El sendero parecía claro, como si estuviera rodeado de la noche, no en ella, cómo en el mundo real donde las cosas parecían pertenecer a cada lugar, no, acá nada era correcto, todo era una ilusión. Desde las brillantes baldosas bajo sus pies, que desaparecían en destellos cuando se alejaba, semejantes a las ondas del agua. Sin principio ni fin, solo expandiéndose ante sus ojos, caminando en una dirección incierta, concentrado únicamente en la esencia de su cachorro.
Lo que parecía una bella paloma revoloteo a su alrededor, trasmutando en una arpía, con un rostro tan hermoso y elegante como el de un Cisne pero con un cuerpo deformado, desde su columna desviada, con marcadas protuberancias de tonalidades morada hasta su torso corroído por la oscuridad, de relieves obscenos de pechos y costillas, con patas grandes y callosa, de grandes muslos recubiertos en plumas grasientas, que lo levantarían con facilidad, sin opción de escapar del mortal agarre de aquella afiladas garras.
-¿Qué es esto? Un débil cambia-forma deambulando en un reino sin soberano, patético. Vuelve por donde viniste leoncito, aquí no hay leyes ni seguridades, perderás hagas lo que hagas. Vengas a lo que vengas- Jungkook la ignoró, siguiendo el inexistente camino hacía Jimin.
-Kookie...amor- Susurro alguien en su oreja, como un débil ronroneo –Soy yo, tu gatito...¿acaso me has olvidado? ¿Ya no te importo? ¿Acaso nuca me amaste? ¡No me ignores por favor! ¡He estado atrapado, sufriendo solo! ¡Ayúdame! ¡No me dejes atrás!- El Alfa se detuvo, era tan difícil ignorar aquella voz, le resultaba tan familiar, su conciencia quería corresponder, como antes, cuando Sungjung se sentía mal y le pedía ayuda, refugiándose en sus brazos, frotando su aroma, suave y conocido, un hogar seguro –Por la memoria de nuestro amor, por todas las promesas que nos hicimos, vuelve, date la vuelta y deja de buscar a ese asesino.
-No es posible que tú seas Sungjung, no tengo nada que decirte, por lo que estas palabras son para mí mismo. Por el amor que te tuve en el pasado es que hago esto, avanzo y dejo tu recuerdo donde pertenece...atrás- El silbido de una flecha rompió el silencio de la noche, en una trayectoria mortal hasta la espalda baja de Jungkook.
El León rugió de dolor, cayendo o sosteniéndose, era difícil concretarlo, suspendido en la nada no había nada que pudiera hacer para aliviar el dolor que lo partía a la mitad, paralizando su cuerpo –Te dije que cuando llegara el momento te mataría, estúpido domestico- La melodiosa risa de Jimin se oyó como la primera vez, cruel y burlona hacía su persona.
Apretando los dientes ignoro el dolor, pateándolo al fondo de su cabeza, arrastrándose hacía su objetivo –Y yo te dije que cuando llegara el momento ¡Lucharía a tu lado!- La malvada carcajada, en tonos altos y gangosos fue su única respuesta, junto al aleteo de polvorientas plumas.
-Al Alfa Líder de los leones le costó vencer a Joon, aun con la ayuda de toda la manada, ¿Qué posibilidades tienes tú solo, un chamán ignorante de sus propias habilidades?- Pregunto la rasposa voz, distorsionada por la lejanía.
-Esta es la oportunidad para conocerlas- Susurro mientras todo su entorno cambiaba, suavidad lo rodeaba, mullidas sabanas lo arropaban y el calor de un cuerpo solo un poco más pequeño, lo envolvía.
-Jungkook, cuando volvamos a estar junto ¿Qué vas hacer, que será de nosotros?- El murmullo de una voz parecida a la de Jimin lo distrajo unos momentos.
-Haré las cosas bien, venceré a todos los Alfas de la manada para pedirte como mi compañero- Una segunda carcajada rompió toda la ilusión, esta vez masculina, una voz potente, tan grave que retumbaba por todo su cuerpo.
-Los corazones puros no pertenecen a mi reino pequeña sabandija- El Alfa del lugar se materializó en todo su pútrido esplendor, con una bruma verde que se trepaba al macizo cuerpo cómo serpientes. Un can de tres cabezas, incomparable entre todos los impuros, el Líder –Pero no permanecen limpios el tiempo suficiente para poder escapar- Se burló con malicia, mostrando sus tres filosas dentaduras, con sus ojos centellando tan rojos como la lava.
-¡Devuelve a Jimin!- Exigió, su voz tan pequeña e insignificante como la de una hormiga.
-Te la devolveré solo si vences a mil de mis impuros- Cancerbero elevo sus 4 brazos, materializando entre sus garras distintas formas, abominaciones de la naturaleza, que se retorcían para no ser aplastados por sus semejantes, en una constante y lastimera suplica.
-Solo me enfrentare con quien se lo llevo- Las serpientes adquirieron varios colores, retorciéndose hasta tragarse a todas las criaturas invocadas.
-Yo lo consideraría en tu lugar...Jungkook- Esa si era la voz de Jimin, pero distorsionada, como un eco para la persona que ocupaba su cuerpo.
¿Había llegado demasiado tarde? La idea lo atormento pero no flaqueo, liberaría a Jimin, a su omega, aquel Salvaje impertinente que preferiría estar muerto a que un asqueroso contaminado usara su cuerpo y mancillara su alma.
En el mundo mortal, en un templo en medio del bosque, los dos leones chámanes se encontraban manteniendo el burbujeante portal abierto, sus cuerpos temblaban y el sudor baja en forma de gotas gruesas que los obligaba a cerrar los ojos, con tanta fuerza como apretaban sus dientes -¡Están volviendo!- Jadeo Taehyung, abriendo los ojos al sentir que todo el aire de su cuerpo lo abandonaba, doblándolo en dolor.
Chanmi se sintió reventar al sostener toda la carga, su cuerpo colapso cómo si trasportara el peso de todo el mundo en sus hombros, aplastándola contra el piso, sin oportunidad de retomar el aliento. Nadie pudo ayudarlos, porque ante sus ojos se estaba formando un campo de batalla, un iluminado circulo de runas intrínsecas, que simulaba con su fuerza a la luna, en un verduzco manto que dejo a todos los presentes paralizados, expectante ante las dos figuras que trasmutaban a lados opuestos el uno del otro.
En una esquina se encontraba un Alfa de León, majestuoso en todo su esplendor, portador de una melena abundante y dorada. En la otra un Omega, poseedor de un cuerpo felino más pequeño pero ágil, acostumbrado desde cachorro a las peleas, su melena corta y anaranjada reemplazada por una exuberante de un naranja chillón, atravesada toscamente por franjas negras.
Ambos contrincantes rugieron salvajes, listo para luchar hasta la muerte.
CONTINUARÁ
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El Rugido Salvaje[1] /Kookmin (Omegaverse)
FanfictionLa ilusión de una vida perfecta, la añoranza de compartirla con tu alma gemela; el abrupto rugido que te lo arrebata todo. Jungkook solo queria sentirse salvaje y vivo esa noche. Pareja principal: Kookmin Pareja Secundaria: TaeGi - NamJin - 2Seok