cuantos lápices, todo desordenado.
El otro detalle, el que me sorprendió más, fue ver, mis ropas y las de Nathan, esparcidas por todo el suelo de la habitación. Ahí fue cuando sentí el peso que descansaba tranquilamente en mi cintura, un brazo, bueno de hecho, su brazo. Me tenía abrazada por la cintura pegándome a él.
Flashback
—Jared —dije cuando el atendió el teléfono. —Esta noche me quedare a dormir en casa de Lauren.
—Está bien —respondió el por la otra línea del teléfono. —No hagas nada malo —rió.
—Prometido —dije cruzando mi dedo índice y anular entre si, por detrás de mi espalda.
—Pásatela bien.
—La pasare muy bien —sonreí mirando a Nathan, quien estaba escuchando mi conversación con Jared. Me guiño un ojo desde el piloto de su auto.
A mi espalda estaba el sillón del salón de la casa de Nathan, delante mío estaba un entusiasta Nathan besando mis labios mientras me atraía a el por la cintura.
Sonreí sobre sus labios y lo atraje por la camisa, su chaqueta de camuflaje ya estaba en el suelo. Me tomo por las caderas y me subió sobre el respaldo del sillón, besando mi cuello y haciendo que me estremeciera.
Me tomo en brazos, y en voladas me llevo por la escalera hasta el segundo piso. Solo se escuchaban mis risas y los pasos apurados de Nathan. De una patada abrió una puerta y cuando ya estuvimos dentro, la cerro de un fuerte portazo con su pie.
FinFlashback
Con cuidado saque la mano de Nathan de mi cintura, dejándola a un costado de él. Me levante y me puse la camiseta de él, que estaba tirada en el suelo a un lado de la gran cama.
Abrí una puerta y acerté con el baño, entre y cerré tratando de hacer el mínimo ruido posible.
Me mire en el espejo, y claramente mi reflejo demostraba los actos de la pasada noche.
