33. No Voy A Aceptar Un "No"

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—Es aquí— se detuvieron en frente de una puerta, la cual tenía escrito en un cartel "sala de mala conducta", se oía gente hablando del otro lado. Más al fondo había una banca. —Ven, sentemonos, aquí lo esperaremos ¿Vale?— sugería la chica. Ella no paraba de mirar para todos lados.

—¿Hay fantasmas?— preguntó entre susurros la yordle. Pix se asustó al escuchar la palabra fantasmas.

—No ¿Por qué?— cuestionó la muchacha. —¿Entonces de qué te escondes?— preguntó bajito.

—De mi hermano...— contestó triste. —¿Tu hermano te pega?— la pequeña interrogó ladeando la cabeza.

—Emmm... No! Solamente no quiero que me vea...— respondió triste. — ¿Están jugando a las escondidas?— preguntó Lulu, Pix le dió un sape a la pequeña, la hechicera entendió que no debía de hacer más preguntas.

—No... Es que yo... Yo no debería de estar aquí... Es... Complicado— habló pausadamente. —¿Cómo te llamas?— preguntó finalmente la yordle. —Emm... Yo...— por alguna razón dudó en contestar. —Me llamo Lux ¿y tú pequeña? No te había visto por aquí— la chica le tocó la nariz con el dedo índice.

—Je je... Soy Lulu. Encantada de conocerte— la pequeña bajó del asiento y reverenció, el ser mágico también la siguió. —Y ella es Pix, mi mejor amiga— señaló a la hada. La rubia la veía fascinada. —¿Te gustaría ser mi amiga?— Lulu estaba muy alegre, estaba conociendo más gente.

La chica lo pensó dos veces, miró como la pequeña daba saltitos, se enterneció más y le contestó. —Claro.

—¡Si!— la chiquilla gritó de emoción.

—Esperamos la mejora de sus actitudes caballeros, bonita tarde— la puerta de aquella sala se abrió repentinamente, seguido salieron Varus y Jarvan lV.

—¡Varus!— la pequeña fue corriendo hacia el chico, inmediatamente ella lo abrazó de una pierna. —¿Te castigaron? ¿Estás bien? — el chico la miró sorprendido, después de ignorarla un buen rato y hablarle fríamente, lo esperó para saber qué pasó. El príncipe le dedicó una mirada molesta al dúo, la chica salió corriendo al reconocer a Jarvan lV.

—Nos vemos mañana— el arquero dijo en despedida al otro hombre, ambos tomaron caminos opuestos. La yordle miró hacia atrás, la chica ya no estaba, no pudo agradecerle por llevarla ahí. —¿Lux?— la pequeña empezó a merodear por el pasillo, sin embargo, los únicos que estaban ahí eran ella, Pix y el arquero.

—¿Por qué veniste a buscarme?— preguntó el muchacho. —Porque eres mi amigo— respondió Lulu con una gran sonrisa en su rostro. Varus empezó a caminar, la ojiverde lo siguió. —¿Quieres ir a la cafetería? ¡Quiero probar los postres que hay!— exclamó emocionada, tomó la mano del chico y lo jalaba por donde Lux la había llevado. —No creo que...

—No voy a aceptar un "no" — interrumpió Lulu.

—Entonces...— el chico ahora sujetó la mano de la yordle. —Vamos— mandó con una voz cálida, lo que hizo que Lulu se sonrojara y alzara sus orejitas, Pix rió ante su reacción.

~×~

—Sáquenlo— mandó el capitán Teemo, inmediatamente sus yordles le obedecieron y sacaron la cabeza del yordle noxiano del agua. La tos por falta de aire era música para los oídos del tejón.

—¿Qué pasa? Apenas vamos comenzando— cuestionaba el explorador veloz con normalidad.

—Está bien...— Teemo reía en su mente, que fácil había sido doblegarlo. —Trabajo para Veigar.

—Metanlo de nuevo— y nuevamente sus hombres obedecieron. ¿Por qué culpaba a Veigar? ¿Acaso era una venganza contra su escape de Noxus? ¿Ellos sabían que siempre buscaban algo para encerrar a Veigar tras las rejas? Héroes y Villanos cuando entran a League of Legends, reciben protección a cambio de un camino de redención por parte de los Villanos y prestar sus servicios al mundo para ambos bandos. Por este motivo, el mundo era un caos.

Tampoco podía creer tal acusación. Si en realidad Veigar secuestraba a los niños ¿A quién se los llevaría? Sus fines no iban para ese tipo de acciones. Además de que su armada lo tenía vigilado y no ha tenido actividad sospechosa, exceptuando un encuentro con Lulu.

—Saquenlo— se escuchó como el interrogado tomó una gran bocanada de aire y volvía a ahogarse con su tos.

—¿No tienes a alguien mejor para culpar?— preguntó incrédulo.

—¡Es la verdad tejón de mierda!

—Al agua— otra vez le bajaron la cara a la cubeta. El yordle pataleaba, movía sus brazos desesperado por aire fresco.

—Arriba— el yordle escupió agua y empezó a toser frenéticamente.

—Bien, tú lo quisiste— Teemo sacó de su bolsillo un pequeño frasco de color ámbar, lo abrió y dejó caer unas gotas al cubo lleno de agua. El líquido verde se expandió hasta disolverse. La respiración del interrogado empezó a calmarse, al capitán Teemo le encantaba que sus víctimas se calmaran, y para volver a hacerlos sufrir.

El explorador chasqueó y sus yordles volvieron a torturar al sujeto. Pero ¿Qué pasaba? El yordle se movía más que antes. Teemo volvió a chasquear y lo sacaron del agua.

—¿¡Qué rayos era eso?!— exclamó el pobre yordle después de cobrar aire. Su pelaje empezó a deshacerse y la piel sufría graves quemaduras.

—Sólo un regalito ¿Vas a hablar?— cuestionó Teemo algo calmado.

—¡Ya les dije lo que sé! ¡Maldita sea!  ¡Eso es lo que me dijeron!— en la mirada del acusado se veía desesperación y honestidad. —Aún así pierdes tu tiempo explorador... ¡Mientras tú estás aquí ellos ya usaron a esos mocosos!— eso tocó en las fibras sensibles de Teemo.

¡Claro! ¡Estaba haciendo tiempo! Pero... ¿Para qué?

—Suéltenlo— mandó Teemo con firmeza, el sujeto cayó en el piso e instantáneamente empezó a carcajada como si no le importace nada. Era obvio, el sujeto ya no servía y Noxus no lo reclamará, es un simple peón.

Teemo sujeto la cabeza del sujeto y lo metió nuevamente en la cubeta, pero era más fuerza que el de aquellos soldados anteriores, el tipo no dejaba de patalear y de intentar soltarse. Poco a poco sus movimientos se hicieron más erráticos y débiles, al dejar de moverse Teemo lo soltó.

—Limpien esto, necesito más información.

El explorador abandonó la sala, dejando a dos soldados nuevos perturbados. Ese día confirmaron que el héroe de Bandle tiene dos caras, no le creían a los veteranos y ahora cargan un cuerpo inerte.


Abrazando A Mi Luz Oscura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora