Huellas

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Ya había experimentado ese sentimiento antes, de impotencia ante la inevitable perdida, era un dejavu, de nuevo los tigres le arrebataban a un ser querido. Había llegado tarde, no quedaban rastros de Jimin, su pequeño hermanito, aquel insolente omega que parecía tener por deporte, acabar con su paciencia. El sentimiento de soledad lo abrumo, tuvo que alejarse del grupo de Leones, aunque eran sus compañeros, con quienes había convivido tantos años, simplemente ahora todo parecía nada.


Chanmi fue la única omega que acudió al llamado del Leonel, sintiéndose enojada, ¿Cómo se podía ser tan rastrero, tan sucio? Jimin estaba en cinta y aunque no era un estado delicado, pues los omegas de felinos grandes contaban con gran resistencia, si era un estado sagrado, debía respetarse aunque fueran enemigos.


Vio a Namjoon demasiado afectado, pero ella no era el tipo de personas que iba a decir "Te lo dije" Le parecía innecesario, es más, nadie estaba haciendo algo para encontrar a Jimin, todos eran unos Alfas inútiles.


-Líder...- Trato de llamarlo, guardando el debido respeto frente al grupo, pero el León estaba sumergido en su lo que parecía un llanto mudo -¿Nam? Necesitamos ir a buscar a Jimin- Le hablo suave, abrazando su ancha espalda, una vez leyó que el apoyo mediante caricias o el simple contacto físico, ayudaba mucho a aliviar la pena.


-Lo sé, tengo que recuperarme- Fue bastante impactante, aquella fuerte y dura voz se oyó tan desamparada.


-Tú no crees que ellos hayan sido, enviaras una carta a ese omega tigre ¿verdad? Le preguntaras antes de hacer o tomar una decisión- El Alfa la miro sorprendido mientras ella dibujaba una débil sonrisa, a veces odiaba ser tan perceptiva, que por culpa de la lectura y rompecabezas se haya vuelto tan buena llenando huecos argumentales –No puedes engañarme, te he estado conociendo toda mi vida, tienes algo con ese tigre, la forma en la que hablaban y lo tocaste tan libremente, allí había complicidad y una confianza ciega, misma que te hace tratarlo con respeto, Ustedes fueron amantes.


Namjoon se alejó del grupo, siendo seguido por la omega, por la única omega que tenía como hija, tal vez por eso tanto él como Jin, sentía demasiado cariño y protección, fue por esa razón que aun con todos los riesgos, lucho para conservarla, porque era una pequeña cachorrita de León, tan adorable, el único hermoso recuerdo que le quedaba de aquella relación que lo hizo tan feliz.


-Sí, antes de que tomara el puesto de líder, mantuve una relación clandestina con el omega de los tigres- Confeso por fin, llegando a mitad de lo que era la gran carretera principal –Este secreto solo lo descubrieron tanto mis padres como los de Jin, los cuatro nos apoyaron. Tae sería el líder mientras yo formaba mi pequeña familia en la capital, allí nadie nos juzgaría o trataría de separarnos.


-¿Pero?- Había una parte del relato crucial, aquel desenlace desastroso.


-Sabes que el omega macho del grupo tiene que estar emparentado con el Líder, por ello SeokJin tenía que ser la pareja del sucesor, para él siempre había sido de su propiedad, era un arrogante, un completo patán. No se iba a dejar quitar a Jin, quien era su trofeo de estatus. No le importo que tuviera mi marca y llevara tres de mis cachorros en su vientre, nos atacó aquella noche que íbamos a escapar, junto con su hermano y varios tigres que lo seguían ciegamente- Namjoon tuvo que apretar la mandíbula, aun dolía recordarlo –Mataron a todos mis amigos leones, quienes se habían acercado a despedirse y en la lucha también cayó papá, defendiendo a Jin quien ya estaba demasiado avanzado en su estado, ese imbécil no tuvo compasión, por eso yo tampoco la tuve. Changseon fue el primer y único cambia-forma que he matado, con mis propias manos, no con una flecha o lanza, yo mismo lo estrangule con mis propias manos y a su hermano Joon, me asegure de alargar su castigo, que sufriera algo peor que la muerte, por haber tenido la sangre fría de amenazar a un omega en cinta y matar a otro que solo lo estaba defendiendo.

El Rugido Salvaje[1] /Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora