En tu mirada. {Shiaris} {Failoh} {Faloh} {Sharis}

Treinta y dos.

Frunció el ceño con extrañeza cuando su puerta fue tocada y abrió la puerta resultando ser Bear Payn quien estuviera tras ella.

No quiso ser descortés y le dejó entrar a pesar de que el chico traía una cara muy pálida, como si hubiera visto a algún demonio.

- Bear, ¿qué ocurre?- Trató de preguntarle. Pero el pelinegro no habló. Niall se mordió los labios y suspiró quedándose frente suyo durante al menos unas dos horas.

Pero aún así el chico temblaba de vez en cuando y tenía la mirada baja. Estaba preocupado, por Ian, por su padre, por su otro padre, quien había descubierto entonces lo que sucedía.

Estaba de nuevo tras Ian Horan y le había armado una buena, que si no fuera por qué su padre Liam fue junto con sus tíos a salvar a Shiloh, entonces ahora no estaría para contarla.

Se escapó de Zayn lo más rápido que pudo y fue a casa de Ian, no pudo decirle palabra alguna a Niall, quedándose sentado y casi sin movimiento, hasta que la puerta de la casa fue abierta, viendo entrar entonces a Josh en ella.

Niall se levantó enseguida a abrazar a su esposo viendo entonces tras él donde su hijo estaba del mismo modo, con algo de sangre manchando su brazo y un par de vendas.

Abrió la boca sorprendido a punto de ir hacia él, cuando alguien se le adelantó.

Bear abrió los ojos exageradamente poniéndose de pie y casi abalanzándose a Ian. Le abrazó escandalizado desesperadamente mientras sollozaba.

Ian abrió sus azules sorpresivo suspirando entonces para así rodearle con su brazo bueno de a poco.

- Estoy bien.- Le dijo. Bear asentía pero aún así seguía con los ojos cerrados con fuerza.- Shhh...- El rubio beso su frente entonces sonriendo de medias.

Era una cálida sensación... Todo era cálido.

Niall en tanto observaba toda la situación detenidamente y fue imposible no darse cuenta de las cosas.

Todo hizo conexión y lo entendió.

- ¿Qué está ocurriendo aquí?- Llamó su atención. Ian alzó la mirada a su padre y apretó los labios sin dejar de abrazar a Bear que se separó de a poco de este. Se colocó a su lado limpiando sus lágrimas y suspiró.

- Pues...- El alfa soltó una risita mirando a sus padres y luego viendo al chico a su lado con devoción.- Me enamore de un beta.

Su respiración era irregular y apenas pudo controlar cada que varias enfermeras y doctores, a pesar de ser betas, vendaban y curaban a Shiloh.

Le habían aplicado un inhibidor para el dolor y le habían dado un somnífero. Debía descansar además de que le ayudaría a detener el proceso de la unión. Al menos un tiempo para que Faris pudiera volver a marcarle, y aún así no garantizaban su supervivencia.

Se había quedado todo el tiempo a su lado por varios días ya. Con trabajo dormía y comía y solo se daba una ducha cuando Lyra aparecía en el umbral de la puerta para cuidar del pequeño rubio.

- No quiero dejarle...

- Sabes que le cuidare. Solo date una ducha rápida que cuando nuestro hermanito despierte no querrás dejarle para nada y no estarás apestoso para él ¿o si?- Faris trataba de darle una sonrisa a la castaña muy torcida. Asentía dándole un beso en la frente.

- Gracias Lyra. Ya vuelvo.- saliendo así de la habitación. Entonces la beta miraba a su hermano mayor y suspiraba sentándose a su lado.

- Cuando volveré a ver tus grisáceos ojos, enano.- Sonrío.- Te extrañamos mucho...- Tomó una de sus manos e hizo una mueca. Las heridas aún eran visibles en su pequeño cuerpo y cada una era como un golpe para ella.

La familia siempre había significado tanto en los Styles. Aquella alfa había herido a la suya y también quería parte de la venganza.

Su ensoñación se esfumó cuando unos pequeños ruidos llamaron su atención. Shiloh empezaba a balbucear cosas incoherentes al tiempo en el que sus párpados se abrían y cerraban:- ¿Shiloh?, ¿puedes oírme?- Preguntó desesperada. El omega empezaba a enclarecerse mejor lo que le hizo sonreír mientras unas cuantas lagrimas salían de sus ojos.

Le beso la mano poniéndose de pie:- Tranquilo peque... Traeré a alguien.- Shiloh apenas y la miraba pero entonces Lyra se fue y el rubio empezó a tener percepción de su entorno.

Abrió un poco más los ojos y notó que ya no estaba en ese asquerosos lugar. Que olía a Lyra pues la acababa de ver y tras ello, estaba el olor de Faris.

La garganta entonces se le cerró sintiéndose a morir cuando el dolor de la marca le golpeó con fuerza.

Llevó su mano a la zona donde tenía vendas y gasas. Empezando a temblar, intentaba ponerse de pie. Estaba desgarrándose.

No entendía que sucedía, no entendía nada.

La puerta de la habitación fue abierta abrupta, llamando su atención mientras miraba hacia ella. Un par de ojos azules como el océano se dominaban por completo, haciéndole estremecerse pero también sufrir un poco de dolor.

- Faris...- Con una mano en la marca y otra extendida hacia él. Su alfa.- A-ayúdame, Faris...

***
Prometo que el próximo capítulo será SMUT.
🖖🏻