Inmortalidad Maldita II

Conejillo de Indias

-¿quieres contarme?. Preguntó.

-¿Tengo que hacerlo?. Respondí quebrado.

-Por supuesto, saca todo lo que tengas reservado. Dijo.

Pensar en Shanodee hacia que mi cabeza volara, estaba jodidamente enamorado de ella pero el dolor que dejó en mi era insoportable. Le conté a Sophia todo lo que me pasó con Shan desde la A hasta la Z, era muy sensible así que se me escaparon unas cuantas lágrimas.

-Ya no quiero vivir, ya mi vida no tiene sentido. Dije con cabeza baja.

-Eres joven aún te faltan muchas cosas por vivir, muchas mujeres que conocer.

-Yo sólo la quiero a ella, a nadie mas. Respondí.

-Piensa algo positivo de esto, ella no quiso herirte mas si llegaba a mayores. Por ejemplo si le proponias matrimonio quizás te hubiese dicho que no o peor aún te hubiese dejado plantado en el altar y ahí si son situaciones mucho mas fuertes.

-Quizás tengas razón. Dije pensando detenidamente cada posible escena de lo que pudo haber pasado.

-Ven levantate y sigueme. Ordenó Sophia.

-¿A dónde vamos?. Pregunté.

-Te mostraré algo.

Mis pensamientos eran un vaivén de inseguridades pero creo que si quería salir de ese lugar debía obedecer a Sophia.

-Access Allowed. Pronunció un parlante.

Entramos y en seguida mis ojos vieron cientos de tubos de ensayo con sangre, camillas, jeringas, un laboratorio completamente equipado.

-Bloody Lab. Recordé.

-Así es. Afirmó.

- Aquí es donde mi equipo y yo realizamos nuestros trabajos de investigación científica. Dijo colocándose su bata blanca.

-¿Qué clase de experimentos?. Pregunté.

-Ya sabes, experimentos donde tratamos de hallar la manera de biológicamente detener el proceso de desarrollo del cuerpo. Explicó de una manera muy técnica y científica

-Vampiros. Repliqué.

-Si. Éste es nuestro último trabajo. Dijo abriendo una nevera.

Sacó unos cuantos tubos de ensayo con un liquido parecido a la sangre por su densidad pero a la ves era similar al petroleo por lo negro que era.

-Dextro.

-¿cómo?. Pregunté al no saber a que se refería.

-Así se llama el componente que hemos creado. Respondió volviendo a guardarlo.

¿Ya lo probaron?.

- Aún no, estamos en la búsqueda de un candidato que según nuestros parámetros cumpla con los requisitos mínimos púes no es un proceso sencillo.

-¿Dónde está tu equipo?. Pregunté.

- Fueron a por el candidato.

¿Cuál es el resultado que esperan obtener?.

-¿Qué no es obvio? Crear un vampiro desde luego. Contestó.

-Access Allowed. Volvió la puerta a abrirse.

-Vaya regresaron. Exclamó Sophia.

-Si pero con las manos vacías. Respondió un joven alto, blanco con cara de nerd.

-¿Quién es él?. Preguntó una chica morena.

-Un amigo. Respondió.

-¿Es el candidato?. Intervino otro joven castaño.

-No, por ahora.

-Bueno fue un placer haberlos conocido pero tengo que irme. Dije muy asustado.

¿Irte? Pero si no puedes. Dijo el nerd

-¿Cómo que no?.

-¿No le dijiste Sophia?.

-No. Susurró.

-¿Decirme que?. Pregunté temblando.

-No puedes salir vivo de aquí. Dijo la morena.

-No no no por favor. Supliqué.

-Lo lamentamos pero sabes mucho sobre nosotros, sobre nuestros experimentos. Yo esperaba que te fascinara pero creo que no fue así. Dijo Sophia.

-Pero me ofreciste ayuda, me diste de comer. Juro no decir nada pero por Dios no me maten.

-Porque aspiraba a que tu fueses el candidato.

¿Yo?.

-Sí. Afirmó.

-¿Cuento con las requisitos mínimos?. Pregunté

-Sí.

-¿Cuáles son?.

-No querer vivir mas.

-Existe una manera de poder salir, que te sometas al experimento.

-¿Cuáles son los riesgos?.

-La muerte desde luego. Respondió.

-¿Y la garantía?.

-Si sobrevives púes tendrás libertad plena aparte serás el primer ser no-viviente del mundo, serás superior a todos nosotros. Susurró Sophia en mi oído.

-Bueno supongo que no tengo otra opción. Dije sin mas remedio.

-Preparen la camilla. Ordenó.

El equipo de científicos del laboratorio estaba conformado por tres mujeres y cuatro hombres.En un abrir y cerrar de ojos prepararon todo el equipo y herramientas que usarían en mi, esperaba salir vivo.

-¿Listo?. Preguntó Sophia.

-Si. Asentí.

-Bueno antes de comenzar te presentaré al equipo ellos son Maxwell(el castaño), Nathalya (la morena), Carlos (el nerd) conforman la elite por ser los mejores doctores del mundo, seguidamente de Didier, Elias y Sohar doctores igualmente.

-Queremos agradecerte por permitirnos experimentar contigo. Expresó Carlos.

-No tengo opción. Respondí desinteresado.

-Bueno ¿Cuál es tu nombre? Desde que nos conocimos no me lo haz dicho. Preguntó.

-Dominic. Contesté.

-Muy bien, todos conozcan a Dominic él es de Zeinbeefth.

Mis ganas de salir corriendo siempre estuvieron presente pero no tenía escapatoria o era convertirme en rata de laboratorio o morir aunque pudiera terminar muerto de igual manera si el experimento salia mal. Luego de la corta presentación me acostaron y ataron a una camilla como en las películas de terror.

-No temas esto es por medidas de seguridad. Afirmó Sohar.

No se que clase se aparatos colocaron en mi pero si sabia que median mi pulso, ritmo cardiaco entre otras cosas. Me colocaron una vía en mi mano derecha donde suministraron un poco de sangre y en mi brazo izquierdo introdujeron una jeringa con Dextro.

-¡Ahhh!. Grité del dolor que sentía mientras el liquido entraba en mi torrente sanguíneo.

-Pulsaciones normales, ritmo estable. Pronunció Maxwell.

Básicamente el experimento era inyectarme Dextro y ver que sucedía después.

-Apliquen una mayor dosis. Ordenó Sophia.

Otra jeringa mas y mi cuerpo comenzó a reaccionar.

¿Cómo te sientes?. Preguntó Nathalya.

-¡No siento mis piernas!. Exclamé.