14. Una Sonrisa Sincera

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Dos días pasaron, Lulu terminaba de zurcir su traje nuevo, era como el anterior pero de tela lisa. Después de pincharse mucho los dedos con su túnica siguió con el sombrero.

-¿Crees que sea bueno ir ahí Pix?-
La hada pensó.

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-¿Sabes que es un campeón Lulu?- ambas yordles estaban situadas enfrente de un aparador.

-¿Alguien que gana mucho?- cuestionaba la ojiverde con su dedo índice en el labio inferior.

-Me refiero a... Bueno ya, al grano.- la hechicera se extrañó por la actitud que estaba tomando.

-¿Te gustaría luchar con y contra otros guerreros en los campos de Justicia?- la pequeña respingó.
-Son batallas pacíficas entre campeones de League of Legends Teemo y yo llevamos un rato ahí, nos sirve para practicar. Hay más que como tú usan magia y son muy poderosos, no creo que no te acepten. Eso si, alguien te controla, muchos dicen que son gente de otra dimensión.- Le susurraba al oído. - Para otros son otros campeones de aquí. Es divertido, así conocerás más gente, además también ganas dinero para tu ciudad y tus cosas, por eso puedo tomarme libertades en gastos. También tendrías estatus y podrías ser un héroe ahí, y todo por tener un don, ser tú. -

-Lo pensaré... Primero terminemos con esto.- Tristana convenció a Lulu pero ella le respondería más tarde.
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-Si tú quieres, yo te acompañaré.- Tintineó Pix, puso su manitas en el antemano de la yordle. -Haz lo que creas correcto, además así no te harán daño como la vez en que jugamos a las escondidas.-

-No entiendo por qué nos tienen miedo.- los recuerdos recientes le dieron de lleno y conocer que alguien similar a ella le pasa lo mismo no era esperanzador.

-Pero Tristana, Teemo y yo no lo hacemos. Vayamos a caminar un rato en lo que viene ella. - trataba de sacarla de sus pensamientos.

-Ya casi termino.- pasaron unos minutos, sacaba su lengua como si se esforzara al máximo.

-Espera... ¡Listo!- Sin embargo, notó que Pix se quedó dormida, la idea de salir a tomar aire fresco era delicioso.

Se vistió, le dejó una nota a la hada y tomó sus llaves, salió y caminó hacia un parque que la artillera le había enseñado, hoy estaba nublado por lo tanto no había niños jugando o tal vez era por la presencia de alguien.

Se dirigió a un banco cercano a un árbol y entonces lo vió, al yordle que estaba buscando todos estos días.

-¡Oi!- la pequeña trató de llamar su atención, estaba cabizbajo.

-Hola Veigar.- saludaba alegre.

El mago alzó su cabeza y la miró, la yordle notó que él había estado llorando, su sonrisa se desvaneció.

-¿¡Qué quieres?! ¡Vete! ¿Qué esperas? ¿A que te mate? Sé que soy un monstruo, no me lo repitas. ¡Vete!- gritaba tratando de alejarse y mostrar frialdad.

-¡Hey! No he dicho nada. Para mi no lo eres. - estaba cruzada de brazos en frente de él. -¿Puedo sentarme?-

-Haz lo que quieras.- Respondió de mala gana.

Lulu estaba algo aburrida y se puso a pensar un poco, tal vez también se sentía triste por como lo trataban los demás, y más por lo que dijo antes.

-Si las gotas de lluvia fueran de caramelo me encantaría estar ahí.
Abriendo la boca para saborear.
Ah ah ah ah ah ah ah ah ah ah!-

Que extraña...

-¡¿Qué diablos haces?!-

-Canto una canción para ver si llueve.-

-Eso es ridículo.- El mago se incorporó.

-Cuando estoy triste canto una canción para olvidarme de mis problemas.-

-¿Qué problemas tendría una yordle como tú?- el mago estaba muy molesto. La hechicera dudaba en responder.

-Regreso a la ciudad y mi familia y amigos, si es que tuve, ya están muertos.- Veigar la volteó a ver seriamente. -Y lo peor de todo es que no los recuerdo mucho, poseo pocas memorias de cuando estuve aquí y es que a todo el mundo le doy miedo por usar magia.- alegre explicaba.

-...-

Lulu se acercó al rostro del mago al punto que rozaron sus narices,  notó un brillo en sus ojos.

-¿Por qué estabas llorando?-

-Que te importa.- apartó la vista.

-Es en serio. No te diré nada que no sea cierto. Si quieres me voy.- sentenció inflando sus cachetitos.

-...- al no obtener respuesta, Lulu se quedó allí.

-¿Puedo ser tu amiga?-

-¿Sigues con eso?-

-Primero responde.-

-No te respond...-El rostro de Lulu mostraba desconsuelo y sus orejas menguaron. - ¿Por qué me insistes? No soy algo a lo que quisieras tener cerca. Soy malvado. ¿Sabes?-

-Eso lo pude notar, pero no has sido precisamente así conmigo.-

El mago con su cetro le dió un sape provocando que respingara, después la yordle se sobó en esa zona.

Eso fue gracioso.

-Eso dolió.- decía algo desanimada. Pero para él desde hace mucho tiempo sintió ternura. Simplemente la seguía viendo con atención.

-¿Entonces si?-

-¿Si qué?-

-Veigar... - la pequeña arrastraba la voz molesta y nuevamente infló sus mejillas. Al yordle le gustaba que ella le rogara.

Lulu entonces se acordó del festival.

-Hey! Bueno... ¿Ti-tienes planes pa-para este Viernes?- ella estaba tartamudeando, por alguna razón se puso nerviosa. Veigar solo la veía.

-Es que harán un festival en nombre de mi regreso y pues...-

-No.-

Sintió una presión en su pecho, no entendía por qué él era así, solo quería acercarse, nadie puede ser malo de nacimiento y pronto lo averiguaría.

-Está bien, nos vemos Veigar.- Le dió un beso en la mejilla, algo que lo tomó desprevenido.

La pequeña se fue dando saltitos y siguió cantando. Por su parte, Veigar estaba sonrojado, en un segundo cayó en cuenta en que esa niñata había violado su espacio privado dos veces en menos de 2 minutos.

¡Y lo peor es que sólo sé su nombre!

-¡Grrr!- estaba realmente molesto, apretó sus puños viendo hacia el cielo el cuál empezó a despejarse.

Pero... ¿Por qué lo permití?

Desde el principio la había encontrado atractiva, algo que no le gustaba, desde que no era bueno pensar así siendo un "ícono del mal" , hasta pensar en que ella se veía casi como una niña.

-Bah- apoyó su cabeza hacia atrás

Le inquietaba hablar con alguien, y más si se trataba de ella, no es como que fuese bueno hablando, le gusta el silencio, pero esa yordle era desquiciante.

¿Por qué no la ataqué?

No lo tenía claro.

Tal vez fue porque desde hace mucho tiempo nadie lo veía con una sonrisa sincera.

Abrazando A Mi Luz Oscura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora