Cruel

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-¿Por qué hiciste eso?. Pregunté sintiéndome horrible.

-La muy puta me pateo en las bolas y raramente me empujó montaña abajo. Dijo mordiendo otras partes de su cuerpo antes de que se desangrara por completo.

-Creo que no era necesario arrancarle la cabeza. Dije dándole la espalda y entrando de nuevo a la casa.

Me senté nuevamente en el sofá para despejar mi mente y evitar pensar en lo que acababa de ver hace menos de cinco minutos sin embargo mi hambre seguía aumentando mas y mas así que decidí salir a buscar sangre porque no aguantaba las ganas.

-¿A dónde vas?. Me preguntó Dom tomandome del brazo.

-Ya comiste ¿verdad? Ahora mi toca a mi. Dije sacudiendo mi brazo y echándome a correr montaña abajo sin mirar atrás.

Dominic's POV

Las actitudes de ésta mujer me estaban sacando de quicio, se la daba de muy fuerte y valiente pero no sabía que la corriente del río pasa por debajo. Permití que fuera a cazar porque comprendía que llevaba horas sin comer y lo necesitaba, aparte que de seguro me odiaba mas al haber matado de esa manera a Oddy una de las secretarias de mi prostíbulo. Tuve que inventar una historia con respecto a el porque la maté pero la verdadera razón es que la descubrí robandome cientos de dólares de la caja registradora, ella pensó que no la había visto pero su desventaja era que yo fuese un vampiro y me percataba de hasta el mas mínimo detalle de todo. La mentira y la traición son cosas que yo no le perdono a nadie y a quienes perdoné los hice desaparecer del mapa.

Cerré la puerta de la casa y subí a mi cuarto me desvesti y me metí a la cama desnudo, encendí la televisión plasma para colocar unos de los canales del paquete "Adultos" y masturbarme con una porno ardiente de hermosas culonas y tetonas tragando semen. Estuve por unos cuantos minutos masajeando mi pene de arriba abajo imaginandome a Shanodee pidiéndome mas hasta que comenzó a caer la lluvia de semen esparciéndose por toda la cama.

-Uhmm. Gruñi jalandome bien el ganso.

Me quedé recostado en la cama un largo rato tan relajado que ni siquiera me había percatado que Shan había llegado.

-¡Santísimo!. Exclamó.

-Shh. Dije rápidamente acorralandola de la pared.

-Ya me corrí pero no fue suficiente. Susurré en su oído observando su inmediatamente reacción.

-Mañana Dominic, estoy algo adolorida. Respondió bajo.

-No yo no quiero mañana, yo quiero hoy. Dije tomándola de la garganta y lanzándola sobre la cama.

-¿Qué es esto?. Preguntó tocando las partes mojadas de la sábana.

-Semen. Contesté sonriente.

-¡Que asco!. Dijo parándose en cuestión de segundos.

-Vamos Shan complaceme. Dije volviéndola a acostar y colocandome sobre ella.

-No por favor Dominic. Decía sollozando.

-Será rápido lo prometo. Dije quitándole solamente sus jeans.

Al ver que ya no tenia escapatoria ni una segunda opción Shan no le quedó de otra que dejarse nuevamente follar a la fuerza por mi. Comencé con unas cuantas metidas en su estrecha vagina para luego poco a poco ir estimulando su esfínter para dar paso a mi enorme miembro dentro de el, me froté un poco de vaselina y sin saber porque entré en ella de una sola embestida.

-!Ahhhhhhhh!. Gritó del dolor.

Me quedé quieto sin moverme para que su ano se adaptara a lo ancho largo de mi pene.

-¡Piedad!. Exclamó llorando.

-Quedate quieta sino te dolerá más. Dije follandola lentamente mientras poco a poco aumentaba mi ritmo.

-¡Joder!. Por favor ten piedad de mi. Gritaba a todo pulmón.

-Sólo deja que me corra dentro de ti y te dejaré en paz. Susurré en su oído jalandola del cabello.

Me mantuve en un ritmo constante hasta por segunda vez logré venirme dentro de ella, era un fetiche que ajuro tenía que cumplir. Salí de su culo y me fui directo al baño a lavarme y quitarme cualquier resto de excremento,vaselina y semen. Cuando volví aún estaba Shanodee en la misma posición en la que la había dejado.

-¿Shan?. Dije llamándola.

-Eres tan cruel y tan despiadado que no tienes perdón de nadie. Dijo moviéndose poco a poco.

No se porque pero por un momento pero sólo un momento me sentí mal por lo que le había hecho.

Inmortalidad Maldita IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora