¿Me Quieres? {Gonexo} Finalizada.

~24~

Desperté atontado, pues no recordaba muy bien lo que había pasado la noche anterior, y no es como si no tuviera ningún recuerdo, sino que simplemente las imágenes en mi cabeza no eran tan claras como me gustaría.

Al poder abrir mis ojos en su totalidad, logré ver a Gona sobre mi pecho, él profundamente dormido y hasta roncando levemente.

--¡¿Qué cojones?! --grité dando un salto, botando a Gona en el proceso, quien cayó con fuerza al suelo.

--Tío, eso dolió --se quejó él por la caída, aún adormilado y sin enterarse de nada.

Con el movimiento tan brusco, la cobertura que estaba sobre nosotros se deslizó lejos, dejándonos completamente... ¡¿desnudos?!

--¡Gona, estamos desnudos! --retraté lo obvio.

--Ya lo sé. ¿Y? --se encogió de hombros con indiferencia.

--¡¿Cómo pasó?! --pregunté más alterado de lo que jamás había estado.

--No lo sé, debió ser la champaña --dijo al cerrar los ojos y acostarse en el suelo, tratando de dormir de nuevo.

--Ninguna champaña hace tal cosa --dije tratando de sonar con un tono de regaño-- Dime que fue lo que pasó.

--Joder, no lo sé, no recuerdo nada --respondió sin importarle.

Traté de levantarme para poder pensar mejor, pero al momento de mover mis piernas un intenso y punzante dolor recorrió toda mi cadera y columna.

--¿Estás bien? --preguntó Gona, viendo con preocupación como me quejaba del dolor.

--No, mierda, no lo estoy --dije entre dientes.

--¿Qué pasa? --preguntó aún más preocupado.

--Antes vístete, no quiero que estés desnudo --ordené señalando la ropa en una esquina del sofá.

Gona se levantó y buscó rápidamente sus boxers, para acto seguido ponerselos y buscar luego su camisa.

--¿Es suficiente, o también quieres que me ponga el pantalón? --preguntó un poco apresurado.

--No, está bien así --volteé los ojos-- Ahora ayúdame a vestirme.

--No hasta que me digas que te pasa --dijo cruzándose de brazos.

¿Que qué me pasaba? Joder, ni yo lo sabía. De lo único que estaba seguro es que me dolía casi todo el cuerpo y que debido a esto, no podía moverme.

--No lo sé, sólo ayúdame --extendí mi brazo hacia él.

Gona tomó mi mano y jalo de ella, haciendo impulso para que yo pudiera ponerme de pie, pero al hacerlo sentí más dolor y tuve que sentarme de nuevo.

--En serio no te ves muy bien --mencionó él, con preocupación.

--No me digas --lo miré con obviedad.

--Exo, pensándolo un poco... Sólo hay una razón por la cual estarías de este modo --decía con expresión pensativa.

--¿Ah, sí? ¿Y cuál es?

--Pues... --se quedó mirándome por algunos segundos antes de continuar-- Sexo, creo que tuvimos sexo.

--¡¿Qué dices?! --casi me atraganto con mi propia saliva.