Treinta y siete.

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Ian & Bear

Parpadeó algo adormilado, encontrandose con el alfa rubio que dormía tranquilamente mientras le abrazaba poseso. Sonrió  observandole por sabrá Dios cuanto tiempo para despues restregarse los ojos mirando su alrededor.

Se puso de pie caminando entre el cuarto hasta salir a la pequeña sala que el departamento tenia. No era muy grande, pero para él, era lo mejor.

Pasó hasta llegar a la cocina donde encendió la cafetera mientras miraba en su calendario las fechas. Sonrió. Era el cumpleaños de su padre Zayn, decidiendo que le llamaria mas tarde, escuchando el sonido de que el café estaba listo, sirviéndolo en una taza mientras este humeaba y le ponia dos de azucar.

Unos brazos que se posaron al rededor suyo, colocandole una bata encima.

-Vas a resfriarte.- Suspiró volteandose hacia él con la taza aun en mano tomando un sorbo y mirandole fijo.

- Tengo quien me cuide...- Ladeó el rostro haciéndole ojitos que el rubio enseguida amó para así abrazarle por la cintura bajando a sus glúteos y dándoles un apretón.

- Y aún más que eso.

Después del celo de Ian, Liam había ido a buscarle para llevarle de regreso a casa además de que le aplicaría un castigo seguro y jamás volvería a ver al alfa.

Por supuesto, no lo aceptó.

Ya estaba profundamente enamorado del rubio como para que su padre ahora le prohibiera estar con él.

Estaba seguro que Ian le amaba de igual modo. Estaba seguro de que ahora serían inseparables. Que, muy a pesar de ser un beta, el corazón del alfa le pertenecía.

Obviamente su padre se opuso a eso, con su padre Zayn siendo quien salga a su defensa apoyándole en todo momento cuando decidió más tarde tomar vuelo e irse a vivir con el mayor.

Ian seguía siendo un guarda espaldas en la casa de sus tíos Louis y Harry. Él seguía estudiando diseño en la universidad de Londres. No era el fin de su vida, era el comienzo.

Liam seguía aún ignorándole más Zayn seguía aún visitándole los miércoles por la tarde trayéndole a su hermana menor Trish con quien disfrutaba jugar ratos enteros hasta que Ian llegaba con la cena para todos.

Zayn sabía que su hijo era feliz con el alfa, y sabía bien que el alfa le amaba.

Niall junto a Josh habían hablado mucho con Liam acerca del tema. Pero el castaño era un cascarrabias y no entendía.

Niall sabía que algún día se arrepentiría, dejándole por su lado mientras se encargaba de igual modo apoyar de vez en cuando a los chicos con alguna despensa o yendo a ver a Bear cuando Ian trabajaba algunas noches cubriendo a Louis o Harry en algún trabajo. El pelinegro lo apreciaba mucho.

Por parte de Ian, este disfrutaba tener ahora a Bear a su lado.

Se había tardado mucho en darse cuenta de lo tonto que había sido ya que el amor de su vida siempre estuvo cerca suyo.

Era un hombre feliz con lo que tenía y estaba seguro que pronto le pediría a Bear ser suyo por siempre.

Por que lo amaba, por que aquellas miradas que siempre le daba, le traspasaban y le hacían temblar mientras su aliento caliente chocaba con su piel, gritando su nombre, siendo libres en su propio mundo donde se tenían el uno al otro sin más.

Donde a pesar de no tener el apoyo de todos, aún conservaban la esperanza juntos de poder obtenerlo y ser enteramente felices. Aunque ya lo eran la gran parte del tiempo.

En tu mirada. {Shiaris} {Failoh} {Faloh} {Sharis}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora