La caída del bosque

Ryon #6

Habían pasado semanas desde que habían regresado de la expedición a Koltrep y aún no había sucedido nada. A pesar de lo que Lord Él pudiera estar planeando, Ryon y el grupo habían participado en varias misiones a petición de algunos nobles.

Desde hacía tiempo que no se oía de ningún ataque. 

Tebastian y Dox habían desparecido juntos quién sabía a dónde unos días atrás. ¿Desde cuándo esos dos se agradaban? 

A esas alturas Ryon había empezado a impacientarse.

- Pasó lo mismo hace cinco años – le estaba diciendo Jun mientras terminaban de alimentar a los caballos –. Después de que mi pueblo fuera destruido ya no hubo más ataques.

- No me digas que vamos a tener que esperar otros cincos años para acabar con esa cosa.

Ella se encogió de hombros. Ryon estaba agradecido por su sinceridad, pero eso no quitaba que se sintiera nervioso por lo que pudiera ocurrir en el futuro cercano. Tenían una criatura fantástica al acecho y, ya fuera en dos días o dentro de cinco años, tendrían que pelear con ella sin tener la más mínima idea de cómo derrotarla.

Y probablemente tuvieran que hacerlo con un hombre de menos, porque Ryon iba a matar a Rico por andar divulgando su pasado como si fuera el menú de un restaurante. Lo cierto era que se sentía más ligero desde que sabía que Jun sabía. Eso no quería decir que Ryon se hubiera olvidado de aquello, pero no lo pasaba tan mal al recordarlo, al menos.

Volvieron a la casa sin dejar de hablar sobre el puñetero hombre del bosque que ahora se le aparecía en sueños a Ryon todas las noches. Habían habilitado una parte del salón para guardar las nuevas armas y armaduras que habían comprado con sus últimos sueldos. Jun comenzó a prepararse para limpiarlas y Ryon sonrió al pensar en el trapo gastado y la espada vieja que se habían encontrado como por casualidad una noche en aquella misma habitación.

Ahora tenían armamento de primera, toda la comida que pudieran desear y ofertas de trabajo por doquier. Las chicas hasta se habían comprado unos escarabajos ridículos y habían comenzado una colonia.

- Irónico, ¿no?

- ¿Eh?

- Hace dos meses hubiera dado lo que fuera por estar en esta situación y ahora lo devolvería todo por recuperar la tranquilidad de antes. Mis planes no iban más allá de ver a los chicos bien posicionados y retirarme a algún sitio cerca del mar. ¿Te parece que sería muy cobarde si nos escapáramos todos de esta locura?

Jun suspiró. Dejó lo que estaba haciendo y se acercó a su lado.

- Saldremos de ésta de alguna manera. Podemos dejar que el monstruo se coma a Lord Él y rezar para que le dé indigestión.

Ryon soltó una risita. Rico y Cezenia, que habían salido un rato, entraron en la casa como huyendo de una peste.

- De nuevo hay una fila delante de la casa. ¿Cuántas veces vamos a tener que echarlos para que entiendan?

Ryon se asomó a la puerta. Desde que se habían vuelto "famosos" habían empezado a tener visitas de guerreros que querían unirse a la tropa. Hasta se formaban cuando alguno de ellos pasaba cerca. A Ryon lo seguían cuando se lo encontraban por la ciudad. Ya no sabía cómo decirles que no pensaba reclutar a nadie. No mientras todos los alrededores del bosque estuvieran en peligro.

- ¿Te das cuenta de que nunca están aquí cuando Angélica anda cerca? – dijo Jun con las comisuras de la boca curvadas hacia arriba.