Amor Loco

Capítulo 19

Pov Lucy

¿Les ha pasado que alguien al principio les cae bien, y luego les cae muy mal?

Porque eso es justo lo que a mí me sucede, pero con la persona que jamás creí que podría pasarme.

Hace dos semanas Natsu me había pedido que viviéramos juntos en un apartamento. Obviamente acepte. No podía decirle que no, no a él con sus ojos preciosos.

Y hace dos semanas Shelia llego a nuestras vidas, pero en esas dos semanas Natsu no me había ningún tipo de caso por estar con su hermanita. Entiendo que ella se fue por años y que están tratando de recuperar el tiempo perdido, pero esto no podía seguir así. Hoy se haría la fiesta de noche buena para pasar a la navidad.

Ya tenía el regalo perfecto de Natsu. Una bellísima cadena de oro puro con sus siglas. "ND". Esperaba que le gustará. Estaba terminando de colocarme el vestido de rojo al más puro estilo de Santa Claus, había quedado con las chicas que ese sería, pero no se le aviso a Shelia... Natsu se vestiría de reno como Gajeel, Gray y Jellal.

Escuche la puerta abrirse en el primer piso del departamento y una mueca se formó en mi rostro al escuchar a aquellos dos entrar riendo como locos.

—¡Ay Natsu-Nii! No has perdido el tiempo en estos años —al salir de la habitación y dirigirme a las escaleras estaba escuchando todo.

—¡Pero si holaaaa! Lo dice quien ha tenido unas grandes aventuras en la escuela de música en Australia. Dime, ¿es cierto que las arañas son enormes? —Al bajar por completo las escaleras no pude evitar voltear los ojos al verlos sentados en la isla de la cocina en los bancos modernos.

—Son monumentales —en eso Shelia me ve y me sonríe dulce—. Oh, hola Lucy-Nee. Te ves increíble como Santa sexy.

—Hola —respondí cortante, me dirigí a Natsu quien ya estaba dándose la media vuelta en la silla—. Hola amor —lo tome de las mejillas al tenerlo enfrente y le deposite un enorme y muy largo beso.

Al separarnos sus fuertes brazos me rodearon la cintura, al ver a Shelia vi que traía bolsas consigo.

—Fuimos de compras —me respondió la misma sonriendo aun—. Ya tengo mi traje para la noche —sonreí. Le había dicho a Natsu que le dijera yo sería Santa, y las chicas la ayudanta de Santa, pero en realidad ella sería la única de duende. Iríamos a la posada de la escuela. Y ahí sería su fin.

¡Y eso no era todo! ¡Ella se había mudado definitivamente a Magnolia, y se había metido en nuestra escuela! Hasta en los recreos tenía que aguantarla. Además de que todos los chicos de la escuela andaban como perros detrás de ella, a pesar de que los dejará de lado o en la zona de amigos. Seguían insistiéndole. La voz se había corrido que la hermana de Dragneel estaba más buena que el pan, que era una sirena andante con voz de ángel. La verdad yo no le miraba nada de especial. Solo sabía cantar, y si, tenía lindo cuerpo, pero tampoco como para que todos comenzaran a hablar de ella como si fuera la última Coca cola del desierto.

—Perfecto, Natsu. Cariño, ve a cambiarte que nos iremos dentro de poco— y eso no era mentira. Eran las 8.30 de la noche. La fiesta se acabaría a las altas horas de la madrugada, y debíamos disfrutar.

—Si, deja llevo a Shelia a la casa de mis padres a que se aliste —justo cuando iba a abrir la boca Shelia habla.

—No es necesario Natsu-Nii, mi coche ya está lavado y ya está afuera —estaba tecleando unas cosas en su celular a lo que pude ver.

—Bien, te miramos más tarde en la fiesta.

—Igual —Se besaron las mejillas. Yo hice lo mismo con ella. Me sentía tan hipócrita.