¿Me Quieres? {Gonexo} Finalizada.

~39~

¡Un viaje a México, vaya locura!
Gona y yo tuvimos que dejar todo por un tiempo, incluyendo youtube. Aunque no habrá mucha polémica con los vlogs que haremos, es difícil pensar que pasarán varios días sin subir algún video, pues desde hace bastantes años era costumbre.
Oh, y a "nuestro" nuevo cachorro lo dejamos en la casa del vecino, sólo espero que ese gilipollas lo cuide bien.

A los dos días de la propuesta, los tres estuvimos listos para viajar. Era caro, por supuesto, pero Lino se encargaría de los gastos, después de todo eso se hacía por él.

El viaje fue largo y cansado, pero no me aburrí en ningún momento. Pasar muchas horas junto a Gona mientras veiamos películas y comíamos de todo lo que nos ofrecían, fue algo que necesitaba para calmar el enojo y nervios que tenía desde esa visita a la casa de Lino.

En cuanto llegamos al aeropuerto de México, Gona y Lino corrieron como un par de niños hacia una de las tiendas de recuerdos del lugar, consiguiendo rápidamente un par de sombreros mexicanos y al menos tres bigotes falsos.

--Díganme que no andarán con eso por todo el país --dije con vergüenza ajena.

Ambos se miraron entre si antes de colocarse el sombrero y uno de los bigotes.

--Ahora tú --habló Gona, mostrando una sonrisa divertida.

--Se ven ridículos --dije con seriedad.

--Andrés, venimos a divertirnos, no a ser normales --dijo Lino, entre risas.

--Al menos ponte un bigote--pidió Gona, dandome el restante.

Rodé los ojos y al final acepté ponérmelo, daba igual pues ningún mexicano me conocía, o la menos eso creía...

Al salir del aeropuerto, inmediatamente fuimos rodeados de un pequeño grupo de personas, entre niños y adolecentes, los cuales nos abrazaban y gritaban a Gona y a mí.

--Sabía que aparecerían sus fans --se burló Lino desde lejos.

--¡Callate y ayúdanos! --le gritó Gona, pero éste sólo se quedó a unos cuantos metros mientras nos veía y reía.

Era imposible librarse de ese grupo de suscriptores, pues nos rodearon de una forma inteligente y hasta parecía planeada para no dejarnos con la posibilidad de escape.

Entre el grupo se escuchaban risas y burlas, pronto comprendí que hablaban de nuestros bigotes falsos y el sombrero de Gona.

--Esto es vergonzoso --dije con el rostro completamente rojo.

--No te preocupes, sólo dales un autógrafo y se irán --me dijo Gona, con una actitud extrañamente positiva.

--¡Bien, suficiente! --se escuchó el grito de Lino a lo lejos, todos lo volvimos a ver-- Déjenlos en paz o se las verán conmigo.

Ninguno de los suscriptores se molestó en hacerle caso, continuaban abrazandonos y pidiendonos fotos.

Levanté la mirada hacia Lino con la intención de suplicar su ayuda. ¡Vaya que había caído bajo! Pero en serio necesitaba salir de eso, si no temía que nos iban a desmembrar vivos.

De pronto vi como Lino fue hacia uno de los policías del aeropuerto, el cual corrió hacia nuestro rescate. Él separó poco a poco al grupo y Gona y yo pudimos salir al fin, para después literalmente correr hacia un taxi.
Sentirse mal por no haber dado ni siquiera un autógrafo no fue un problema, ellos se lo buscaron por habernos acorralado de esa forma.