Fluidez

6 2 0
                                    

¿Cómo puedo pasar por alto el hecho de que Dominic me violara inconsciente? ¿Lo habrá hecho en anteriores oportunidades? ¿Cuánto mas aguantaré? Me sentía asquerosa, no quiero ni imaginar que cosas pudo haber hecho Dominic con mi cuerpo. Por suerte tenia una pequeña cascada cerca donde no dude ni un momento en darme un baño largo, restregando mi cuerpo y hundiendo mi alma en esa agua tan pura y clara. Hacia frío pero no me importó, rato luego me salí y me expuse al sol para secarme y tomar algo de color y calor.

Mi largo cabello cubría mis pechos mientras tuve que ponerme el Jean ajustado que traía puesto. Escuchaba pájaros y una cantidad infinita de otros pequeños animales e insectos. Todo estaba completamente en silencio y en paz, una paz que no había sentido desde hace mucho tiempo.

-¿Lista?. Preguntó Dominic acercándose a mi.

-No. Respondí cortante.

-Apurate.

-No me presiones, dejame tranquila. Pedí haciendo seña de que se retirara.

-No me iré, anda a comer.

-Joder contigo. Chillé furiosa.

-¿Quieres volver a decaer? Te recuerdo que por culpa de tu orgullo y por ser tan terca terminaste inconsciente.

-Y de paso violada. Completé.

-Ve a alimentarte y no me hagas enfurecer. Me advirtió.

-Vi alimintarti y ni mi hagas infirecer. Remedé.

-Te juro que la próxima vez que tengamos sexo, te haré el peor anal de tu vida. Dijo tomandome de ambos brazos.

-Eso lo veremos. Dije soltandome bruscamente.

Nunca había experimentado el sexo anal pero debía ser súper doloroso y no quería saber como se siente, prefería ir a comer antes de que Dominic se retractara de sus palabras y accionara de una vez. Fui hasta donde se hallaba aquella chica hermosa de rulos quien estaba inconsciente con unas pequeñas rapaduras en sus codos.

-No sabes lo horrible que es estar condenado a asesinar para sobrevivir. Dije en un hilo de voz antes de clavar mis colmillos en su carótida.

Segunda víctima en menos de 24 horas, realmente no sabia hasta donde podía llegar. El sabor metálico de la sangre recorriendo toda mi cavidad bucal me producía cierto placer que no sabría como describir.

-¿Terminaste?.

-Sí. Contesté limpiándome los labios.

-¿Rico?.

-Supongo. Dije desanimada.

-Bueno, termina de arreglarte, ponte la blusa ya mismo si no quieres que te quite el pantalón y te haga mía en este momento.

-¿Sólo piensas en sexo?. Pregunté obstinada yendo a recoger mi blusa.

-Las hormonas son cosas de poco control. Respondió posándose detrás de mi.

-¡Quieto!. Advertí con un dedo.

-Deja el pánico y muevete. Dijo dándome una nalgada.

Dominic's POV

Me gustaría tener el control total de Shanodee pero eso era algo casi imposible de obtener por ser tan terca, sarcástica, contestona y sobre todo muy impulsiva. Sin importa todos sus defectos pienso que ella es perfecta. Cuando sufrió el blackout no pude resistirme a hacerla mía, tienes la ventaja de que no luchas mientras follas pero claro está que jamás se comparará con follarla estando consiente y escucharla gemir como la primera vez.

-¿Por qué tanta insistencia en irnos?. Preguntó Shan.

-No me gusta permanecer en un mismo lugar durante mucho tiempo. Contesté.

-¿Eres nómada?.

-Sólo cuando ando de caza, púes ya viste mi casa.

-¿Te refieres aquella mansión donde me siento claustrofóbica?.

-Jajaja sí, aunque no se porque te sientes claustrofóbica si es espaciosa. Respondí divertido por su comentario.

-Por no tener ventanas supongo, es como estar en una cueva. Respondió haciendo cierto gesto de desagrado.

-Me gustan las cuevas, aprendí a vivir en ellas mientras tenia mi casa en construcción.

¿Es mi imaginación? o por primera vez en mucho tiempo estábamos conversando fluidamente los dos sin pelear.

-¿Cuanto tardaste en construirla?. Preguntó.

-Un año y medio exactamente.

-Vaya rompiste récord. Dijo divertida.

-Si digamos que si.

Continuamos nuestro camino rumbo a mi casa. Parecía que esa conversación fuera un sueño pero no, era autentica, era real. Sin embargo no todo dura para siempre.

-Te has quedado callada ¿por qué?. Pregunté.

-Ya no me apetece hablar. Contestó duramente.

-Pero pensé que..

-Pensaste nada Dominic, si charlamos un poco pero eso no cambia todo el odio y desprecio que siento por ti. Masculló.

Por un momento pensé en violarla de nuevo pero eso sólo haría que sintiera mas odio y no me convenía así que tomé un respiro y no dije nada. Luego llegamos a casa hogar dulce hogar.





Inmortalidad Maldita IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora