Arte

12 2 1
                                    

Dominic's POV

Eran las 5:40 pm, me encontraba en las afuera de la casa de Jeremy esperando a que Shanodee saliera. Era asqueroso y repugnante que tuvieran sexo ruidoso y toda la cuadra escuchara gemidos y gritos ensordecedores pidiendo mas y mas.

-Creo que le joderé el otro brazo. Dije obstinado y enojado de sólo imaginarme todo aquello.

Al rato vi a Shan despidiéndose de Jeremy y caminando hacia su casa, cuando Jer cerró la puerta enseguida me dispuse a seguirla. Era de noche y nos encontrábamos entre sombras. Ella eventualmente se dio cuenta que alguien la perseguía así que comenzó a caminar más rápido pero no dejaría que me jodiera el plan. Momento justo para usar mi agilidad motriz para detenerla.

-No tan rápido. Dije interponiendome en su camino sujetándola de la garganta.

-¡No! Sueltame. Exclamó hiperventilada.

-Tu y yo tenemos una cuenta pendiente. Dije noqueándola levemente sólo lo necesario para desmayarla.

Su peso pluma cayó instantáneamente en mis brazos. La cargué y me fui caminando hasta el lugar que se supone que era mi casa. En las profundidades de los tantos bosques de Zeinbeefth estaba mi humilde morada. Lugar donde ejecutaría gran parte de mi plan.

Llegué a mi recinto y solté a Shan sobre mi cama atando a ésta cada una de sus extremidades con esposas. Mientras ella recuperaba su conciencia salí a cazar para estar al 100% física y emocionalmente.

Al regresar a casa entré en mi habitación y allí estaba tratando de safarse del agarre.

-¡Dios mio!. Exclamó al verme completamente ensangrientado.

Yo sólo me limité a sonreir diabólicamente mientras me acercaba a ella lentamente.

-Por amor a Dios Dominic. ¿Qué es lo que haz hecho?. Preguntó.

-¿Te asusta?.

-Es.. Es.. Es.. Titubeó hasta que estuve a pocos centímetros de su cara.

-¿No te gusta lo que ves?. Pregunté.

-No. Susurró.

-Estoy así por tu culpa. Grité haciendo que Shan de sobresaltara de manera abrupta.

-¿Mi culpa?.

-Sí. Afirmé.

-¿Por qué te haces daño a ti mismo?. Preguntó.

-¿Quien dijo que era a mi?. Dije iluminando por completo la habitación para que pudiera ver una obra de arte que yo mismo hice.

-¡Ahhhhhh!. Gritó llorando.

-Fantástico ¿no?. Cada víctima valió la pena.

El techo era un mural hecho con puras fotografías donde estaban todas mis víctimas asesinadas de las peores maneras, las imágenes hacia que hasta la persona con mejor estómago vomitase.

-¡ASESINO!. Vociferó Shanodee llorando amargamente.

-Así soy. Repliqué.

-¿Que te hicieron todas esas personas?.

-Absolutamente nada. Dije frío.

-Mujeres, hombres, jóvenes..

-Sin importar nada extraje cada gota de sangre de sus cuerpos. Dije en su oído.

-Eres un psicópata. Rechisto.

-No cariño, no estoy loco es que simplemente para sobrevivir debo hacerlo. Dije quitándome la camisa dejando al desnudo mi pecho con poco vello.

Me senté en el sillón que estaba frente a mi cama a observar detalladamente a Shan.

-¿Vas a matarme?. Preguntó.

-¿Por qué preguntas?.

-Si me tienes secuestrada, me muestras a tus víctimas y apareces todo bañado en sangre pues lo menos que puedo pensar es eso. Respondió.

-No, no por ahora. Dije viendo como se volvieron a cristalizar sus ojos.

-¿Por qué? ¿Por qué volviste?. Gritó.

-No sigas preguntando por algo que ya tiene respuesta.

-Olvidalo Dominic, ENTIENDE, ya nada es como antes superalo. Estoy comprometida osea me voy a casar haré mi vida con Jeremy y ni tu ni nadie podrá impedirlo. Dijo desahogando todo su enojo.

Esas palabras retumbaron en mis oídos por unos minutos, minutos que parecieron una eternidad. Mi nivel de odio aumentó más al desafiarme disimuladamente.

-Eres todo lo que deseo en mi vida y verte con él solo me causan ganas de matarlo. Dije levantandome rápidamente del sillón.

-No, Dominic por favor, no lo lastimes. Suplicó.

-Pondré fin al problema, sin Jeremy en el juego ya no tendrás con quien casarte. Dije decidido a punto de salir de la habitación.

-Y también pondrás fin a mi vida. Contestó desafiante.

-¿Cómo dices?. Pregunté parando en seco.

-Si lo matas, me matarás a mi también. Respondió.

En seguida bajé la guardia, imaginar que ella seria capaz de suicidarse era algo que sin duda alguna hacia que me detuviera un segundo a pensar mejor las cosas.



Inmortalidad Maldita IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora