¿Me Quieres? {Gonexo} Finalizada.

~46~

--¡Es que este oso es muy tonto! --gritaba Sara mientras jugábamos una de tantas partidas de minecraft.

--Déjame, sólo soy especial --decía Luh, entre una pequeña risa.

--No, sólo eres tonto --respondió Sarinha, riendo también.

Los tres jugábamos juntos para tener al fin algo nuevo para mi canal, pues ya hacía falta después de tanto tiempo de abandono a éste.

Habían pasado dos semanas desde mi regreso a España, y nada parecía mejorar. Me sentía vacío, con la necesidad de hablar con alguien, pero al parecer ese alguien ya no me quería.

--¡Joder, déjame ya! --se quejaba Luh, al momento de ver como Sara golpeaba su skin hasta casi acabar con todos sus corazones.

--No, te lo mereces --dijo la spidercerda, con tono divertido.

--Hey, calma. ¿Ahora tendré que ser su padre? Se comportan como un par de niños --hablé con seriedad.

--Eres un amargado --dijo Luh, con tono de niño pequeño.

--Lo soy. ¿Podemos seguir jugando?

--No --respondió Sara.

--¿No? --preguntamos Luh y yo, algo sorprendidos.

--Mejor hablemos, que se ve que te hace falta.

--¿Me lo dices a mí? --pregunté extrañado.

--¿A quién más? Vamos, pongan sus cámaras, quiero ver sus hermosos rostros --pidió con algo de burla en su tono.

--Yo soy el único guapo aquí --dijo Luh, con torpeza.

--Los tres sabemos que yo soy la más guapa. Rápido, que no tengo toda la tarde --continuó Sara, chasquendo los dedos.

En cuanto todos tuvimos la cámara puesta y pudimos vernos en las pantallas, Sara sonrió para luego bajar la mirada y suspirar profundo.

--Exo, quiero estar ahí contigo, y creo que Luh también --dijo en voz baja pero entendible.

--¿De qué estás hablando?

--Aún no quieres decirlo, y está bien, pero en estos momentos no deberías estar tan solo.

--¡¿De qué hablas?! --subí mi volumen de voz.

--Pues... --habló Luh-- sabemos que Gona y tú rompieron, él nos lo ha dicho.

¡Ese hombre y su falta de capacidad para guardar secretos! Algo privado, y aunque se tratara de amigos, era algo sólo entre nosotros dos, y no se debería sacar a la luz hasta dejar en claro las cosas.

--Bien, es cierto. ¿Y qué? --me mostré indiferente.

--Que él se veía bastante deprimido, pero sabemos que tiene amigos que lo apoyan. ¿Tú a quién tienes? --preguntó Sarinha.

--Yo... pues... --titubeé antes de contestar-- La verdad es que... Bien, aún estoy en Madrid, no me atrevo a irme todavía, y aquí no tengo amigos de ese tipo, pero eso no me molesta.

--Dime que es lo que esperas en Madrid. ¿Qué Gona te vuelva a buscar? --Sara se veía decepcionada de mí.

--Tal vez --bajé la mirada con tristeza. No quería admitirlo, pero así era.