15. No Eres Un Pervertido

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Tristana y Lulu habían viajado a Demacia, el lugar en donde empezaría la travesía de la pequeña como campeona de la liga.

-Sólo falta hacerle pruebas mañana, trae tu cetro, así sabremos si aceptarte o no.-

-Claro.- Lulu estaba muy alegre. Salió de aquella oficina para reunirse con Tristana.

-Sólo necesito mi cetro.- ahora la hechicera estaba cabizbaja.

-No te preocupes, hoy regresó el profesor y lo reparará para mañana.-

Lulu la miró y sonrió.

Todo estará bien.

Abrió de nuevo un portal. Si así viajaron desde Bandle, pues el viaje a caminata constaba de varias horas los cuales no contaban ellas.

El portal llevó a casa de Tristana, quedaron en verse ahí con el profesor y Teemo.

Fueron a la cocina y prepararon una merienda, al terminar sonó el timbre.

-Hola Trist.- saludaba alegre el yordle.

-Hola Teemo-

Lulu salió de la cocina y apreció una bella escena, tanto Teemo como Tristana tenían un brillo particular en su mirada al verse el uno a otro y sus rostros reflejaban tranquilidad, puede que sea porque tienen al otro a lado y está bien, sin un rasguño o dolor emocional.

La pequeña se preguntaba si algún día vería a alguien de esa manera y que también ese alguien la viera así, le emocionaba pensar en ello. Regresó a la cocina para dejarlos solos.
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-Creo que no va a venir.- Lulu se recostó en la mesa, hace un pocos minutos se integró con ellos a la mesa.

-Ten paciencia, tal vez tuvo un imprevisto.- el explorador también estaba algo fastidiado.

-Yo también tengo sueño.- y ni se diga de la artillera.

-Nadie ha dicho que tenga sueño Trist.- Teemo rió, estaba tan soñolienta hasta para poner atención.

-Oh! Lo siento.- se paró y se recostó en el sofá. Estiró sus brazos y se durmió.

La ojiverde subió rápidamente, unos segundos después bajó con una manta y la tendió encima de Tristana, le quitó su calzado para que así se acomodara mejor.

-¿Quieres a Tristana?- la orejas de la yordle se levantaron, giró para verlo.

-La quiero muchísimo, es una gran amiga y yordle.-

-¿Por qué lo dices?-

-Me ha ayudado, me cuida, se preocupa por mi... Eso demuestra que es una gran amiga.-

-¿Pero por qué la quieres?-

-Mmm...- la pequeña se puso a pensar.

-No lo sé.- Respondió. -El querer a alguien no se entiende... se siente, y bueno, ella misma se da a querer por como es ¿Por qué?-

El explorador tenía unas dudas con Tristana, o más bien por lo que sentía por ella. Días y noches pensaba en ella sin saber lo que sentía, sabía perfectamente que la quería pero no en que manera, llamarla hermana no le agradaba, y amiga... Menos.

-¿Pasa algo Teemo?- al haber pasado varios minutos en silencio Lulu preguntó.

-No es nada...-

-¿Tiene que ver con Trist?- el explorador se sobresaltó.

-Ehm... Si.- cedió con una mirada perdida hacia el suelo.

-¿Le pasa algo a Tristana?- Lulu se veía preocupada.

-No, más bien a mi, no se si invitarla a salir.- la pequeña bufó.

-Obviamente Tristana a esperado mucho para que hicieras eso.-

-¿En serio?- la hechicera lo veía incrédula.

-¡Claro! Pero te sugiero que vayas leeento... Ustedes son de detalles sutiles y así seria más placentero para ambos.- Teemo estaba inquieto.

Sonó el timbre, tal vez era el profesor.

-Espero haber sido de ayuda.- y la pequeña fue corriendo a recibir al profesor.

-Hola!- y se abalanzó para darle un abrazo.

-Je je hola Lulu, te traje algo.-

-Primero pase.- Entraron y se sentaron en la mesa.

Lulu fue a la cocina, regresó con cuatro tazas de té de frutas y panecillos.

-¿Cómo le fue allá profesor?-Preguntaba Teemo tomando su taza.

-Bien, ya sabes, mucho ajetreo.-
Él también tomó su taza.

-¿Y cómo están Rumble y Ziggs?-

-¿Quiénes son ellos?- a Lulu le dió curiosidad.

-Son amigos nuestros, los conocerás en la liga.- le respondió el explorador mientras cogía un panecillo.

-¿La llevarán a pelear?- el profesor estaba sorprendido.

-Mañana son mis pruebas.- Lulu estaba comiendo un panecillo alegremente.

-Bueno, están bien, aunque Rumble se encierra todo el tiempo.-

-Hay que darle espacio.- Teemo suspiró.

-Oh! Eso me recuerda, ten Lulu.- el profesor sacó algo de su saco, la pequeña lo tomó, era una especie de pluma con un botón. Lo apretó y el objeto brilló aumentando de tamaño hasta que se convirtió en su cetro.

-¡Asombroso!- y sin pensarlo Lulu salió. - ¡Ven Pix!- y el hada bajó rápidamente, ambas salieron dejando a los dos yordles.

-Creo que le gustó.- el explorador trató de romper el silencio.

-Me alegra, estuve trabajando en ello toda la mañana.- decía Heimerdinger orgulloso.

-¿Pero cómo?-

-Algo de Tecmaturgia y vualá!-

Ambos cenaban tranquilamente, hasta que la hechicera regresó.

-¡Puedo cargar mi magia en el cetro perfectamente!- estaba muy entusiasmada. -¡Gracias!- y abrazó el profesor.

-Jeje je- Heimerdinger también la abrazó. Teemo quería que la artillera despertara para apreciar esto.

Después de una platica de las pruebas de mañana, Heimerdinger se retiró mandando a saludar a Tristana de su parte.

-Creo que también me voy Lulu...- pero vió a la artillera dormida. - Abre la puerta de su cuarto y prepara su cama por favor.-

-Claro.- La yordle velozmente subió junto con Pix.

Teemo la cargó como si fuera una princesa, la peliblanca se veía como un bello ángel en sus brazos. Subió las escaleras, entró en su cuarto, y la acomodó. Después le dió un beso en la frente, puede que entre sueños Tristana se acordara de él o lo haya sentido, sonrió por el contacto. Se dió la vuelta y Lulu estaba cruzada de brazos en la entrada.

-Sabía que no eres un pervertido, pero a ella le gusta jugar así contigo.-

Teemo sonrió por lo bajo, tal vez tenía razón, como le gustaba verla sonreír le seguía el juego, y no sólo en eso, también en otras cosas.

-No te conozco del todo y apenas voy conociendo a Tristana, pero todo el mundo puede notar la cercanía mutua. ¿Debo decir más?- sin tapujos la yordle dijo lo que pensaba y el explorador solo asintió y se retiró.

Abrazando A Mi Luz Oscura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora