¿Me Quieres? {Gonexo} Finalizada.

~47~

--¿Y eso fue todo? --preguntó Luh, curioso por la historia.

--Sí, sólo huyó sin importarle nada --dije con la cabeza gacha.

--Ambos se están comportando como unos idiotas --comentó Sara, acercándose con un par de bolsas de hielo y pañuelos mojados.

--Sí, Gona y tú son como un par de niños en lo que se refiere a relaciones --dijo Luh, negando con la cabeza.

--Quítate la camisa, dejame ver lo que ese tonto te hizo --me pidió Sarinha.

Yo obedecí, y en cuanto me la quité puede ver un enorme hematoma que se hacía al lado derecho de mi tórax, por mis costillas y abdomen.

--Joder, te golpeó muy duro --dijo Luh, con gesto de preocupación.

--¿Te duele mucho? --preguntó Sara.

--Obviamente, casi me rompe algún hueso, y me hubiera matado si yo le hubiese dado la oportunidad.

--Realmente la está pasando muy mal, nunca lo había visto así antes --dijo Luh, con la mirada pérdida.

--¿De que hablas? --le pregunté.

--Gona ya había pasado por varios rompimientos, y me los ha contado todos desde que somos amigos, pero...

--¡Ah, con más cuidado, duele! --grité al sentir como Sara me colocó con nada de suavidad una de las bolsas de hielo sobre mis costillas.

--Como decía...  --continuó Luh-- Sé sobre cada uno de sus novios o novias del pasado, pero nunca lo había visto tan mal hasta ahora. Ni siquiera por ese chico. ¿Cuál era su nombre? --miró al techo para recordar. ¿eso servia de algo más que para verse estúpido?-- Lino, creo que se llamaba así.

--¿Y qué tiene él que lo diferencie de los demás? --pregunté curioso.

--Siempre me decía lo mucho que lo quería, y aunque duró con él muy poco tiempo, hablaba de su amistad como si fuera lo más bonito que le ha pasado.

--¿Lo amaba?

--Supongo que no, nunca me lo dijo --respondió encogiéndose de hombros.

Y fui capaz de pensar... Tal vez Gona no quería más a Lino de ese modo, sino que sólo como simples amigos, y a pesar de ser una de sus mejores amistades, la respetaba y no cruzaba los límites de ésta.
Ahora entendía... Tal vez Gona nunca me fue infiel, sino que fue Lino el que lo había besado.

--Soy un maldito idiota --pensé en voz alta.

--¿Ahora de qué estás hablando? --preguntaron ambos, extrañados.

--Yo asesiné a Lino y terminé con Gona, sólo por celos --dije entre dientes.

--¡¿Asesinaste a Lino?! --exclamaron asustados.

--¡Eso es otra historia! Ya no importa.

--¿Qué ya no importa? ¡Hombre, mataste a una persona! --Luh se veía alterado por la noticia.

--Pero fue un accidente, lo importante es que ya no está y listo, no se puede hacer nada, así que no veo porqué contarles lo que pasó --dije desviando la mirada.

--Tendrías que ir a la cárcel por esto --comentó Sara.

--Lo sé, pero ahora no tengo tiempo para eso, además... nadie lo sabe exepto ustedes y Gona, e imagino que no me antregarán. ¿O sí? --hice gesto de cachorrito como forma de ruego.