El Rugido Salvaje[1] /Kookmin (Omegaverse)

El Gran Paso

Jeon Jungkook llevaba una buena vida, desde pequeño todo quien lo conocía así fuera a simple vista, afirmaban que el era un alfa extraordinario, guapo, atlético, centrado, inteligente y según sus profesores un líder nato por su poderoso aroma y voz, destacaba en todos los aspectos como ningún otro alfa en su entorno, tal vez era por el hecho de ser uno de los pocos Leones que convivían civilizadamente en una sociedad , en comparación al resto que eran en su mayoría pequeños mamíferos u aves, aun si habían otros depredadores, los leones son reyes naturales.

Se graduó en Metalurgia a temprana edad, no tardo en conseguir empleo, ya que la mayor parte de su familia se dedica a la industria de extracción de minerales. Rápidamente escalo a un alto cargo por sus propios méritos en la empresa de su joven tío Min Yoongi, un hermoso omega de León, poseedor de un pelaje tan blanco como la nieve, como ninguno de su especie, gracias a su exótica belleza y éxito le llovían pretendientes que huian apenas conocían la personalidad arisca y fría de esté. Eso era lo que más admiraba Jungkook del mayor, que sobresalía por su propia astucia y emprendimiento, encargándose de una de las empresas más importantes de la familia Min sin necesidad de un Alfa a su lado.

Él por el contrario no soportaba la idea de estar solo, tenía esa necesidad de tener a alguien a su lado, en quien confiar y refugiarse, hasta ese momento solo había tenido un omega en su vida, desde que tenía quince, Sungjong un hermoso gatito, no recuerda un momento donde este no lo acompañara y apoyara, no solo era una pequeña belleza y un adorable sumiso, también había estudiado una carrera que complementara la de él, por lo que lo ayudaba en todos sus proyectos, con todas las molestias sobre protección ambiental que él no se molestaba en considerar. Eran el equipo perfecto, se comprendían sin palabras, tenían química en la cama, pues el omega era complaciente y siempre estaba dispuesto. Para todos sus conocidos era cuestión de tiempo para que Jungkook marcara al omega como suyo, ya que ninguna otra pareja destilaba tanto amor como ellos dos.

Fue justo en uno de sus expediciones que decidió dar el gran paso, con anterioridad no había querido establecerse en un lugar específico, la pareja se consideraba nómada principalmente por su trabajo, tenían que trasladarse con frecuencia a nuevos suelos inexplorados, donde se encontraba la materia prima que debía ser procesada. Les encantaba viajar y ser libres, vivir las nuevas experiencias en las diferentes tierras consideradas salvajes para ellos. Jungkook y Sungjong, ya habían recorrido y conocido gran parte de la superficie terrestre y ningún lugar les había llamado la atención como para llamarlo hogar, esto hasta que el Alfa conoció las sabanas de BigHit, delimitada por el gran desierto M.A y la selva tropical de los tigres, con una hermosa extensión de tierras verdes, con grandes fuentes naturales de agua donde se concentraba altas vegetaciones de suave hierba y prosopis, sumado al paisaje, el clima era cálido sin llegar a ser sofocante y los habitantes de la pequeña ciudad que se erguía como capital en su mayoría eran cebras, cervatillos y elefantes, mamíferos muy agradables, los leones y las hienas al parecer vivían en estado salvaje, por lo cual no se recomendaba salir de la zona segura de la capital, donde ya no regia la protección, las leyes aseguraban la libertad tanto de los depredadores como de las presas en sus respectivos territorios, así se mantenia la paz.

Sin pensar en ese pequeño detalle, el simplemente había quedado enamorado a primera vista, igual que su tío Yoongi, ambos estaban seguros que su sangre pertenecía allí, eran las tierras de sus ancestros, no es como si Jungkook hubiera estado buscando su origen, pero ahora no quería irse del lugar, quería establecerse en la pequeña pero acogedora ciudad, sabía que tendría el apoyo de su compañero para forma su familia allí.