Pov Shelia
Había pasado una semana desde mi llegada a casa de nuevo, me aseguraba que Natsu tuviera al menos 9 comidas al día, y utilizara el gimnasio en casa que papá instalo hace años. Díganme lunática, pero el necesitaba todas esas comidas, la proteína, y vitaminas, y yo me encargaba de que se le suministraran.
Su masa corporal había aumentado, al igual que su peso. Gracias al cielo estaba recuperando su figura, verlo super delgado, con aquellas ojeras bajo sus ojos, y la mirada perdida, me rompió el alma en todos los sentidos posibles.
Vi como Natsu subía y bajaba una pesa de 50 kilos trabajando los bíceps. En esta semana se habían hecho muchos logros, debido a que era constante. Pero eso sí, jamás faltaba a la escuela. No quería que perdiera el año, aunque tenía buenas calificaciones.
—Bien, repitamos el plan. Le dirás a Lucy que la quieres ver en el bosque de luciérnagas a las... —espere, caminando de un lado a otro frente a mi hermano, quien me seguía con la mirada.
—Ocho de la noche. —Asentí.
—Y luego... —me cruce de brazos deteniendo el paso y quedando frente a frente, pero con casi dos metros de distancia, mientras el seguía con la pesa, acompasando su respiración.
—Le diré que estuve pensando en lo nuestro...
—¿Y? —
No respondió. Su ceño se frunció y esta vez miro sobre mi cabeza hacia la piscina —el gimnasio estaba cerca de la piscina, teniendo ventanales de cristal y una puerta corrediza—.
—¡Natsu! —le reprimí. El suspiro.
—Le diré que la amo, demasiado. Y que... se tiene que ganar mi perdón y te debe dar una disculpa. —Sonreí enseñando mis dientes.
—Buen chico. —En ese momento dejo caer la pesa en los colchones.
Fruncí el entrecejo, Natsu simplemente tomo la toalla que estaba en un aparato del gimnasio y se la paso por el cuello, la cara y el torso desnudo, colocándola después en el hombro. Camino hasta el pequeño frigorífico que estaba en una pared, saco un agua se la bebió de un solo trago.
Estaba nervioso.
—No la he visto en dos semanas. No sé como esta. No sé nada de ella, no sé como reaccioné al verme, y no sé si de verdad quiera volver conmigo. En esta semana no la he visto en clases. —Lanzo la botella en el cesto de basura de al lado del mini refrigerador. Se dejo caer en un banco que había por ahí.
No dude un segundo en acercarme, quedando arrodillada ante él— Ella aun te ama. Ella querrá volver contigo, y si no es así. Pues que estúpida.
—¡Uff! ¡Como ayudas hermanita! —reí levemente y tomé su rostro entre mis manos.
—Pero se que si ella te rechaza... irás detrás de ella. Olvida las cosas, deja el pasado atrás. Solo quiero que seas feliz con quien amas, te lo mereces. Puede doler, pero es lo mejor. —Deje mis manos en sus rodillas, un rayo de sol entro por el ventanal, dándole a mi pulsera de dragón, causando un leve halo, y el reflejo le dio a Natsu en el rostro.
Sin darme cuenta sus dedos recorrieron la pulsera causando un leve movimiento en el cuerpo de esta. Me mordí el labio con fuerza, dolía.
—Me gusta tu pulsera... —sonreí forzada, sus ojos jade se opacaron levemente— ¿la puedo usar?
Traté de mantenerme tranquila, le sonreí y negué.
—No, tu tienes la tuya —solté una risa tratando de aligerar el ambiente. Nunca lo había visto sin la pulsera que le regale.

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Amor Loco
FanfictionLucy era hija única, y huérfana, sus padres le dejaron suficiente herencia hasta más allá de su muerte. Pero para todos era un bicho raro o una gema preciada solo por una razón. Era virgen. Algo muy raro en la actualidad para una chica de 20 años...