Los Jóvenes Titanes : " No Me Olvides " [ 2° Parte De " Perdoname" ]

Capítulo 19°

(Narra Starfire)

Luego de la visita de Slade decidí intentar descansar un poco, necesitaba ahorrar el máximo de energía para poder pelear contra él y poder escapar. Así que con cuidado, ya que aún me dolía la seca patada que me había dado, me acosté en el frío y sucio suelo de la pequeña habitación y me hice un pequeño ovillo para intentar conservar el calor.

Intentaba decifrar los sonidos que se escuchaban en el exterior para intentar saber en donde me encontraba, pero nada en ese lugar se me hacia familiar. Exceptuando, claro, la inmensa oscuridad que se alzaba alrededor de mi.

Me preguntaba qué estarían haciendo los titanes y si ya estaban en mi búsqueda. Aunque ,a decir verdad, no me sorprendería mucho si Slade interfiriera en esa decisión y terminara otra vez por borrarles la memoria.

- Starfire! - abrí los ojos de repente al escuchar esa familiar voz aproximarse a la habitación. Mi energía volvió de repente y las ganas de gritar para que supieran que estaba aquí me consumieron.

- !¡Aquí estoy!! ¡¡AQUÍ ESTOY!!- grité esforzandome por romper las malditas cadenas y correr hacia la puerta .

De repente todo estuvo en un completo y sepulcrar silencio. Como si nadie hubiera gritado mi nombre y corrido por los pasillos hace instantes.

- ¡¿Robin?!- Seguí forzejeando las cadenas hasta que por fin cedieron, cayendo con un sonido seco. Me froté las muñecas y me levanté rápidamente, pero enseguida sentí el punzante dolor en mis costillas y espalda. Lo ignoré por completo y corrí hacia la puerta.

Era de metal o algún tipo de metal precioso el cual era difícil de romper y era demasiado frío al tacto. Golpee la puerta repetidas veces para ver si alguien respondía a mis auxilios pero nadie parecía escucharlas. Ni siquiera Slade.

Hice fuerza de toda mi fuerza alienigena que en ese momento poseía y tomé el borde de la puerta e intenté abrirla por la fuerza. Al principio se resistió pero luego se abrió lo suficiente como para que mi cuerpo pudiera salir.

El pasillo era oscuro, salvo por las pequeñas bombillas que colgaban del techo. Miré hacia los dos lados para ver si alguien se encontraba cerca pero para mi buena suerte nadie parecía acercarse a mi humilde aposento. Gracias a Dios.

Decidí ir por el pasillo de la izquierda, sosteniendome de las paredes ya que la poca iluminación no ayudaba mucho.

De pronto se escuchó un segundo eco de pasos, además de los míos y un escalofrío me recorrió la espina dorsal.

- Star, Star - Suspiró él frustrado. Comenzé a caminar con más rapidez intentando duplicar los metros que nos separaban.- no voy a decir que me sorprende que hayas podido salir- dejé escapar un sollozo y seguí caminando intentando desesperadamente encontrar una salida- pero creía que podías llegar a ser más listas como para saber que no tienes que salir de la maldita habitación- dijo cambiando el tono de su voz, a uno mucho más molesto y violento, lo que me asustó mucho más.

Divisé una puerta justo en frente mío y no parecía haber más salida que esa.

Ay por favor, que esa maldita puerta esté abierta.

Por el amor de Dios, que esté abierta.

Corrí como pude hacia allí y golpee violentamente la puerta contra mi hombro esperando que cayera del otro lado, pero no sucedió . La puerta se quedó perfectamente cerrada.

- Vamos...ábrete, por favor - dije para mi misma pero sin calcular el nivel de tono de voz con el que lo dije.

Sentí su fría respiración en mi nuca e inevitablemente comenzé a temblar. Mordí mi labios para evitar sollozar, pero no pude hacerlo.