¿Me Quieres? {Gonexo} Finalizada.

~38~

Una tarde desperdiciada en la casa de mi enemigo. Eso es lo que se repetía en mi cabeza mientras íbamos de camino a la casa de Lino.

Joder, una simple llamada de él y ya Gona hace todo lo que le pide. Es un idiota, ambos son unos idiotas.

Y es que pidió que Gona fuera a su casa con la excusa de que necesitaba compañía, pues se sentía mal, y Gona sin protestar había aceptado.

Oh, pero por supuesto que yo no lo iba a dejar ir sólo a la casa de su exnovio, así que con mala gana pero sin más opción, tuve que acompañarlo.

(....)

Pude notar la sorpresa en el rostro de Lino en cuanto abrió su puerta y me vió ahí, justo detrás de Gona. Supongo que esperaba tener la oportunidad de quitarme a mi novio, oportunidad que yo no se la daría.

--Al menos viniste, no me puedo quejar --mencionó él, mirándome de reojo a mí.

--Sabes que estoy cuando lo necesites --habló Gona, extendiendo los brazos hacia Lino, el cual no dudó ni por un segundo en abrazarlo.

--Vayamos directo al punto. ¿Qué es lo que quieres? --pregunté con mala actitud.

--Me parece de mala educación no invitarlos a entrar primero --dijo apartándose un poco de la puerta para abrirnos paso.

Gona entró sin pensar, era evidente que ya conocía muy bien esa casa. Y yo pues no me quedó de otra que aceptar y entrar.

Ambos tomamos asiento en el gran sofá del living. Vaya que era evidente que Lino poseía una gran cantidad de dinero, pues por el tamaño de la casa y la decoración, se veía que las cosas no eran baratas.

--Dime... ¿Estás bien? --comenzó por preguntar Gona.

--No, yo... --mantuvo la mirada hacia mí por algunos segundos antes de bajarla y continuar-- Te extraño, Gona.

--No empieces --dije al instante.

--Sabes que eres lo único que tengo, Gona, y quisiera que lo consideraras...

--No voy a permitir esto --dije al ponerme de pie y colocarme frente a Lino-- Mira, tal vez es cierto que amas a mi novio --especifiqué-- pero ya estuviste con él, ahora deja de insistir que de nada te va a servir.

--¡Andrés! --y al instante recibí un regaño de Gona, justo lo que me faltaba-- No necesito que me defiendas así, Lino sólo quiere que esté a su lado en este momento. ¿Por qué no lo puedes entender?

--Por el simple hecho que no es sólo eso, él te quiere de vuelta --respondí enojado pero tratando de mantener la calma.

--¿Y qué si fuera así? --preguntó poniéndose de pie para estar a mi altura-- ¿A caso dudas de que no te quiera lo suficiente como para dejarte por él?

De pronto sentí culpa, y no sólo por el hecho de que Gona se estaba enojando conmigo debido de mi actitud inmadura, sino también por hacer una escena sin ninguna necesidad, pues era cierto que confiaba lo suficiente en él.

--Gona, dejame a solas con Andrés, por favor --pidió Lino, y obvio me sorprendí al escucharlo.

Gona asintió con la cabeza y volvió a sentarse en el sofá, con la intención de esperarnos ahí mientras Lino me llevaba a lo que parecía su habitación.

--¿Qué quieres ahora? --le pregunté en cuanto él cerró la puerta para así estar en completa privacidad.

--Hablar, sólo eso --dijo con inocencia-- escucha... No le pedí a Gona que viniese para lo que piensas, cuando le dije que necesitaba compañía era en serio.