Capítulo 29

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Natsu se había quedado contemplando el bello rostro de Lucy ante la luz de la Luna, no sabía con exactitud que hora era. Pero deseaba jamás salir de ahí, de ese momento, que la noche nunca terminará y les acobijará con su manto dándoles esa magia que solo los nocturnos podían obtener de ella.

Con un suspiro movió levemente a la rubia, quien se había quedado dormida en sus brazos, logrando desperezarla de la forma mas suave posible. Esos chocolates se abrieron poco a poco cual niño abriendo la envoltura de algún dulce.

Batió sus pestañas levemente hasta que pudo enfocar al peli-rosa que le despertaba de aquel leve sueño que había obtenido. El calor subió a sus mejillas acompañados de una sonrisa que afloró en sus labios.

—Es hora de irnos, mi Luce —susurró el mayor mientras quitaba un mechón rubio de la contraria que se mantenía sobre su rostro.

—Quiero quedarme aquí, parecemos Adán y Eva. Metidos en el bosque, desnudos. —Ambos rieron sin poder evitarlo. Segundos después se levantaron, con la intención de cubrir su desnudez. Pero había una pequeña cosa...

—Lucy, la ropa interior esta húmeda —Natsu no tenía problema alguno en andar en puros pantalones, ya lo había hecho antes cuando tenía demasiada prisa y se olvidaba.

—Ay no... —En cambio Lucy trago duro, sería algo sumamente raro el tener que ir sin ropa interior, a pesar de que sea con Natsu. Jamás había pasado por algo así. Tragando duro asintió— Pues... vayamos a nuestro departamento.

—¿Te iras sin ropa interior? Luce, que pervertida —sentenció Natsu como todo niño inocente, Lucy le dio un golpe juguetón en el hombro.

—Así me quieres. —Sentenció. Natsu la agarro por la cintura aun estando desnudos, apegándola de nuevo a su cuerpo. Bajando su rostro hasta el de la rubia.

—No te quiero, te amo —Lucy se lanzo a besarle tomando esos labios como propiedad suya. Natsu simplemente se dejaba hacer.

El beso se estaba volviendo de nuevo más intenso, sus lenguas ahora debatían en quien tendría mas terreno en sus cavidades bucales, compartiendo fluidos sin poder evitarlo. Lucy sintió que algo golpeaba su vientre. Al separarse del beso con la respiración levemente acelerada, miro abajo, descubriendo el miembro de Natsu erecto.

—¿Segundo round? —pregunto divertida.

—No tengo otro condón Lucy. —Natsu suspiro sobre sus labios, si la volvía a besar sabría que mandaría a la mierda la protección y que mañana compraría una pastilla.

—Y por eso compraremos una pastilla mañana. —Lucy volvió a atacarle a besos. Era su perdición esa mujer. Y su cordura se fue a la mierda.

La noche se convirtió en madrugada, el sol salía de entre las montañas dándole directamente en el rostro a la pareja que aun seguía en la manta desde varias horas. Durmiendo más que tranquilos, el sonido del rio correr les arrullaba cual canción de cuna. Más un grito les hizo levantarse cual rayos. Una joven que tenía los audífonos puestos los veía desde unos metros. Con una cara de sorpresa, y por otra parte, desaprobación.

Ambos se miraron para segundos después tomar su ropa junto con sus cosas y salir corriendo cuales dos dementes desnudos por el bosque, ni flash les vio la sombra cuando desaparecieron saliendo por el arco de flores. Natsu guío a Lucy por un sendero oculto donde había dejado el auto. Una vez adentro protegidos por los vidrios polarizados, se miraron mutuamente, tratando de respirar tranquilos para luego romperse a reír cual locos.

Nunca en su vida habían experimentado tanta jodida adrenalina. Cuando por fin se calmaban un poco, se volvían a ver y reían mas fuerte. Hasta que la panza les dolía y las lágrimas cubrieron sus mejillas.

Amor LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora