28. Mi Príncipe Azul

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—No creo que se haya alejado tanto— decía Poppy mientras miraba fuera de las cortinas, había mucha gente, niños, jóvenes y adultos esperaban a que empezara el evento, un conjunto musical tocaba una canción de fondo para tranquilizar la tensión, todo el mundo estaba fastidiado, la ceremonia debió de empezar hace media hora.

—¿Entonces dónde demonios está?— Tristana caminaba en círculos completamente en paranoia detrás de ella. —Teemo la encontrará, no te preocupes— la chica de coletas trataba de tranquilizar a su amiga.

—Teemo no está aquí, tuvo que irse— mencionó triste. El tipo que estaban persiguiendo salió de los límites de Bandle, Teemo fue solo para que Tristana se pudiese quedar en la ciudad para la fiesta, ya que ella ama las fiestas. Poppy ya no sabía que decirle a su amiga para que se calmara.

De repente apareció la chica de retorcida vestimenta que tanto buscaban junto con Pix. Tristana se acercó a ella mostrando toda su furia, y la tomó de ambos hombros.

—¡Lulu! ¿Dónde estabas?— exclamó.

—Estaba jugando con...— trató de explicar.

—No me importa, ahora sal con el alcalde cuando te diga— la interrumpió. Poppy observaba la escena algo aborrecida.

—Ya está...— susurró la rubia hacia afuera, la música paró y se escuchó un chirrido molesto, seguido unos pasos.

—¡Bienvenidos sean todos a este gran festival!— era la voz del alcalde en los altavoces, varios aplaudieron y algunos niños gritaron de emoción.

Mientras tanto, alguien se escondía al fondo del escenario, observando todo desde que llegó con la hechicera.

—Quiero presentarles a nuestra compatriota que hizo que todo esto fuera posible, llegada de Jonia ¡aquí está Lulu!— Tristana aventó a la hechicera hacia afuera de las cortinas. Ella se mareó y se sostuvo de su cetro, miró al público expectante y saludó emocionada, después Pix se integró a su saludo.

—Espero poder jugar y llevarme bien  con todos ustedes— decía muy emocionada.

—¡Es la rara!— señaló uno.

—¡No puede ser! ¡Es esa Bruja!— exclamó uno.

—Yo no...— trató de defenderse.

—¿Es ella? Vámonos niños— la señaló otra.

—¡Alguien agárrela!— mandó otro, muchos tomaron cosas que habían cerca, como piedras o comida, para lanzárselas.

—¿Qué pasa? ¡Hey!— el alcalde no sabía cómo contener a su gente, nadie le hacía caso. —¡Guardias!—

—¡Nunca pertenecerá aquí!— gritaron algunos.

—¡Es malvada! ¡Es amiga de Veigar!— dictó uno.

—¿Dónde está el capitán Teemo cuando se necesita?— cuestionaba uno.

—Eh yo... Auch...— Lulu había soltado su cetro, cubría a Pix en su pecho con ambas manos.

Vamos pequeña, salgamos de aquí, usa tu magia— le tintineaba Pix  angustiada.

—Prometí a Tristana no usarla fuera de la Grieta o si hay mucha gente— respondió sollozando.

Lulu...

Has algo antes de que se disperse la gente...

¡Vamos tonto!

¡Enano estúpido! ¡Tu plan!

Abrazando A Mi Luz Oscura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora