–Lauren... ¿Podemos hablar?
Camila toco la puerta de la pequeña oficina de Lauren para llamar su atención. Aunque estaba abierta no quiso ser mal educada y entrar así sin avisar.
Lauren giro su vista y la poso en la chica latina ella dejo caer su vista al suelo con nerviosismo, aún no se acostumbraba a vivir con ella del todo por lo que le pareció demasiado su escena de hace dos días en su primer visita prenatal al ginecólogo.
–Claro, pasa.–Lauren le respondió sonriéndole y Camila entro deteniéndose a un lado de la silla en la que estaba Lauren.
–Lamentó interrumpir.–Se disculpó Camila.
–No pasa nada, sólo estaba trabajando en la edición de las fotografías que tome en el aeropuerto, ¿Verdad que es alucinante?
Camila asintió.–Claro, vi que tomaste unas cuantas fotografías y si, nunca había estado en el aeropuerto de Denver es algo... extraño.–Contesto con una tímida sonrisa.
–Ven siéntate, ¿Quieres ver?– Lauren le pregunto a Camila con emoción en su voz y ella no pudo negarse. Lauren le tomo de la cintura y la sentó en tu regazo para que pudiera ver en lo que estaba trabajando.
Camila se ruborizó pero lo dejo pasar concentrándose en la pantalla del portátil.–Mira, esta es la imagen inicial.–Lauren le mostró a Camila pulsado un click.–Y está es como va quedando. Aún le faltan unos arreglos pero ya casi está lista.
Camila observó con detenimiento la imagen y recordó el verlo en vivo, pero no se veía así de bien ni en su memoria.
–Vaya, si que eres buena en esto de la fotografía.–Camila dijo aún con la boca abierta y sintió como Lauren solo movió los hombros en respuesta.–De verdad Lauren, lo eres.
–Gracias, supongo. Solo hago lo que me gusta aunque eso no les agrade a mis padres, en fin.–Camila miró a Lauren con desconcierto.–Mis padres quieren que estudie medicina al igual que ellos.–Explicó.–Pero, sinceramente no me veo con una bata blanca curando personas.–Termino de hablar volviendo a encogerse de hombros.–¿Es muy egoísta de mi parte el no querer obedecer a mis padres?–Pregunto Lauren desviando la mirada de los ojos de Camila.
–Claro que no.–Replicó.–Quiero decir. ¿Alguna vez les has enseñado tú trabajo?–Camila dijo señalando la pantalla del portátil.
–No, a ellos no les interesan estás mierdas como ellos lo dicen.
–Ese es el problema, ellos no se han detenido a ver el enorme talento que tienes.
–No lo sé, quizás tengas razón. Pero por lo pronto no me resta más que esperar a que ellos lo comprendan y lo acepten.
–Lo harán Lauren, lo harán.–Dijo animándola.
–Bien, Humm... ¿De que querías hablar?– Camila escucho a Lauren abrió grande los ojos al darse cuenta de la posición en la que estaban y se incorporó de un salto.
–Si, discúlpame, eso era a lo que venía y mira lo qué pasó.
–No hay problema, solo déjame cerrar esto para ponerte atención.–Camila vio como Lauren cerraba el programa dejándose ver una página del navegador abierta en el que se podía leer "Nombres para bebés" ambas se miraron, Lauren con nerviosismo y Camila más bien asombrada.
–Yo... estaba buscando posibles nombres, se que es un poco apresurado porque falta bastante pero no lo pude evitar.–Lauren explicó moviendo sus manos en señal de nerviosismo.
–Lauren...–Camila se acercó más para alcanzar a ver los nombres de la lista leyendo con detenimiento. Pasaron unos minutos leyendo haciendo muecas de disgusto y sonrisas en los nombres que le gustaban y los que le desagradaban.
–Ese me gusta.–Se escucho la voz de Lauren romper el silencio, señaló la pantalla donde se podía leer "Sofía"–Creo que es lindo si es niña.
–Si, lo es. Mi madre me contó que si ella hubiera tenido otra hija le hubiera puesto ese nombre.–Comentó Camila.
–Pues entonces es una muy buena opción.–Contesto Lauren.
–Lauren, te quería hablar sobre lo qué pasó en la consulta.... humm... si me llegue a pasar solo fue...
–Tranquila Camz, no pasa nada. Las embarazadas pueden ser muy sensibles y lo comprendo.–Camila giro a verla y se encontró con los ojos verdes de Lauren llenos de sinceridad.– De verdad Camila, yo estoy aquí para ustedes y cualquier cosa no dudes en decírmelo, ¿Está claro?–Camila solo asintió sonriendo un poco.–Es en serio Camila, así sea el antojo más loco y la hora más imprudente, dímelo.– Camila vio como Lauren la tomaba de la mano dándole más énfasis a sus palabras y se lo permitió sin protestar.–Es un ejemplo pero sabes que lo que necesiten aquí estaré.
–Está bien, gracias Lauren.
Lauren apretó un poco el agarre de sus manos y sin dudarlo al ver que los ojos de Camila comenzaban a llenarse de lágrimas se incorporó abrazándola con fuerza. Camila paso sus brazos por el cuello de la ojiverde y ella por la cintura de Camila consolándola una vez más, las embarazadas eran muy sensibles, lo sabía y lo acababa de decir pero ni eso le impedía seguir con ella lo hacía con el gusto de mundo y cumpliría su promesa porque Camila no lo sabía pero Lauren Jauregui siempre cumplía su palabra.