Castigo

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Sintió el toque de unas garras pasearse por la sensible piel de su pelvis, el cómo aire a su alrededor se estaba viciando con la feromonas del omega, tan dulces, contrastando con el aroma natural salvaje, empalagándolo, recorriendo el camino directamente a su hombría, él no lo podía permitir por más que aquel dulce aroma que exudaba el salvaje estuviera enloqueciéndolo, tan fuerte y envolvente, jamás se perdonaría manchar de esa forma la memoria de Sungjung, acostándose con su asesino -No hay forma de que yo lo disfrute- Decreto convencido de que tenía el completo control de su cuerpo, que podía evitar que se le parara, que podía luchar contra su naturaleza.


Jimin solo le dedico una sonrisa con todos sus colmillos desfundados, lo estaba pasando en grande, relamiéndose los labios, apreciando como el Alfa estaba acorralado, entre el suelo de tierra y su caliente cuerpo -Lo disfrutaras- Murmuro convencido, más para sí mismo, estaba ya perdido en sus instintos, su cuerpo listo para ser tomado, sin pelaje que lo cubriera y su entrada liberando lubricante, empeorando el dilema del Alfa bajo suyo. Se tomó su tiempo para contemplar, comiéndose con la mirada a su deliciosa presa, todo un gran macho a su merced, sentía a su león tan excitado, lo deseaba con tanta fuerza que aunque lo intentara no podría detenerse, ese león era suyo y lo iba a reclamar.


Trato de besarlo pero Jungkook apretó sus labios en una línea recta, negándole el acceso a su boca y al mismo tiempo tratando de no inspirar más de aquel olor afrodisiaco. Jimin lamió por encima, mordió con insistencia pero el Alfa no cedía. El omega lo miró con el ceño fruncido pero en sus ojos destellaba la diversión, porque le encantaba jugar y sobretodo sucio, por ello tenía muchos trucos para que los leones, sin importar quien, hiciese lo que él deseaba y su querida presa no sería la excepción.


Sin más tanteos agarro el medio erecto pene del Alfa, quien se estremeció en su mano por la sorpresa. La reacción fue muy linda, con las mejillas sonrojadas y los parpados cerrados con fuerza, el Alfa parecía tan vulnerable, que se confió. Uso ambas manos para estimular, liberando en el proceso el agarre que mantenía inmóvil a Jungkook, concentrándose en recorrer el tronco que se engrosaba bajo su tacto, abarcándolo y bombeándolo con su palma abierta, mientras la otra acunaba sus bolas, solo con la presión necesaria para hacer delirar de placer a cualquiera.


Luchó, juró que lo hizo, pero la sangre seguía concentrándose en su parte baja y su cabeza pronto dejo de razonar, todo empezaba a concentrarse en la ardiente sensación de las manos contrarias, levantándolo en todo su esplendor y antes de que se diera cuenta ya estaba soltando roncos gruñidos de placer que hacían estragos en el omega, que sentía como se empapaba copiosamente. Sus caderas se movieron sin permiso, encontrándose rítmicamente con las caricias del omega, quien le sonreía con superioridad desde su posición, observando con deleite el desastre en el que se había convertido el remilgado gatito, que lo miraba cargado en lujuria, perdido en el placer se veía más peligroso que cuando estaba enojado.


La punta ya estaba hinchada y roja, tan apetecible para el omega que se le hacía agua la boca, quería probarla, mamarlo en su boca pero lo dejaría para después, quería culminar rápido, no alargar el juego previo más de lo necesario -Lo que no tienes de personalidad sí que lo compensas con tu físico- Halagó el minino, relamiéndose antes la perspectiva de ser penetrado por esa prominente vara.


Se trepó sobre el Alfa para por fin reclamar los labios ajenos, en su tan esperado primer beso, no fue tierno, ni mágico, las dos partes estaban encimadas en una lucha, que estaba perdiendo el inexperto omega quien pronto se vio superado por la fabulosa técnica del Alfa. Los cálidos labios que se movían contra los suyos, firme y duro, amasándolos, las sensaciones abrumaron a Jimin, que se derritió contra el cuerpo ajeno, suspirando de placer, acción que aprovecho Jungkook para poner en el baile a su lengua, que irrumpió imperiosa en la suave cavidad del omega.

El Rugido Salvaje[1] /Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora