Segunda Parte: EL DOCTOR - CAPÍTULO 28

260 32 0
                                    

CAPÍTULO 28

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 28

Corrí a abrir la puerta de calle al escuchar el timbre, ganándole de mano a Nora. Juliana estaba allí parada con una sonrisa.

—Tengo las imágenes del mapa mundi— anunció, señalando su portafolio.

La invité a pasar con una mano, y fuimos a la biblioteca.

Aun cuando el día anterior le había hablado de Hermes, ella había decidido quedarse y trabajar sobre el mapa. Solo le había contado parte de la verdad. Le dije que Hermes era un asesino obsesivo que había matado al viejo Strabons. No le revelé que yo no era en realidad su nieto. Para que entendiera la gravedad del asunto, le describí los detalles sangrientos del asesinato de Strabons, pero en vez de asustarse, pareció intrigarse aún más por las razones que llevarían a un asesino a estar tan interesado en una investigación histórica. Le mentí descaradamente al decirle que no tenía idea de por qué Hermes estaba interesado en mí o en la investigación. Le dije que si descubríamos lo que mi abuelo se traía entre manos, descubriríamos la razón de su prematura muerte. Eso fue más que suficiente para subyugar su imaginación. Sacó una foto al rostro de Hermes con su teléfono móvil, y prometió recordarla bien para alejarse de él si lo veía.

Me sentí culpable por ponerla en peligro así, pero no podía desperdiciar su conocimiento y su ayuda. Me quedaban menos de tres años para encontrar el portal y el diseño de la cúpula. Tenía confianza en que con Juliana, finalmente lo lograría.

Mientras ella encendía la computadora, yo abrí el cajón con el mapa mundi.

—Las leyendas en el original están en latín y algunas en francés normando— me dijo, mientras cargaba las imágenes.

—¿Sabes latín?

—Un poco. Si el idioma extraño de su mapa muestra una traducción de las leyendas en el original, puede que podamos descifrarlo.

La pantalla mostró una versión del mapa mundi de Hereford original. A simple vista, la similitud era increíble. Ella movió los dedos sobre un área punteada bajo el teclado y agrandó una parte del mapa.

—Aquí, está. Se lo dije, el jinete está del otro lado.

 Se lo dije, el jinete está del otro lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LA PROFECÍA DEL REGRESO - Libro II de la SAGA DE LUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora