La rivalida de Marcos y David crecía cada día más y aunque intentaba parecer indiferente, no podía estarlo principalmente porque ellos no me dejaban. David no había vuelto a mencionar el beso que me dió ni la oportunidad que me pidió, Marcos sin embargo si se dispuso a hablar conmigo en cuanto me vió un poco recuperda.
-Isabel, quiero hablar contigo -comenzó de pronto con una seriedad poco común en él-, sé que cometí un error, sé que te hice daño, sé que debí haber estado contigo cuando me necesitaste. También sé que no merezco que me perdones, aún así quiero que sepas que estoy arrepentido de haberme ido, en ese momento creí que era lo mejor para nosotros, creí que si me quedaba el miedo que estaba sintiendo nos iba a separar, lo más seguro es que yo comenzara a tener miedo de solo verte así que te hubiera evitado lo más que pudiera, me volvería sombrío e inseguro y eso sería un problema a la larga. Sé que solo son excusas pero quería explicarme...
Él no me dejó responder y se fué luego de esa explicación, yo tampoco sabía que responder a eso. Marcos decidió volver a casa de nuestros padres pero su padre no le permitió entrar en la casa asi que se fué a un hotel cercano, era difícil para mí verlo en esa situación y cada día tenía que luchar contra el deseo de decirle que se quedara en el departamento, después de todo era de él. Pero sabía que si lo tenía cerca no sabría lo que pasaría, verlo nuevamente había hecho que mi corazón quisiera salir de mi pecho nuevamente cosa que no debía permitir.
Sin embargo estoy sola en un salón de la universidad pensando en Marcos y recordándolo todo. Suena la puerta y el sonido hace que me gire para ver quién llegó a interrumpir mis pensamientos, es Carla quien ya comenzó la universidad y con quién hablo cada vez que puedo. Parece enfadada y va con una chica de mi clase de estudios sociales quien parece estar a punto de devolver su almuerzo y desayuno juntos.
Miranda es su nombre según recuerdo, está totalmente nerviosa y mira en todas direcciones como si quisiera escapar pero Carla no la deja. La empuja un poco hacía adelante diciendo: "dile lo que te escuché decir".
-Te dije que no estaba segura -dice Miranda al borde de un colapso.
-Aún así se lo dirás -insiste Carla dejándome cada vez más perdida acerca de lo que estaba sucediendo.
- ¿Se puede saber qué sucede? -digo entre curiosa y molesta.
-Pues verás -dice Miranda retorciéndose las manos nerviosa-, lo que sucede es que el proyecto de sociales se me hizo muy raro -(¿a tí no?) - y me puse a buscar en internet... Resulta que es un experimento que crearon para que dos personas se enamoren. Y eso me hizo pensar que quizás el profesor nos haya usado como conejillos de indias.
- ¿Qué? -fué lo que pude responder en medio de la furia, ¿qué se creía ese imbécil? Y aún más importante, ¿lo que sucedía con David era producto de un experimento? ¿Tendría alguna vez un momento de tranquilidad y normalidad en mi vida?
Aunque si lo pensaba bien tenía sentido que las personas que hicieran eso acabaran sintiendo algo el uno por el otro, eso era inevitable porque forjabas una especie de vinculo con la otra persona.
La ira le dió paso a la tristeza, quizás lo que David sentía por mí no era real sino producto de un juego de un profesor totalmente loco, Miranda se fué dejándome sola con Carla.
-Si yo fuera tú mataría a ese profesor -dijo totalmente molesta, como siempre ocurría con nosotras reaccionabamos a lo que le pasaba a la otra como si nos pasara a nosotras mismas.
-No exageres -digo intentando calmarla-, solo es un imbécil y ya. Le reclamaré delante de toda la clase para ver como se defiende.
Y así lo hice, en cuanto tuve clases con él lo confronté delante de todos, pero el muy cínico ni se inmutó, solo soltó una sonora carcajada delante de todo el salón quienes lo miraban impresionados.
-Bueno, ya me descubrieron -aceptó cuando terminó de reír-. Es cierto, leí el experimento en internet y yo quise ir un poco más allá, ver si a partir de ese experimento podía crear de hecho amor de verdad, que incluso llegaran a casarse...
-Lo acusaremos con el rector -lo amenazó una chica a mi lado pero el profesor solo continuó riendo.
-No soy un profesor de ésta universidad, verán pude hacer que me asignaran ésta clase por medio de mentiras y engaños, de verdad quería llevar a cabo el experimento que diseñé.
Volvió a reír pero la puerta se abrió revelando al rector y a un hombre de seguridad quienes se llevaron al falso profesor a la policía pues Miranda decidió contarle al rector lo que había descubierto, es increíble como podemos estar tan vulnerables en cualquier sitio, un loco siempre podrá colarse en tu vida sea como sea.
Salimos de clases luego de nuestro asombro, David se acercó a mi a penas tuvo la oportunidad.
-No importa si fué la obra de un hombre desequilibrado -dijo en cuanto llegó a mí dejándome anonadada por unos segundos-, yo sé lo que siento por tí y es amor de verdad.
-Yo no lo creo, por lo que sé fué solo un experimento pensado para que sientas algo muy fuerte por la otra persona -respondí con sin estár segura de la razón-. Es natural que creas que es amor.
Me fuí dándole la espalda a David sintiéndome un poco triste por lo que había sucedido, mientras avanzaba varias parejas en mi salon de sociales lloraban juntas, preguntándose seguramente si lo que sentían era producto del engaño de un profesor totalmente loco o de verdad era amor. Yo me sentí realmente mal por todo, por ellos y por mí, se sentía mal que jugaran con tus sentimientos de esa manera tan extraña.
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Fin del capítulo! Espero lo hayan disfrutado! No olviden comentar y votar!
También los invito a pasarse por mis otras historias. Besos!!
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¿Embarazada de mi hermano? (Editando)
Teen FictionTuve que leer la carta de Marcos unas quince veces antes de comprenderla, ¿se fue? Me dejó... Corrección, nos dejó solos... ¿no entiende que lo necesito? ¿Que los bebés lo necesitan? Volver a la universidad embarazada, sola y sin tener idea de lo qu...