Abrazando A Mi Luz Oscura

31. No Me Hables

Todos los días era una lata para Veigar, el escuchar las voces en el silencio le hacía sentir acompañado o a veces más solo que de costumbre. A la vista de Veigar todo era blanco o negro, o más bien todo a escala de grises, todos los días era la misma mierda de siempre, hasta que llegó ella con esos ojos verdes, ese cabello violeta y extraña túnica color rojo.

¿Qué rayos pasaba con él?

Necesitaba una respuesta que saciara su sed de impotencia ante estas situaciones.

Lo único que podía hacer en estos momentos era pasar del tema.

Abrió los ojos, estaba en su cama, por alguna razón le dolía todo el cuerpo, se reincorporó con mucha lentitud. Salió de su cama directo al baño, ni se molestó ir descalzo; miraba el reflejo del espejo, un yordle de pelaje negro con muchas cicatrices en el pecho usando solamente unos boxers, una de sus orejas estaba hasta la mitad; más abajo, uno de sus ojos tenía una cicatriz inclinada hacia la izquierda.

Cada día te vez más patético

¡Deberías de empezar a trabajar!

No importa cuanto te veas, siempre verás la misma mierda.

-Hmp- entró a la bañera y abrió las llaves del agua.

Siempre tienes la manía de bañarte con agua fría

¿Por qué no con agua caliente? Puedes hacerlo

No molesten

Sólo desperdicia oportunidades

Tomó un baño tratando de ignorar a las voces chillonas que se asemejaban a su voz.

¿Qué haremos hoy?

¡¿Al fin dejarás de leer?!

Apúrate mequetrefe, te llamaron en la academia para esta semana

¡Oh no! ¡Otra semana aplazada!

-Tsk- se terminó de cambiar, siempre dejaba un cambio de ropa en el baño para poder el día siguiente cambiarse.

-Me dijeron que probarán runas, me llamaran una partida tras otra.

¿Entonces te quedarás allá?

-No me gusta porque estarán casi todos esos estúpidos.

Siempre es la misma porquería

¿Por qué no dejas la liga?

¡Siempre estás atado a ese lugar!

-Necesito aliados, no puedo hacer esto solo, también oro y recursos. Además he aprendido más hechizos y he mejorado físicamente. Aguanto más peleas, y no importa que tan largas, ya habíamos discutido sobre esto- mencionó cansado.

Inventa una excusa mejor

Sólo eres débil

Siempre buscarás compañía y allá lo harás porque está lleno de petes como tú

-¡Ya cállense! ¡Estúpidas voces!

Agitó su cabeza para poder pensar mejor, tomó su cetro, el cual estaba a lado de su cama y empezó a andar por su casa hasta llegar a la gran sala. Miró la hora, el reloj indicaba las 10:00 a.m. Su primera partida sería en media hora, abrió un portal que le llevaba a un jardin, lo cruzó y se cerró el portal.