Camila POV
Sonreí levemente pasando una mano por la cabecita de mi bebé.
Mi bebé.
Se sentía tan extraño pero a la vez tan orgullosa, le peine los pocos cabellos azabache viéndola dormir plácidamente en mis brazos después de haberla amamantado. Llevábamos dos días en el hospital, recuerdo como me daba miedo el hacer algo mal, algo tan fácil como amamantarla, cargarla o cambiarle el pañal, lo bueno de todo esto es que las enfermeras fueron buenas y pacientes conmigo al ayudarme y explicarme como debía hacerlo.Ahora, después de dos días de tenerla conmigo me sentía un poco más confiada y segura. Sonreí de nuevo al verla y darme cuenta que esta pequeña vida era mía.
–Buena tarde.–Dijo la obstetra Robins entrando a la habitación con una sonrisa en su rostro que dejaban ver los pequeños hoyuelos de sus mejillas.–Veo que ya estás más familiarizada con la bebé.
–Así es, muchas gracias de nuevo por la paciencia que tuvieron al enseñarme.–Respondí un poco apenada. Robins negó de inmediato.
–Tranquila, nadie nace sabiendo ser mamá.–Asentí al escucharla decirme aquello lo más amable posible.–Veo que se encuentran solas, ¿tus padres?–Me preguntó ojeando el historial clínico.
–La verdad no tengo ni idea.–Respondí sincera. No veía a mis padres desde la noche anterior cuando pasaron a ver a su nieta por primera vez.
–Entiendo.–Respondió la doctora Robins anotando en el historial.–Lo qué pasa es que ya estás en condiciones de ser dada de alta, ambas.–Agregó y yo asentí, me hacía muy feliz al fin dejar la clínica.–Pero necesito que alguien firme y esas cosas.
Escuché cómo abrían la puerta de la habitación y vi a Lauren entrar con una hermosa sonrisa en sus labios, aunque también se notaba algo nerviosa? No lo podía saber a ciencia cierta.
–Laur....–Dije correspondiendo su sonrisa. Ella se acercó a mi dándole un beso en la frente y acariciando a la pequeña Michelle quien seguía durmiendo.
–Doctora Robins.–Dijo Lauren saludando.
–Lauren que oportuna llegada.–Comentó entregándole una hoja que Lauren recibió.–Esta es el alta de Camila, supongo que tú serás la responsable.–Lauren asintió.–Muy bien, cualquier cosa saben donde me encuentro.
Escuché que tocaron la puerta suavemente y todas giramos a ver de quién se trataba. Era un hombre alto, de piel blanca con barba de candado. La obstetra le sonrió caminado a él.
–Doctor Jauregui, que gusto verle.
Abrí grande los ojos al escuchar ese apellido. Mire a Lauren quien se veía nerviosa.
–Mi padre quería conocerlas.–Susurró bajo para que solo yo pudiera escuchar. Mire al hombre quien mantenía una ligera plática con la obstetra.
–Ya decía yo que ese apellido se me hacía conocido.–Robins dijo.–Claro que es tu hija, ¡felicidades nuevo abuelo!–Vi a el doctor Jauregui sonreír al aceptar la felicitación.–Muy bien, los dejo para que puedas conocer a tu hermosa nieta.–Dijo eso último saliendo deprisa.
–Papá.–Lauren le llamo. El doctor Jauregui camino a nosotras con una amable sonrisa, ¿de todas las formas para conocer a una parte de la familia de Lauren elegía esta? ¡Que vergüenza!–Te presentó a Camila Cabello mi... novia y a la pequeña Michelle.
Escuché a Lauren presentarme y no pude evitar darme cuenta del pequeño titubeo que tuvo, me obligué a recordarlo para preguntarle después.
–Es un placer al fin conocerte, Camila.–Me dijo acercándose, me extendió la mano y yo la apreté ligeramente.–¡Pero que hermosa criaturita tenemos aquí!–Dijo refiriéndose a Michelle.