I'm back

14 2 0
                                    

Dominic's POV

La volví a ver, tan hermosa y sensual como siempre. Tenía tres años sin verla desde aquel día en el parque pero ¡volvi!.

En tres años fue mucho lo que cambió mi vida. Pasé de ser una persona amigable y sociable a ser un hombre frío sin sentimientos, solitario. Shanodee se llevó con ella toda mi felicidad y esperanza de creer en el amor pero juré que volvería y aquí estoy.

Cuando desaparecí caí en un estado de depresión extremo donde incluso atenté contra mi propia vida en mas de una oportunidad. Dolor, depresión, ira, odio son sentimientos muy fuertes que para el ser humano pudieran llegar a ser mortales. En mi caso la depresión me llevó a formar parte de un experimento el cual falló y ahora soy "Error- 404", una etiqueta que los mismos científicos me colocaron.

Para poder comprender todo el relato primero debería comenzar por la raíz de todo, empezando por ese día nublado cuando Shanodee terminó conmigo.

* Flashback*

- Dominic quiero ser rápida y clara. Ya no quiero saber mas nada de ti.

- ¿Que? ¿Amor tu me estas hablando en serio?. No no dime que no. Dije con ojos llorosos.

- Siento que esto entre nosotros no está bien y antes de que pase a mayores quiero dejartelo claro. Ya no te amo. Musitó.

- No no me hagas esto, por favor no me dejes. Respondí llorando arrodillándome ante ella.

- Es lo mejor para los dos, pero podemos ser amigos. Dijo sonriendome.

Me levanté automáticamente mi humor cambió de sufrimiento a ira. La tomé del cuello y la puse contra un árbol.

- Si no puedes ser mía, ¡no seras de nadie mas!. Volveré algún día, recuerda quien te folló por primera vez. Dije hecho una furia llendome por otro camino montaña arriba.

* fin del flashback*

Pensaba que me amaba, pensaba que impediría que me fuese pero no fue así. La furia fue aumentando a medida que recordaba todos esos hermosos momentos que viví con ella. Pasé horas caminando para descargar toda esa rabia que sentía, me detuve en un pequeño claro que había en el bosque. Intenté buscar un camino para devolverme pero no hallaba ninguno ¡me perdí!.

Ya oscurecía y aún me encontraba en las profundidades del denso bosque de Zeinbeefth, por supuesto que tiempo antes había intentado llamar pero para mi mala suerte mi celular se quedó sin batería.

-¡Perfecto!. Dije sarcásticamente.

Ya no podía negarme a la posibilidad de pasar la noche en ese lugar así que con ayuda de mi instinto de supervivencia fui recolectando objetos que me pudiesen ayudar como palos y madera, hojas de grandes árboles pero no podía quedarme en ese sitio, debía buscar un río o alguna fuente de agua dónde las posibilidades de conseguir alimento eran mayor que estando en ese claro.

La luna llena fue quién alumbró vagamente mi sendero. Una hora mas tarde me topé con un manantial, uno de los mas grandes que había visto en mi vida. Había una laguna que hacia efecto espejo donde sólo era la luna lo que se reflejaba. Busqué un lugar decente para acampar de una manera muy precaria. Ventajoso fue formar parte de los Boy Scouts ya que apliqué todos mis conocimientos en ese aprieto en el que me encontraba.

Una vez listo mi lugar para dormir me dispuse a recorrer la laguna en búsqueda de algún siervo o pez, obviamente que era casi imposible ver en la oscuridad sin embargo a pocos metros de mi vi a una mujer sentada en un tronco viendo hacia el cielo. Entré en pánico al creer que era un espectro o fantasma, quise correr pero ella me vio y en seguida se paró.

-Hola. Dijo.

Yo me quedé petrificado, no sabia si responder o salir corriendo como nena.

-¿Te perdiste?. Preguntó.

-Emm.. Yo.. Tartamude

-Yo puedo ayudarte. Dijo acercándose lentamente a mi.

-¡No te me acerques!. Exclamé retrocediendo.

-¡Cuidado!. Advirtió.

No me di cuenta por donde caminaba hasta que sentí que mis pies se deslizaron por un hueco grande que estaba cubierto con hojas y ramas. Caí en una especie de cueva alumbrada por unas pocas antorchas.

-Te dije que tuvieras cuidado. Dijo la mujer quien estaba en la entrada por donde yo había caído.

-¡Por favor! No des un paso mas. Supliqué.

-Caray, ¿tan fea soy?. Preguntó.

Realmente no, era muy bella pero el hecho de que estuviese sola y actuara como si nada era lo que me preocupaba.

Inmortalidad Maldita IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora