Cuatro.

2.7K 306 77
                                    

Espió por la puerta de la pequeña recepción al despacho de sus tíos y luego suspiró cuando escuchó las voces cerca, queriendo abrir la puerta.

Cuando esta lo fue, el pelinegro se encondió enseguida tras esta, sintiendo un cosquilleo en las palmas de sus manos, sonriendo como un desquiciado.

-...Me da gusto verte de nuevo, Ian. Y bienvenido!-

- Gracias tío Louis.

- Salúdame a Niall, por favor. Dile que no se puede perder la fiesta de dentro de una semana. De todas formas ya le mande la invitación con Josh.

- Por supuesto. Hasta luego y gracias.- Segundos después la puerta fue cerrada de nuevo y escucho los pasos del alfa caminar hasta la entrada donde él se escondía, deteniéndose silencioso.

- Quien anda ahí?- Preguntó inmediato. Bear se mordió el labio mirándose de arriba a abajo, asintiendo para sí y asomándose por aquella puerta, sonriendo travieso como si algo malo hubiera hecho y esperara como niño bueno un castigo. Uno de parte de Ian.

Que sensacional sería, Huh.

- Hola.- El alfa frunció el ceño repasando con sus ojos azulados a aquel beta más bajo que él, con la piel algo blanca y a la vez tostada, más bien dorada, los ojos mieles y el pelo negro. Sus labios curvados para él, de ese color carmín. Había pasado mucho desde que lo había visto, sin duda. Había crecido.

- Bear.- Le sonrió amable.- Como estás?- El beta asintió entusiasmado mientras caminaba dos pasos hacia él, notando su tranquilidad.

- Bien, bien. Gracias Ian. Me da tanto gusto verte de nuevo... Me alegra que te acuerdes de mí!- Sí alguien pudiera verle en ese momento...

Si Faris o Shiloh lo hicieran, seguro se burlarían de él hasta el resto de sus días, por suerte Lyra no le preocupaba, pues sabía de su lado delicado y como recaía en él de vez en cuando, cuando la tristeza de no haber sido omega se presentaba.

Un omega para Ian.

- Como no!, eres el hijo de mis tíos Liam y Zayn. Hace mucho que no les veía desde esa fiesta donde...

- Si, si. No la recordemos!- Rió nervioso.- Creí que te asuste y por eso jamás volviste hasta que tío Niall le dijo a papá Liam que te habías ido con el tío Josh a entrenar un par de meses. Me sorprende que ahora seas un letal hombre.

- Letal hombre, eh.- Ian rascó su nuca sonriendo vacilante al pequeño frente suyo. Le llevaba ocho años de diferencia y bien sabía que las miradas de sonrojadas mejillas que le estaba dando en ese momento no eran sanas. - Me alegra haberte visto, Bear. Pero me tengo que ir. Salúdame a mis tíos, si?- El alfa avanzó entonces despidiéndose con una mano, quedando estático cuando sintió un tirón en su parte baja. Uno donde cuando volteó, notó como el pelinegro le sostenía de la camisa, aún sonriendo a su persona, relamiendo sus labios.

- Enserio ya tienes que irte?, no podrías quedarte un rato más?, tal vez tomar un café...

- No creo que...

- Solo un café!, hace mucho que no nos vemos, Ian.- No quería confirmar una sospecha muy degradada. Le parecía imposible hasta el punto de que era alfa y jamás podría fijarse en un beta.

Pero conocía a Bear desde que este había nacido y antes de lo ocurrido en aquella fiesta hacía tres años, el chiquillo era como su hermano.

No negaría que extrañaba cuidarlo como antes, y la forma que enroscaba esa boca suya y fijaba sus ojos en ti para conseguir lo que quería acabó con él.

- De acuerdo.






Cerró los ojos de nuevo intentando esta vez sí podía caer en el sueño profundo, aún podía escuchar claramente cada tic tac del reloj.

Era tarde, muy tarde, y sabía de antemano, acerca de cada presencia habitada en su hogar.

Tenía buen olfato.

La razón por la que estaba despierto, una jugarreta de su omega.

Tocaron la puerta tensando su cuerpo, tomó aire poniéndose de pie, aún cargando su bata de seda bajo sus suaves prendas. La mejor pijama que tenía sin duda.

Abrió la puerta sabiendo de antemano de quién trataba la aparente visita.

- No es muy tarde para que te halles despierta?- Preguntó directo.

- Lo mismo digo. Las dos de la mañana rondan y tu pareces bien activo.

- Insomnio.

- Ah, claro.- Lyra relamió sus labios y sonrío.- Mira que soy mujer pero te vistes mejor que yo, hermano. Esa bata se te ve preciosa. Acaso esperabas algo o a alguien?- Shiloh apretó los labios ladeando el rostro.

- A donde quieres llegar?

- Creo que habrás notado la ausencia de Faris.- El rubio se tensó entonces sin ánimo de ocultarlo.- Tranquilo. Está en casa del tío Theo. Al parecer su cita con Amelia duró más de lo esperado. Puedes creer que la chiquilla logró mantenerlo distraído durante tanto!?... Él, como el buen alfa que ha sido criado por nuestros padres, la llevó a su casa pidiendo disculpas a su padre por la tardanza. Tío Theo ofreció una de sus alcobas para el. Quién sabe, a lo mejor y solo quería que nuestro hermano sea un descarado que ronde la habitación de su hija.- Gruñó a lo bajo negando.

- Faris jamás haría algo así.

- Lo sé. Pero nunca se sabe... Es un alfa, después de todo.

- Qué es lo que ganas diciéndome esto?

- Te estás pudriendo, Shiloh.- Expresó lo más amable posible. Él omega rápidamente entendió la frase pues como una manta envolvente visible para él, sus feromonas sobrepasaban el enojo, la irritación, la ira y el disgusto de manera escandalosa. Podría incluso levantar a sus padres con ello.

- No entiendo cómo eres capaz de notarlo.

- Eres mi hermano mayor, y como Faris siempre fui observadora de ambos... De sus expresiones y cada sombra oculta debajo de sus miradas.

- Sea lo que piensas y Faris te haya dicho, no caigas en sus jugarretas.

- Solo ayudo a aquel testarudo y ciego que se niega a aceptar la verdad.- Soltó una risita acercándose a él y abrazándole con cariño. El mayor suspiró recibiendo el abrazo y dándole estima.- Buenas noches, Shiloh... Trata de no ahogarte en tu agonía e irritación.

- Lyra.- Gruñó.

La beta siguió sonriendo hasta desaparecer de su vista.

No se dio cuenta cuando fue que su hermana menor noto todo aquel enredo entre Faris y él. Sobre todo como es que se veía demasiado dispuesta a ayudar a cierto alfa testarudo.

Es que no lo entendía?... La gravedad del asunto?

Cerró la puerta apoyándose tras esta, quitándose la bata de seda mientras la aventaba a algún lado de la habitación.

No tenía causa usarla. No la luciría a nadie esa noche.

- Tonto alfa.- Susurró.

Que contradictorio se volvía.

En tu mirada. {Shiaris} {Failoh} {Faloh} {Sharis}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora