Todos nos sentamos sin saber qué decir ni qué hacer, solo esperamos sentados a tener noticias de Isabel. Los minutos pasan como si fueran horas, ya no logro entender cómo es que funciona el tiempo. Mis padres pasan a ver a los gemelos, pero no los dejan ver a Isabel y eso nos preocupa.
Sigo rezando porque este bien, y repitiéndome a mí mismo que todo va a estar bien. Al menos los bebés estan sanos y hasta ahora los doctores nos han dado los mejores pronósticos. Paso a verlos nuevamente, nunca me cansaré de verlos... El niño es idéntico a Isabel, y la niña tiene mucho de mí, sin embargo ella es mucho más hermosa. Me sorprendo al ver que soy padre, ellos necesitan de mí, ahora y por siempre... Solo espero estar a la altura... Sé que Isabel será la mejor madre del mundo.
Sin embargo mi corazón se oprime en mi pecho mientras el pensamiento de que quizás no despierte se cuela por mi mente. Un nudo se instala en mi garganta y trago saliva para que baje, pero es en vano. Decido concentrarme en los bebés para olvidar la preocupación que me invade al pensar en Isabel.
Ya he visto tanto a los bebés que al cerrar los ojos puedo verlos claramente, las doctoras me mandan a salir para hacerles chequeos de rutina y vuelvo a la sala de espera a esperar noticias de Isabel. Un doctor está hablando con mis padres y no puedo evitar ver que están preocupados. El miedo se instala en mi pecho mientras camino hacia ellos, cada paso es más difícil de dar que el anterior.
Comienzo a hiperventilar cuando por fin llego hasta ellos.
—Lo siento —dice el doctor y se aleja.
Y esas dos simples palabras, ese simple “lo siento” logra hacer que mi alma abandone mi cuerpo. Quedo paralizado a unos pocos pasos de mis padres, quienes lloran y se abrazan. Siento como el piso de abre bajo mis pies y caigo en caida libre. Isabel... Isabel está...
Llego hasta mis padres sintiendo mi cuerpo totalmente pesado, cuando mi padre me ve dice en un susurro bajo:
—Isabel no reacciona. —y es entonces cuando no sé cómo sentirme, está viva,pero no despierta— perdió demasiada sangre en la cesaria, y está rechazando las transfusiones, no saben qué pueda ocurrir...
Mi padre calla justo al momento en que su voz se quiebra. Isabel tiene la mala costumbre de estar en un hospital con demasiada frecuencia. Ya antes pasé por la angustia de pensar que quizá ya no despertaría. Me quedo sin habla intentando reprimir las lágrimas que demandan salir por la preocupación.
Carla llora con la cara enterrada en el pecho de Tony, puedo notar su miedo por Isabel, Carla siempre ha sido la mejor amiga de Isabel y sé que no quiere perderla al igual que yo.
Amanecemos todos en el hospital sin atrevernos a movernos por si hay noticias de Isabel, cuando una enfermera nos informa que podemos entrar salgo corriendo a su cuarto sin importarme nadie más. Isabel se vé dormida, respirando con tranquilidad como si nada estuviera pasando. Sin embargo se la vé pálida, ojeriza y con los labios partidos por la resequedad. Está más delgada y al tomar su mano puedo notar que está muy fría.
El miedo vuelve a mí an sentir su frío tacto, respiro profundamente mientras las lágrimas que luchaba por no soltar salen sin autorización alguna.
—Me prometiste despertar —digo con un tono de reproche que no puedo evitar—, más te vale despertar, cerebrito.
Ella sigue sin reaccionar y continúo respirando hondo para calmarme. Temo perderla... No puedo vivir sin ella... La necesito...
—Te amo, Isabel —le susurro mientras beso delicadamente su mejilla. Salgo de la habitación para que los demás pasen a verla.
Horas después llegan algunos compañeros de su universidad que no tengo ni idea de cómo se enteraron. Para aumentar mi estrés el tal David está entre los compañeros de clases. Él ni me mira, se va directamente hacia mis padres y pregunta por Isabel.
— ¿Puedo verla? —pide seriamente y lo que quiero es gritarle que se largue. Pero sé que no puedo hacerlo.
—Preguntemos a las enfermeras primero —dice Carlos nervioso ante mi mirada.
Tristemente las enfermeras lo dejaron entrar, pero yo no dejo las cosas así. Me voy trás él dispuesto a espiarlo, él entra a la habitación y toma la mano de Isabel sin darse cuenta de que estoy muy cerca escuchando cada palabra. La sangre hierve en mi interior al verlo tan cerca de ella y yo sin podt darle un puñetazo.
—Preciosa —la llama entre lágrimas—, aunque pienses aún en el engaño de nuestro proyecto, lo que yo siento por tí es muy fuerte. Quiero que sepas que no me iré de tu lado, te cuidaré hasta que te pongas mejor. No confío en las enfermeras, pueden tenerte celos por lo bella que eres.
Su voz se quiebra y comienza a llorar en silencio, al verlo de esa manera, queriendo quedarse con ella a pesar de todo me hace recordar que yo no lo hice... Yo huí como un cobarde... Quizás sea hora de hacer lo correcto y dejarla ser feliz con él...
Es una buena persona aunque no quiera admitirlo, y siempre va a estar para ella y los bebés al igual que yo... Aunque me duele admitirlo no merezco una segunda oportunidad, no merezco el amor de Isabel. En cambio David siempre ha estado ahi para ella, la ha cuidado y amado y no le ha hecho daño. Yo, apesar de que antes llegué a cuidarla y protegerla como el tesoro más preciado me ganaron mis miedos al final y por eso es mejor que me haga a un lado y dejarlos ser felices. Aunque eso me destroce por dentro... Duele... Pensar en que Isabel puede ser de otro, casarse con alguien que no sea yo...
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Fin del capitulo!! No había actualizado porque estaba leyendo historias de mi biblioteca y cuando leo me olvido de todo!! Jajajaja.. Pero ya termine de leer algunos y actualizaré más seguido.
Besos!!
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¿Embarazada de mi hermano? (Editando)
Teen FictionTuve que leer la carta de Marcos unas quince veces antes de comprenderla, ¿se fue? Me dejó... Corrección, nos dejó solos... ¿no entiende que lo necesito? ¿Que los bebés lo necesitan? Volver a la universidad embarazada, sola y sin tener idea de lo qu...