–Lauren, venga a mi oficina por favor.– se escuchó la voz del supervisor de donde trabajaba Lauren.
Todos de inmediato la miraron pensando que le daría la peor noticia y Lauren lo vio de reojo en el rostro de preocupación que tenía su compañera Alexa.
Lauren solo asintió y se limitó a seguir los pasos del señor Brandon, su supervisor.—Cierre la puerta y tome asiento, señorita.–Ordenó Brandon sentándose en la silla giratoria tras el amplio escritorio de madera lleno de papeles.
–Si, Señor.–Respondió Lauren y siguiendo las indicaciones tomó asiento frente al escritorio.
–Bien.–Hablo por fin el señor después de dar un carraspeo.–Quiero serle sincero Lauren, cuando usted entró a la fábrica dudaba que diera el ancho y por un momento no la quise en mi área.–La ojiverde agachó la mirada al escuchar las palabras del Señor Brandon y paso por su mente el peor de los escenarios el cual consistía en que sería despedida.–Pero, usted en estas semanas se a encargado de demostrarme lo contrario y también que puede llegar a ser un muy buen elemento.–Lauren subió la mirada y sonrió ligeramente al escucharlo.–Quiero decirle que esta semana se verá reflejado el incentivo por producción, puntualidad y también sus turnos extras.
Brandon alzó ambas cejas al ver los horarios en los que había trabajado la chica que estaba frente a él, prácticamente doblaba turnos tres días por semana y vio que incluso también se presentó al turno de noche.
–Gracias señor, supongo que se hace lo que se puede.–La ojiverde respondió recibiendo la nómina que le tendió el señor para que la firmara y no pudo evitar sonreír al ver la cantidad de dinero que se vería sumada a su cuenta bancaria. Con esto voy a poder pagar la cita de Camz al ginecólogo e invitarla a comer después, pensó.
–Veo que le hizo muy feliz el ver la suma que cobrará.–Agregó Brandon.
–La verdad es que si, es algo gratificante.
–Claro que es gratificante ganarse su propio dinero, Lauren.
La ojiverde se quedó pasmada al escuchar aquellas palabras de Brandon, ¿Acaso se notaba mucho su clase social? Ella siempre procuraba ser humilde y respetuosa con las personas, siempre se decía que independientemente de la clase todos merecíamos ser tratados con respeto. Pero Lauren ahora se daba cuenta que algo la delataba, tal vez su ropa de marca o hasta el coche que conducía pero, un Ford cualquiera lo puede comprar ¿no es así?
–Es todo, puede retirarse.
–Gracias, señor.–Lauren respondió saliendo de la oficina y llegando de nuevo a la producción.
–¿Qué fue lo que te dijo?–Pregunto Alexa apenas Lauren tomó su lugar de nuevo.
–Nada.–Dijo Lauren encogiéndose de hombros.–Solo me dio la nómina a firmar.
–Pero que humilde eres, seguro fuiste la empleada del mes y no nos quieres decir.–Siguió Alexa dándole un leve golpe en el brazo a la ojiverde.
–Algo así.– Fue todo lo que se atrevió a responder Lauren.
–Espero que me invites a algún sitio a festejar.–Alexa le propuso a la ojiverde alzando ambas cejas con una sonrisa sugerente en su rostro.
–Claro.–¿Acaso Alexa está coqueteando conmigo? Pensó Lauren.–Ya lo veremos después.– Agregó para dar por finalizada la conversación.
Lauren tomó los guantes colocándoselos y comenzó a quitar el sobrante de las rejillas que salían hirviendo de la máquina. Esa era su función en la fábrica que se encargaba de elaborar las rejillas de estufas, refrigeradores etcétera y ella al igual que sus compañeras tenían que recibir dichas rejillas, quitarles el material sobrante para después embolsarlos.
La ojiverde hizo una mueca de dolor al sentir como le ardían las manos, más sin embargo visualizó en su mente el rostro de Camila cuando escuchara de nuevo los latidos del corazón de su bebé y así se le pasó un poco el dolor por el momento.[.......]
–¡Camz, estoy en casa!–Camila escuchó a Lauren e inmediatamente salió de la cocina para recibirla.
–Hola, por fin llegas.–Saludo Camila a Lauren y esta última la tomó en un abrazo.
Camila rió al sentir el saludo de la ojiverde pero tampoco se quejó, la realidad es que se lo agradeció por que le resultaba difícil admitirlo pero echaba de menos la sensación de los brazos de Lauren alrededor de ella.–Hola.–Dijo Lauren alejándose un poco del abrazo.–Y, hola a ti también.–Agregó sobándole un poco la barriga que empezaba a notarsele a la latina.
–Hoy regresamos muy contentas de trabajar.–Comentó la embarazada riendo.–¿Se puede saber el motivo?–Quiso saber la chica.
–Mira.–Respondió Lauren dándole la nómina a la morena.– Es nuestro dinero, con el que pagaremos tu cita de mañana.
Camila tomó el papel y lo leyó viéndola cantidad que tenía escrita y se sorprendió alegrándose pero después cayó en la realidad y en las palabras de Lauren.
–No Lauren, es tu dinero, mereces gastarlo como tú lo prefieras.–Camila le entregó el papel dando media vuelta.
–¿Camz, de que hablas?–Preguntó la ojiverde tomando a la embarazada del brazo para que quedaran frene a frente de nuevo.–Yo lo quiero hacer, yo quiero gastarlo en ti, en ustedes y no voy a aceptar un no como respuesta.
–Gracias Lauren.–Respondio Camila después de pensarlo unos minutos.– Te prometo que....–Lauren interrumpió a Camila volviendo a abrazarla.
–Solo prométeme que no estarás extraña conmigo, con eso me basta.–Susurro la ojiverde al oído a Camila.
La latina recordó los días pasados y el cómo se había portado de distante con Lauren pero es que no sabia cómo rayos actuar delante de ella después de haber dormido abrazadas. En realidad este momento era el día con mayor acercamientos que habían tenido después de ese día.
–Está bien, lo prometo.– Respondió Camila cediendo a la petición, cerró sus ojos y con una sonrisa sintió el abrazo de Lauren.
–Entonces, ¿Mañana vas a acompañarme a la cita?–Se animó a preguntar la latina.
Lauren se separo del abrazo para así poder responderle y aunque no quiso darse cuenta del todo noto la expresión de Camila al alejarse de ella, ¿Acaso quería que siguieran abrazadas por mas tiempo?
–Si, cambie mis horarios y voy a ir dos días de tarde, doblaré turno para cubrir el día de mañana.–Contesto Lauren explicándole a detalle sus próximos planes y pudo ver la expresión de preocupación de la latina.–Tranquila, no pasa nada, yo puedo hacerlo.
–¿Estas segura?–Preguntó aún preocupada Camila.
–Lo estoy. Mejor dime, ¿Tu estás lista para escuchar de nuevo al bebé?–Lauren le pregunto interesada y también tratando de desviar el tema anterior.
–Estoy demasiado lista, gracias Lauren.–Le dijo ahora ella abrazando a la ojiverde. Ambas cerraron los ojos para disfrutar del íntimo contacto por un momento.
Gracias por la paciencia a todos y especialmente a May_fearlessmode
Sonrían, nada les cuesta.