¿Me Quieres? {Gonexo} Finalizada.

~8~

La mañana la sentí un poco difícil, pues mi cuerpo se encontraba muy adolorido.

Me costó obtener las energías necesarias para levantarme de la cama y poder hacer mi típico trabajo en youtube.

Pero a pesar del cansancio y del dolor, estaba feliz. Era Viernes, y me sentía alegre al recordar lo que hice esa semana: probé el paracaídismo y pude ayudar a una bella chica a librarse de su novio matón.

Gona llegó en la tarde para ayudarme a preparar las maletas y ordenar un poco la habitación, pues me iba de ahí al día siguiente.

--¿Te sientes mejor? --me preguntó en cuanto ya habíamos terminado con todo el trabajo.

--Sí, gracias --dije mostrando una sonrisa.

--¿Gracias por qué? --preguntó frunciendo el ceño.

--Por una de las mejores semanas de mi vida --dije al tomar asiento sobre la cama, Gona me imitó sentándose al lado-- a pesar de las heridas, lo disfruté --levanté mi mano izquierda para hacer notar mi vendaje.

--Hombre, pero si sólo fue un golpe en el ojo y una pequeña torcedura en la mano.

--No te olvides de que ayer casi me matan.

--Y tú no te olvides de que fuiste tú el que quería ayudar a esa mujer.

--Fue por lástima --dije desviando la mirada.

--Sea por lo que fuese, lo hiciste --me revolvió el cabello con algo de brusquedad-- y aún me sorprende que lo hayas hecho.

--Cuando estoy contigo soy una mejor persona --dije sin pensar.

Inmediatamente se reflejó una enorme sonrisa en el rostro de Gona, y yo me sonrojé al darme cuenta de mis palabras.

--Es lo más bonito que me has dicho --dijo él, con alegría.

--No te acostumbres, pensé en voz alta --dije tratando de excusarme.

Gona empezó a reír, luego me tomó del brazo y me jaló hacia afuera de la habitación, logrando que lo siguiera hasta su coche.

--¿A dónde vamos? --pregunté cuando él me estaba abriendo la puerta del copiloto.

--Hoy es el último día que estás en Madrid. ¿no? Pues quiero que lo disfrutes.

Me dio un empujón para entrar al vehículo, donde no me quedó de otra que sentarme y esperar ver a donde me llevaría.

--Tío, no hace falta que hagas esto, ya tuve suficiente --dije mientras él se ponía el cinturón y encendía el carro.

--Tranquilo, no voy a hacerte pasar peores cosas, sólo quiero una tarde contigo.

--¿Más de las que ya has tenido?

--Sí, será la última por mucho tiempo, debo aprovechar para estar con uno de mis amigos favoritos.

Yo solté una risa irónica, pues era más que obvio que yo con costo me acercaba a lo que se le llamaba "amigo", o al menos eso era lo que yo pensaba.

--¿Qué pasa? --preguntó con un asentó particular-- ¿No me crees?

Yo negué con la cabeza, él volteó un momento hacía mí para verme y mostrarme una muy atractiva sonrisa.