Cita con el obstetra

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Dedicado a Anto0017 gracias por leer!!

Marcos me toma con suavidad por los hombros y sigue mirándome con aprensión, yo sigo sin responderle si algo sucedió y eso lo preocupa. Antes no podía responder debido a mis propios pensamientos, pero ahora lo que no me deja responder es el hecho de tenerlo tan cerca. Los ojos de Marcos siempre han sido hermosos.

— ¿Podrías responderme, Isabel? —dice comenzando a impacientarse.

—No... No pasó nada, Marcos —digo intentando apartar mi vista de él—. Solo hablé con él, nada más.

Marcos me suelta un poco más tranquilo, me observa callado como si temiera que si dijera algo más lo echaría del cuarto en segundos.

—Creo que deberías ir a tu cuarto —digo un poco nerviosa, la verdad no quiero seguir teniéndolo tan cerca de mí.

—De acuerdo —dice alejándose de mí a regañadientes—. Iré a recoger la mesa. —y una vez en la puerta añadió— debo advertirte que cada vez puedo controlarme menos, un día de estos olvidaré que no quieres nada conmigo y te besaré, y no es por sonar creído pero... Sé que no me apartaras cuando lo haga.

Marcos sale de la habitación cerrando la puerta trás él, es un idiota siempre lo ha sido, y lo peor de todo es que lo más probable es que tenga razón... Si él me besa, ¿qué haré yo? No quiero pensar en que también lo besaría y quedaría totalmente derretida en sus brazos, pero objetivamente hablando es lo más probable.

Decido guardar las distancias con Marcos, no hablar con él más de lo necesario, no estar cerca de él más de lo necesario es lo mejor que puedo hacer.

—Mañana es la cita con el ostetra —dice Marcos unos días después—, aún me dejarás ir, ¿verdad?

—Claro, ¿por qué no lo haría?

—Porque éstas muy rara últimamente, más de lo normal.

Volteé a verlo con mala cara para después seguir haciendo la comida sin decir ni una palabra, Marcos siempre tiene ese tipo de comentarios conmigo, no porque no le interese mis sentimientos sino porque adora verme enojada.

— ¿Qué se supone que cocinas? —pregunta Marcos al observar más de cerca mi trabajo.

— Pescado frito y albondigas en salsa —respondo como si fuera una comida normal, no ed hasta que lo digo que frunzo el ceño extrañada— ¿Qué se supone que estoy haciendo? Me provocó comerlo perp ahora me parece extraño.

—No limites tus antojos por muy raros que sean —dice Marcos con seriedad—, lo comeré también.

Ambos compartimos mi extraña comida la cual no resultó ser lo que esperaba, extrañamente esperaba otro sabor, no le presto atención y me voy a dormir sin hablarle a Marcos. Esforzarme por alejarme de él hace que extrañamente piense más en él.

Al día siguiente me preparo para mi cita con el obstetra, es la primera vez que Marcos me acompaña y me siento extrañamente ansiosa y nerviosa, salgo de la habitación respirando profundamente y ahí esta él tiene el desayuno preparado y me espera con una sonrisa, siempre es encantador cuando quiere.

—Estoy emocionado —dice Marcos cuando me senté a la mesa y me dispuse a comer—, sé que me perdí de muchas cosas por haber huído, lamento eso... Pero ahora espero no perderme de nada más.

Comienzo a comer en silencio, la verdad es que tenía mucha hambre pero hasta ahora no lo había notado y me concentro en comer,Marcos también come en silencio sonriendo alegremente parece un niño pequeño y no puedo evitar sonreír junto con él.

—Gracias por dejarme ir contigo —dice Marcos de pronto—, sé que no lo merezco.

—Al menos lo sabes —respondo sarcástica pero extrañamente él sigue sonriendo.

—Nunca lo olvidaré, te debo una.

—Puedes comprarme un chocolate tamaño gigante si quieres pagarme —respondo restándole importancia mientras agarro un vaso de agua y me lo llevo a la boca.

—Lo tendrás, sabes que puedes pedirme cualquier cosa —responde Marcos sonriendo coquetamente, seguramente así derrite a las mujeres en su trabajo de camarero. Desvio la mirada y termino de comer en silencio.

******************

Esperamos en el consultorio a que el médico llegue mientras Marcos dá vueltas al rededor del consultorio totalmente ansioso, desearía que se estuviera quieto.

—Buenos días a mi paciente favorita —dice el médico alegremente mientras entra al consultorio, rápidamente nota la presencia de Marcos y frunce el ceño— ¿Y él es...?

—Es el padre de los gemelos, doctor —respondo rápidamente.

— ¿En serio? —dice el doctor mirándome sorprendido—, juraría que eras madre soltera, ¿por qué no había venido hasta ahora?

—Estuvo fuera por trabajo, pero ya volvió —digo sonriendo incómoda, no sé por qué mentí por Marcos pero creo que lo mejor es no entrar en detalles con un extraño, aunque sea mi doctor.

—De acuerdo —dice el doctor asintiendo—, veamos a esos bebés, ya debería verse su sexo.

El doctor comenzó el eco normalmente y al cabo de unos segundos ya sabía el sexo de los bebés, me sentí contenta al saber pero Marcos estaba extasiado, tenía las mejillas sonrojadas y los ojos le brillaban de la emoción me miró a los ojos con un amor que iba más allá de las palabras, más allá de todo.

—Te amo —susurró con lágrimas en los ojos.

“Te amo” quise responderle pero me lo callé, eran palabras que no podía decirle, no a él. En cambio solo lo miré en silencio, la emoción por ver a los bebés era muy tierna y pensé que nunca la vería después de que se fué.

—Vamos a comprarte ese chocolate, y algo de ropa a los gemelos —dice Marcos en cuanto salimos del consultorio—, hay que pensar en el nombre que les pondremos.

—Aún no he pensado nombres —digo cayendo en cuenta que no tenía ni idea de como llamar a mis hijos.

—Lo bueno es que es uno de niño y otro de niña así que podrás ver todos los nombres antes de decidir.

Era cierto, ya que tendríamos un niño y una niña pronto con nosotros.

¿Embarazada de mi hermano? (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora