No sé qué hacer, ni siquiera puedo respirar. Marcos esta aquí frente a mi con cara de tener todas las ganas de matar a David porque acaba de besarme. Piensa Isabel, haz algo. Pero, ¿qué?
Mi mente queda en blanco solo puedo verlos ahí a punto de golpearse, la respiracion me falta y comienzo a hipeventilar buscando aire con desesperación. Comienza a ser muy evidente que algo me sucede. Marcos es el primero en salir de su furia y voltea a verme asustado.
— ¿Estás bien, preciosa?—dice soltando a David y corriendo hacia a mí. David reacciona en seguida y también va en mi dirección.
—Lo siento, cariño—dice preocupado—. Debes descansar, el doctor te mando reposo absoluto.
—Lo sé—respondo temblando, me asusta mirar a Marcos y no puedo controlar mi cuerpo—, es mejor que duerma.
Abro la puerta y ambos chicos entran tras de mí, desearia que ambos se fueran, lo que menos necesito es drama en estos momentos. Pero creo que drama es exactamente lo que tendré.
— ¿El medico te mando reposo?—dice Marcos asustado— ¿Algo va mal?
— ¿Por qué? —respondo cortante, me molesta verlo, me molesta lo que me esta haciendo sentir su sola presencia— ¿Volverás a huir si te digo que las cosas van mal?
Quiero lastimarlo, quiero que sufra, y si mis palabras pueden causarle aunque sea un poco de dolor me daré por satisfecha. Marcos me mira con dolor pero no responde, baja la mirada y parece encogerse un poco ante mí.
—De verdad lo siento, cerebrito—dice en voz muy baja, como si se avergonara de estar frente a mí—. Pensé que necesitaba tiempo para vencer mis temores, pero me dí cuenta que no es asi. Siempre tendré miedo de perderte, pero quiero estar a tu lado todo el tiempo que dios me lo permita... Aunque... Creo que esa oportunidad se acabo...
No sé qué decirle, quiero que se vaya, pero una gran parte de mí quiere correr a su lado y besarlo, pero sé que no es lo correcto, él me lastimó. Me abandono sin importarle nada. David me observa frunciendo el ceño y cruzando los brazos sobre su pecho. La situacion solo logra estresarme, no quiero tener ésta conversación justo ahora, han pasado demasiadas cosas para un solo día.
—Quisiera estar sola, por favor—digo cansada.
—Lo siento—dice David muy serio—,el doctor dijo que no puedes estar sola.
Frunzo el ceño molesta, pero sé que tiene razón, no quiero que ninguno se quede pero los conozco y sé que será imposible, ninguno querrá irse lo que queda de noche. Termino de abrir la puerta y entro al apartamento seguida de Marcos y David, ¿qué debería decir? ¿qué debería hacer? tengo la mente en blanco. Volteo a verlos y ambos echan chispas por los ojos, se miran sin siquiera parpadear. De verdad no necesito esta porquería.
—Voy a dormir —digo sin mirarlos, mi tono cortante los hace voltear a verme—, debo descansar. Buenas noches.
—Isabel, yo...—comienza Marcos con decision.
—No quiero hablar—le digo cortante sin darle la oportunidad de hablar, no quiero escucharlo—, quiero dormir. Hablaremos mañana.
La expresión en el rostro de Marcos era de tristeza y vergüenza total, me duele verlo así y me avergüenza aún más sentirme de ésta forma, debería odiarlo, pero es como si no pudiera a pesar de todo.
Caminé hacía la puerta y añadí con la mano en el pomo de la puerta:
—Intente no matarse por favor. —mi voz tan llena de sarcasmo y frialdad los sorprendió a ambos. Puedo notarlo en sus expresiones. Termino de entrar en la habitación y cierro la puerta trás de mí.
Apoyo mi espalda a la puerta esperando no caerme por la impresión. Mis manos tiemblan al igual que mis piernas. Todo por el simple hecho de volverlo a ver...
Él prometió que volvería, pero yo esperaba que no lo hiciera, que tampoco cumpliera esa promesa, pero lo hizo, volvió luego de tanto tiempo.
Las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas, intento tranquilizarme pero no puedo. Quiero acostarme en la cama pero las piernas no me responden y tengo miedo de caer y empeorar mi situación.
Lloro de rabia, y dolor, pero también siento un extraño alivio, él volvió y no puedo evitar sentirme feliz por eso, lo extrañé demasiado y no puedo negarmelo a mí misma. Cuando por fin logro avanzar hacia la cama mis pasos son lentos e inestables.
Logro acostarme y aunque lo intento no puedo mantener los ojos cerrados, mi mente está intranquila y sé que no podré dormir ésta noche. Acaricio mi abultado estómago casi de manera inconsciente, debo concentrarme en mis bebés en estar tranquila para que ellos estén bien.
Mientras me concentro en un punto fijo en el techo intentando no pensar un extraño golpe me sorprende, es un golpe que viene desde adentro de mi estómago y me sorprendo de sentir a los bebés por primera vez, no se habían movido antes y me parece algo fuera de éste mundo. La confirmación de que dentro de mí hay dos pequeñas personitas, que están vivos y de mueven.
Es totalmente maravilloso un sentimiento indescriptible, olvido totalmente a Marcos y David, ¿qué importancia tiene si se golpean hasta quedar inconcientes? Mis bebés están aquí conmigo, pronto podré abrazarlos y besarlos.
Muchas veces olvido que pronto seré madre y éste pequeño golpe me hizo recordar que es un hecho que pronto pasará. Me emociona y me asusta, pero ya quiero tenerlos conmigo. Los bebés se mueven cada vez más y me pregunto si tal vez lo hacen por sentir la presencia de su padre...
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¿Embarazada de mi hermano? (Editando)
Teen FictionTuve que leer la carta de Marcos unas quince veces antes de comprenderla, ¿se fue? Me dejó... Corrección, nos dejó solos... ¿no entiende que lo necesito? ¿Que los bebés lo necesitan? Volver a la universidad embarazada, sola y sin tener idea de lo qu...