Capítulo 11

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Pov Natsu

Sentía el tiempo pasar tan lento, que Gajeel iba a 20 kilómetros por hora, cuando en realidad iba a todo lo que le daba la camioneta. Y agradecía eso, pero me estaba comenzando a desesperar, el tiempo era una eternidad en estos momentos para mí.

Mi pierna se movía descontrolada mientras mis manos estaban hecha puño con tal fuerza que los nudillos se hacían blancos. Mi piel estaba erizada ante el enojo que me corroía por dentro. Deseaba asesinar a Sting si solo se atreviera a ponerle una mano encima a Lucy. A mí Lucy.

—Carajo Gajeel, acelera. —Dije con los dientes apretados tratando de no gritar.

—Es todo lo que da Salamander, pronto llegaremos... —asentí tratando de no bajarme de la maldita camioneta e irme corriendo.

Cuando menos espere, Gajeel freno, frente a nosotros estaban las bodegas de helados abandonadas. Sin esperar a nadie, baje de la camioneta y corrí rápidamente hacía un de las bodegas, escuche como todos venían detrás de mí, no le di importancia. Solo quería tener a Lucy en mis brazos...

Una leve luz en la bodega de al lado me llamo por completo la atención, mis piernas dolían, el respirar me causaba agujas en los pulmones, así que corrí más rápido hacia donde vi la luz.

—¡¡NATSUUUU!! —Ese grito puso alerta todas mis alarmas.

Al llegar empuje la puerta de una patada a tal grado que la mande estrellarse y romperse en mil pedazos por lo podrida que estaba. Pero la imagen que vi me destrozo por completo.

Lucy estaba arqueada completamente, Sting estaba dentro de ella con una cara de placer, todo lo que había tenido dentro de mí, en esos momentos salió a flote.

Sin esperar a nadie corrí a todo lo que obligue a mis piernas, tome a Sting de los hombros y lo jale tirándolo al piso, no le di ningún puto segundo de responder.

Ya estaba sobre el destrozándole la cara puñetazo tras puñetazo, el crujir de mis nudillos contra su cara no aliviaba el dolor, y la irá que me estaba llenando por completo en estos segundos. Mis puños bajaban automáticamente, con más fuerza a cada momento, Sting ya se había desmayado, pero yo no podía parar de golpearle. No lo quería.

Si no fuera porque Gajeel me tomo por debajo de las axilas y me separó, juro que lo hubiera matado.

—¡Natsu, contrólate! —Esas palabras solo hacían bullir mi ira cada vez más.

—¡Natsu! ¡Lucy se desmayó! —Al instante deje de pelear contra Gajeel, el al ver ello me soltó, pero corrí inmediatamente hacía Lucy, su cuerpo estaba cubierto por la camisa que traía Gray.

—¡Lucy! —Al verla note como se había puesto pálida, de su nariz y oídos salía sangre. Por un lado de su cara se había comenzado a formar un hematoma levemente morado. No dude ni un segundo en tomarla en brazos y correr con ella al auto de Gajeel.

Cuidando que su cabeza estuviera recargada en mi pecho, subí de copiloto y Gajeel de piloto, no supe quienes subieron ni quienes no, en la cajuela subieron más personas, no me importaba.

Solo quería llegar al hospital lo más rápido posible, acurruque a Lucy entre mis brazos, hundí mi cara en su cabello oliendo ese aroma a vainilla con chocolate que tanto amaba.

—No me dejes Luce... No te vayas, quédate conmigo nena... —susurré lentamente en su oído sintiéndome al borde de las lágrimas.

La camisa de Gray le quedaba sumamente grande y agradecía eso.

Amor LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora