Doce.

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Dedicado a: DarcyStylinson902209

Buenas noches tripulación con destino a Nueva York. Si se asoman por la ventana, verán nuestro destino empezar a visualizarse, la estatua de la libertad. En quince minutos estaremos aterrizando, sigan las indicaciones de nuestras azafatas para un aterrizaje tranquilo. Les ha hablado el capitán Lenoy. Buenos días.

El micrófono se apago después de eso, haciendo a los chicos bajar la mirada sin mucha expresión.

Faris se volteó de nuevo contemplando el rostro de su rubio apoyado levemente en su pecho, donde él le abrazaba después de que se hubiera dormido encima un par de horas atrás.

Bear, tras ellos, sentado al lado de Ian, viéndolo leer un libro de poesía con mucha concentración.

Eso solo le hacía sonreír como un tonto enamorado y soltar pequeños suspiros de emoción ante su cambio de facciones por las letras de aquellas hojas.

Qué suerte ellas de tener sobre sus superficies esos ojos azules como el cielo.

- Algún momento pararas de hacer esto?- Dio un respingo algo conmocionado mientras miraba hacia el frente, mordiendo su labio con fuerza e insultándose mentalmente por parecer un acosador. Oyó el sonido del libro cerrarse y luego un par de respiraciones lentas.- No muerdas así tu labio, vas a lastimarte...- Susurró entonces el alfa. Bear se estremeció entero cuando esté dio un par de golpes en sus labios ocasionando que soltase este, liberando la presión.

- E-está bien.- Ian alzó una ceja negando.

- Eres tan lindo cuando no parloteas tanto...- Murmuró con una sonrisa. El pelinegro apretó los labios bajando la mirada.

- Perdón. No quiero molestarte...-

- Oh, no!- Apresuró a corregir.- No me molestas, solo que te aprecias mejor así de calmado.- Agregó. Los ojos del beta brillaron con intensidad escuchando luego las indicaciones de las azafatas que llamaron la atención de los presentes, cortando así con ese pequeño momento íntimo entre ambos.

Feliz por que era uno de los pocos momentos que Ian le permitía cerca suyo.





La casa a la cual llegaron como invitados pertenecía a uno de los socios de su padre; un estadounidense llamado Gerard Way, cuyo esposo, era como su padre Louis, la mando derecha del alfa.

Los negocios estaban hechos y el viaje era para reafirmar la alianza y conocer mejor el país americano, claro.

Era la primera vez que los chicos la visitaban, a excepción de Lyra, que en algunos cumpleaños, caprichosamente había viajado a América con sus padres.

Cuando el pelinegro se acercó a ellos con una sonrisa en cara y una buena presentación, ellos de inmediato sonrieron hacia él presentando sus respetos al jefe.

- Soy Gerard Way. Un gusto conocerlos.- Expresó con un saludo.

- Faris Styles. Él es mi hermano Shiloh, mi primo Bear y nuestro guarda espaldas Ian Horan.- Presentó. El alfa sonrió asintiendo invitándoles hacia dentro de la mansión, donde en la puerta de esta un hombre mucho más bajito que el mismo Shiloh, por cuantos centímetros, se acercó hacia ellos con una gran sonrisa.

El cuerpo visiblemente lleno de tatuajes y el cabello castaño algo largo.

- Soy Frank Iero. Bienvenidos a mi hogar. Espero que mi esposo les haya dado un buen saludo.- Dijo mirando a su alfa. El señor Way sonrió risueño asintiendo hacia él.- Nos alegra que al fin estén aquí. Harry y Louis Styles han sido buenos socios hasta ahora. Adelante, pasen!... Les mostraré sus habitaciones!- Siguieron al omega hasta la planta alta donde mostró una habitación asignada a cada chico.- Instálense por favor y cuando estén listos, bajan para el almuerzo. Bien?-

En tu mirada. {Shiaris} {Failoh} {Faloh} {Sharis}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora