Capítulo 8

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El sol quemaba a todo aquel que no trajera gorra o bloqueador solar en el estadio de carreras de fórmula 1. Todos gritaban como locos esperando la carrera y mirando a los corredores los cuales estaban en la pista en sus respectivos autos hablando con sus representantes.

Pero había uno en especial que todos aclamaban, el corredor más joven de la historia, pero nadie conocía su verdadera identidad en realidad, jamás se había quitado el casco y nadie jamás ha visto su rostro.

Su nombre, era Lucyo.

Las 3 de la tarde daban en la hermosa ciudad de Magnolia, era la hora de la carrera final del año, se acercaba causando que todos quedaran completamente nerviosos al pensar en que podían perder, o ganar, querían llevarse la copa a sus casas. Pero no se sabría decir si era posible.

Lucyo estaba moviendo las muñecas y acomodando algunas cosas en sus manos, los guantes para evitar el que se le resbalaran los dedos en el volante por el sudor del nerviosismo.

Un hombre rubio al igual que su bigote, con un traje café que a leguas se miraba demasiado caro se había acercado al joven.

—Bien Lucyo, sabes que debes ganar esta carrera, serás reconocido como el mejor conductor de todo el mundo ganando 79 carreras seguidas, pero antes, quiero decirte que me siento orgulloso de ti, ojala pudiera conocer tu verdadera identidad, pero bueno... Es todo, ¡hora de correr! —Dicho esto Lucyo asintió, el hombre se alejó mientras el corredor iba a la fila de autos para la vuelta de calentamiento.

—Bienvenidos sean todos a la carrea de 500 vueltas, la cual cerrara el año de carreras. Lucyo va a la cabeza por ser el primer campeón en el mundo en ganar 79 carreras seguidas sin perder su puesto, el mejor corredor en años, señoras y señores. Pero es un verdadero misterio —siguió el conductor y narrador de la carrera—. Ya que absolutamente nadie conoce su verdadera identidad, es un misterio completo, quizás hoy podamos conocerla.

La bandera verde se meneo en el aire dando paso libre a los corredores, todos aceleraron a tal grado que zumbaba el piso por la intensidad y potencia de los motores— ¡Y ahí van! Mientras tanto hablemos un poco sobre nuestro campeón. Comenzó a correr a los 13 años en carreras ilegales en las calles por mera pasión. Demostraba una gran agilidad y adiestramiento en cada carrera, tuvo sus altos y sus bajos pero todos los supero con la cara en alto, a los 15 años se sintió preparado para correr en carreras profesionales así que finalmente tuvo el valor de inscribirse, ha ganado las carreras los últimos dos años en todas las temporadas. Debe tener un cuarto con los trofeos. Quizás haya una mujer detrás de ese casco —el narrador se soltó a reír junto con muchos hombres del estadio—. Eso jamás pasaría, las chicas no saben conducir.

Lucyo aceleró a tal grado que el caucho no le afectaba y si lo hacía lograba maniobrar de forma sorprendente para seguir en el mismo puesto, todos estaban sumamente sorprendidos por tal acto del campeón. Podría chocar si seguía así...

2 horas después en la vuelta 499.

—¡¡Y el ganador es Lucyo!! ¡¡El campeón no pierde su lugar, es sorprendente!! —Lucyo freno y metiéndose al pasto de medio estadio comenzó a quemar llanta fuertemente dejando el pasto negro bajo sus ruedas. El olor a caucho quemado llenaba el ambiente de sobremanera.

Cuando bajo del auto muchos fotógrafos, personas, camarógrafos y productores de noticias se le acercaron, miro a un hombre acercarse con su trofeo y dinero ganado, lo tomo depositándole en el suelo. Lucyo comenzó a desabrocharse el casco, cuando lo lanzó al piso todos miraban sorprendidos como una gran melena rubia y brillosa se movía con fuerza en el aire.

Amor LocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora