León Domestico

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La jerarquía en el grupo de leones era simple, casi inexistente a decir verdad, después de todo los felinos se caracterizaban por ser solitarios e individualistas, solo eran el grupo que cazaba en el sector y peleaban bajo el nombre de quien sería su líder Kim Namjoon un imponente león de pelaje negro. En todo lo demás eran grupos aislados de cada uno, las hembras que eran la mayoría, se encargaban de la caza, la crianza y cualquier tarea, el macho se dedicaba a pelear por apareamiento o diversión y copular con las hembras de su propio harem o tratar de robar una omega de otro, porque si, cada alfa tenía a su disposición 5 o 6 omegas, no usaban la marca de apareamiento, no había posesividad en ese ámbito, las hembras si querían iban con otro macho, las crías normalmente eran del macho, ya que le pertenecían, las hembras de su harem los seguirían cuidando sin molestias.


Funcionaba para todos, menos para él, porque era un omega macho, un regalo del sumo protector de la sabana, un regalo que despreciaba, había odiado su condición desde que se enteró que la tradición dictaba que él si llevaría una marca de apareamiento, porque jamás sería capaz de compartir por la naturaleza de su omega, las hembras no era territoriales o celosas, eran los machos los que llevaban ese complejo, por ello el ser parte de un harem iba contra los instintos de su León que no solo necesitaba de un lazo, sino que solo estaría con su compañero de alma, según sus padres, en él se desarrollaría una gran bestia posesiva al descubrir al León que sería su complemento, que sería capaz de desgarrar a cualquiera que se acercara a lo que consideraba suyo.


A su criterio le parecía una clase de palabrería sin fundamento, todos los Alfa del grupo, que eran todos los del sector lo habían cortejado, con ninguno sintió absolutamente nada, a su constante negativa alguien se le ocurrió dar la afirmación que quien lo venciera en combate podría tener su peludo trasero a disposición para su harem, después de todo el daría los cachorros mas fuertes y alguna clase de status para el ego de los Alfas.


Eso le trajo mucho, muchos problemas, no quería ser tomado a la fuerza como trofeo, pero esos estúpidos Alfas comenzaron a meterse con él aun con la advertencia de su hermano mayor, que era el líder del grupo, no tenían ninguna clase de respeto y por sus garras que no iba a convertirse en el omega de ninguno de esos idiotas, no necesitaba la protección de nadie, los omegas de león se caracterizaban por ser los que llevaban las riendas en el apareamiento, él por ser macho no sería la excepción, por lo que entreno arduamente, tal vez fuera más pequeño pero eso al contrario de una debilidad la usaría a su favor, la agilidad y entrenamiento le permitió usar la fuerza de sus contrincantes contra sí mismos, ellos no podían herirlo de gravedad pero él sí y le sacaba el máximo provecho a ello, es verdad, es injusto pero divertido, después del pánico de los primeros enfrentamientos comenzó a disfrutarlo, era adictivo, a esto se le sumaron el grupo de leonas que lo alababan en cada victoria, todo un espectáculo donde humillaba a los imponentes Alfas.


Derroto a cada Alfa que osó desafiarlo hasta que acabaron los retos y poco a poco cayó en una pequeña frustración, potenciada por los celos que pasaba insoportablemente solo, porque nadie más compartía su condición, todos los leones retozaban cuando sentían la necesidad que era con bastante frecuencia, eran seres bastante sexuales, si podían ser seres independientes pero adoraban las caricias, la atención y de todos los leones de la sabana ninguno era su compañero y se habían cansado de intentar con él, en una ocasión fue cerca del territorio de las Hienas, ¡Hienas!, si sus hermanos supieran que busco un compañero en esas escorias, pero estaba desesperado, su omega quería un compañero, cachorros, amor, esa era la felicidad felina, por lo que se cazaba tan arduamente. Ahora recostarse a tomar el sol, acicalarse entre sus amigas omega, que su grupo de caza sometiera a la agonía a un elefante, nada de eso despertaba emoción en él, todos sus contemporáneos ya tenían tres o cuatro cachorros, un lugar que compartían con el calor de un Alfa, él aun pertenecía al grupo de caza de leonas del harem de su hermano mayor, lo que se hacía cada vez más incómodo.

El Rugido Salvaje[1] /Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora