VEINTIDÓS

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Lauren despertó escuchando la alarma de su teléfono, abrió los ojos pasando  una mano por su rostro tratando de alejar el sueño de ella, sonrió al recordar la noche anterior, bajo la mirada y se encontró con una Camila aferrada a ella. Después de la conversación y de intercambiar unos cuantos besos le ayudó a guardar de nuevo la ropa en su lugar y se dispusieron a tener un maratón de películas, aún no podía creer la maravillosa tarde que había pasado y anhelaba más como esas pero, todo tenía que volver a la normalidad y tenía responsabilidades que atender.
Trato de moverse para salir de la cama sin querer despertar  a Camila pero su misión se vio interrumpida cuando escuchó un quejido en protesta, negó sonriendo y se volvió a quedar quieta para dejar de incomodarla.

–No te vayas, estoy muy cómoda.–Susurro pegada al pecho de Lauren.

–Lo veo.–Dijo Lauren con una risita.–Pero tengo que ir a trabajar y tú también.– Sintió cómo negaba contra su pecho.–Eres una perezosa, ¿Lo sabias?–Comentó acariciandole la mejilla amablemente.

–En mi defensa, la ginecóloga dice que es normal.–Murmuró.–Muero de sueño, Laur, déjame dormir un poquito más.–pidió comenzando a quedarse dormida de nuevo.

–Está bien, le avisaré a Elizabet que no irás a la cafetería.–Dijo Lauren tecleando un rápido texto a la señora Méndez.–Sin embargo, yo si tengo que ir a la fábrica.–Sintió como volvía a negar Camila, y sonrió divertida le encantaba ese lado tierno que nadie mas lo veía, al menos no en la preparatoria, ni siquiera con Austin.

–No vayas, quédate conmigo.–Camila alzo la mirada para ver a Lauren a los ojos, no sabía por que pero sentía la necesidad de que la abrazara y no la soltara nunca.

–Vale, supongo que después de tantos turnos extras no pasará nada si no voy.–Respondió sin poder evitar ceder ante la petición de Camila esa mirada ya comenzaba a ser su perdición.–Solo déjame avisar.–Dijo escribiéndole a su supervisor. Vio una sonrisa victoriosa en los labios de Camila y no pudo evitar sonreír también. –Ahora, vamos a dormir.–Dijo acomodándose mejor para abrazar a Camila. Cerró sus ojos sintiendo la respiración acompasada de Camila indicándole que ya se había quedado dormida de nuevo. Y ella trato de dormir con ese "quédate conmigo" grabado en su mente.

[.....]

–Me vas explicar, ¿Cuál es ese afán tuyo de comer pizza a todas horas?–Camila escuchó como Lauren le preguntaba. Alzo la mirada con la rebanada de pizza aún en su boca y vio cómo las comisuras de los labios de Lauren se alzaban en una hermosa sonrisa. Le dio el mordisco a la pizza y comenzó a tragar ante la atenta mirada verde.

–¿Y quién en su sano juicio no tendría afán de comer pizza a todas horas?–Respondió con otra pregunta tapándose la boca con la mano. Lauren alzo una ceja divertida ante la contra pregunta de Camila a lo que soltó una pequeña risa.

–Vale, vale, tu ganas–Dijo Lauren alzando las manos en rendición.–Pero anda termina ya que tengo un plan.–Lauren vio el brillo en los ojos de Camila que indicaban que le encantaban las sorpresas y se sintió victoriosa al dar justo en el clavo.

–Aquí tienes.–Interrumpió la conversación la chica que las había atendido, dandole a Lauren un puñado de servilletas. Lauren alzo la mirada frunciendo el ceño en desconcierto.

–¿Gracias? Pero nosotras no pedimos nada.–Comentó Lauren sin entender. Vio que la chica le guiñaba un ojo juguetón y sonreía con sorna.

–Mi amor, está claro que estamos bien.–Hablo Camila en voz alta mirando a la mesera con molestia.–Así que toma, no serán necesarias.–Las tomó y giró quedando la última a la vista en la que se podía leer un número de teléfono junto con un corazón. Lauren miro a Camila sorprendía sin saber que decir.–Llévatelas.–Volvió a pedir y esta vez la mesera captó el mensaje y se encaminó a la cocina no sin antes llevarse las servilletas con ella.

–Camz... yo no tenía ni idea.–Comenzó a disculpase Lauren.

–Lo sé, claramente me di cuenta por eso tuve que intervenir.–Hablo con un atisbo de molestia.–Maldita zorra, ¡Justo en mis narices!–Lauren sonrió al verla molesta le pareció que era demasiado linda justo así, enojada por que una chica quiso tener acercamiento con ella.–Lauren no es gracioso.–Le reto viéndola con enfado.

–Tranquila bonita, a mi solo me gustas tú.–Lauren dijo acariciando la mejilla de Camila.–Quita esa carita de molesta, aunque te ves incluso más hermosa.–Vio como Camila sonreía ligeramente y no dudó en inclinarse para darle un ligero beso en los labios. Sintió una sonrisa de Camila cosa que provocó que sintiera mariposas en el estómago.

–Ok, vámonos de aquí antes de que asesines a esa chica.–Dijo Lauren poniéndose de pie.

–Que exagerada.–Respondió Camila con una risa juguetona, se unió a Lauren saliendo primero ella ya que Lauren le sostenía la puerta.–Gracias siempre tan amable.–Dijo con una sonrisa.

–Yo me caracterizo por ser muy amable con las personas.–Lauren decidió seguirle el juego viendo cómo Camila volteaba a verla con un rostro serio. Quería detenerla y preguntarle por que la había llamado por aquel mote cariñoso pero tenía miedo de que fuera demasiado así que decidió dejarlo pasar y seguir con aquellos juegos.

–Te gusta verme molesta, ¿verdad?–Atacó Camila.–Pero lamento decirte que no caeré en tu juego.–Dijo guiñándole un ojo.–Ahora dime a dónde vamos.

–Tranquila ya estamos llegando.–Lauren respondió caminando con una sonrisa en sus labios.

Camila giró a verla y le pareció la persona más hermosa que jamás había visto de esas personas de las que fácilmente puedes enamorarte a primera vista y se regaño internamente al no haberla notado en todo el periodo estudiantil pero claro, ella estaba muy ocupada complaciendo al imbecil de Austin, dejó salir un suspiró en molestia. Sintió la mano de Lauren apretar ligeramente la suya para que se relajara y así fue, le dio una sonrisa en agradecimiento girando su vista de nuevo al frente. Caminaron un par de cuadras más y de pronto sintió cómo Lauren se detenía, la miró frunciendo el ceño y vio a Lauren señalarle el edificio que tenían frente a ellas, abrió los ojos muy grandes al encontrar una tienda solo para bebés. Sintió la mano de Lauren tomar la suya guiándola para entrar y así lo hicieron.

–Buenas tardes señoras, en que les podemos ayudar?–Hablo una de las dependientas del lugar amablemente. Camila se quedó sin saber que decir por lo que Lauren respondió.

–Queremos todo lo necesario para nuestro futuro bebé.–Camila giró viendo a Lauren al decir aquello y se dio cuenta que aquel "nuestro bebé" le hacía bien al alma y que solo provocaba que se enamorara cada vez más de aquella chica de ojos verdes que miraba curiosa queriendo comprar la tienda entera.

–Eres lo máximo....–Susurro Camila como respuesta pegándose a Lauren para darle un profundo beso en los labios. Sintió el suspiro de Lauren en respuesta correspondiendo su beso. Y como la tomaba de la cintura para pegarla más a ella tratando de disfrutar de su cercanía, termino dándole pequeños besos en los labios que Lauren recibía con una sonrisa en sus labios.–Gracias.

–No tienes nada que agradecer, Camz.–Respondió pegando sus frentes.–Sabes que a mi no me cuesta absolutamente nada y me encanta hacerlo.–Dijo tomándola de la mejilla para darle un tierno beso, ambas cerrando sus ojos.–Ahora anda, vayamos a escoger lo que vamos a comprar, no quiero hacer esperar más a la señora.–Se acerco al oído de Camila susurrándole.–Además, me siento observada por ella.–Terminó de decir contra el oído de Camila.

–Tarada.–Contesto riendo divertida.–Está bien, vamos.–Dijo Camila tomando de la mano a Lauren comenzado a adentrarse a la enorme tienda siendo guiadas por la dependienta quien las veía como el perfecto amor adolescente, ese que se disfruta, y se siente tan real que a muchos les gustaría volver a experimentarlo.

OK!!!
Aquí está el capítulo nuevo, pido disculpas por no actualizar la semana pasada pero viaje unos días y me fue imposible subir, pero aquí está, espero que les guste, al igual que espero sus comentarios y sus votos.

No se olviden de sonreír :)

Creo en ti  [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora