Cinco.

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Hizo una mueca suspirando, tomando un listón del color de sus ojos y amarrando su algo largo pelo en una coleta algo baja.

El traje negro era pulcro, y tuvo que lavarse la cara varias veces pues tenía demasiado insomnio.

Estaba demasiado ansioso y nervioso.

Desde su cita con Amelia, hasta el día siguiente que volvió a casa, Shiloh simplemente se la pasó ignorándolo.

No quería dirigirle la palabra y aunque intentara, rehuía de él como un ratón, escondiéndose en rincones que no podía alcanzar o ver.

Por más que intentaba buscar su mirada en las cenas o incluso entrar a su habitación por las noches, la cual estaba ahora con seguro desde ese día.

Simplemente, su alfa empezaba a desesperarse.

- Mira que galán. Robaras muchas miradas.- Desde el espejo vio el reflejo de su amigo, quien le sonrió.

- Ni que se diga de ti, Bear. Te ves bien.- Dijo Faris de vuelta, volteándose a él. El beta poseía un traje negro combinado con una camisa de fondo rojo vino.

Se relamió los labios y avanzó a él.

- A mí solo me interesa una mirada en mí. La cual estará tras tuyo, así que eso me convierte hoy, en tu mejor amigo.- Sonrío.

- Oh, vaya. Creí que ya lo era.- El alfa hizo un gesto de ofendido recibiendo una carcajada por el pelinegro.

- No me mal entiendas, perrito. Solo me aseguraré de que Ian me preste más atención de la necesaria y se de cuenta de que ya no soy un niño.

- Perrito?- Replicó enseguida ignorando sus palabras. Bear rodó los ojos.

- Pareces perro en pena, con la cola entre las patas. Shiloh te ha ignorado y eso no cambia que tu humor haya estado de unas!...

- Si bueno. Hoy pienso hacer que me hable y para eso necesito tu ayuda.

- Huh?, y que gano con eso?

- A Ian, por supuesto. De quién crees que debo perderme para secuestrar a mi hermano por un momento?- El beta sonrió macabro cruzándose de brazos y soltando una pequeña carcajada.

Hacer tratos con Faris siempre le convenían.





Apretujo de nuevo el moño de color negro, dándose por vencido cuando este volvió a un estado chueco.

Una risa le hizo gruñir sintiendo luego a las manos de su padre en sus hombros, volteándole a él y acariciando su mejilla.

- Por qué tan gruñón hoy, panquesito?

- Papá!- Quejó el rubio.

- Qué cariño?, para mí sigues siendo mi bebé.

- Odio que me sigas diciendo si!, incluso Faris y Lyra dejaron atrás sus apodos.

- Pero Faris y Lyra no son mi precioso omega o si?- Rodó sus grisáceos ojos y se quedo quieto dejando que Louis le terminara de arreglar su moño. Palmeó sus hombros cuando estuvo listo y alisto los brazos de su traje gris. - Te ves bien, mi niño.

- No es justo que solo Shiloh sea el consentido.- Esa voz le tensó enseguida, bajando la mirada sin que su padre lo notara, quien soltó una risita.

- Hola bebé!, tú igual estas precioso.

- Si claro. No lo digas por compromiso papá.- Hizo un puchero.

- Si papá, si no Faris se la cree.- Tras él, Lyra aparecía con un pulcro vestido verde azulado, que hacían algo de contraste en sus ojos. Sonrió hacia su padre yendo hasta él y dándole un beso en la mejilla.

- Lyra. No seas así con tu hermano. Los tres están divinos esta noche. Completamente hermosos.- Dijo con admiración él omega. Les sonrió a los tres viendo luego tras estos al alfa que venía directo a él, más que se detuvo de ellos cuando su hija se le salto encima abrazándole.

- Papi!- Sonrío con ternura cuando Harry le dio una vuelta besándole la coronilla.

- Preciosa.- Avanzado hasta Faris para darle una palmada en el hombro y Lugo a Shiloh para revolverle un poco el pelo.- Enano.

- Papá!- Resopló el rubio. Louis rió negando jalando a su alfa quien le tomó de la cintura dándole un casto beso.

- Mi omega.- El castaño asintió.

- Mi alfa.- Poniéndose de puntas y volviéndose a besar.

La puerta se entre abrió, la cual daba paso al salón principal donde la fiesta se estaba llevando a cabo, entrando por ella Liam, quien saludó a los chicos y luego a sus amigos.

- Listos?- Preguntó. Ellos asintieron. - Bien. Es hora.- Abriendo por completo la puerta y carraspeando para llamar la atención.- Damas y caballeros. Harry y Louis Styles, principales benefactores de la fiesta de hoy.- Los aplausos de la gente no se hizo esperar mientras la pareja salía sonriente siendo recibida. - Y tras ellos, los herederos de su imperio. Shiloh, Faris y Lyra Styles.- Los aplausos siguieron y los tres hermanos entraron enseguida, siendo Lyra intermediara entre ambos chicos.

Dedicándose a saludar y sonreír, esa fue la bienvenida a la fiesta de beneficencia que sus padres planeaban.

Todos entonces empezaron a dispersarse, con Harry y Louis hablando con gente poderosa y beneficiosa. Lyra saludando a sus amigas lejanas, hijas de otros carteles que habían viajado desde tan lejos por aquella situación.

Faris intentando no sentir pena por cómo Bear intentaba llamar la atención de Ian más este estaba más interesado en seguir sus pasos.

Entonces a un lado de la mesa de postres, localizó a aquella cabellera tan hermosa. Sonriendo feliz y queriendo acercarse de una vez por toda para dejarle acorralado.

Solo quiere solucionar las cosas y que Shiloh deje de ignorarlo. Todo eso le afectaba de cierto modo y no podía evitar querer controlar aquello y que su lindo hermano mayor no le evitara.

Para cuando sus pasos se hicieron ruidosos y fijos, la respiración se le corto por un segundo cuando en las mismas que él, alguien se acercó al omega con extrañas intenciones, tocando su espalda media, gruñendo ante esto.

Con otra simple pasada de su mirada, vio al tío Theo acercarse de igual modo y saludando al omega, sus cables conectaron enseguida sabiendo de que trataba, acercándose aún así para así también querer acapararlo.

- Shiloh.- Su hermano le vio abriendo la boca con la presencia demasiado cerca de la suya, y la del nuevo alfa desconocido.

Solo le fulminó con los ojos.

- Hola Faris.- Saludó.- El es Dan. El sobrino alfa del tío Theo.- Dan extendió su mano viéndole sonriéndote. Al parecer solo quería caerle bien

***
Voy muy rápido?

Perdonen si está aburrido ;v

En tu mirada. {Shiaris} {Failoh} {Faloh} {Sharis}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora