Disculpa

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Tres días pasaron desde el ataque de Hades al santuario comenzado las remodelaciones, pero a pesar de que las actividades nos mantenían ocupados borrar las palabras del dios era imposible en especial cuando su lienzo se podía visualizar tanto de día como de noche, recordando en todo momento su tétrica sentencia. Uno de ellos era Tenma que yacía distraído por la situación, cada cierto tiempo se detenía perdido en un punto determinado del lugar con su mirada abaja.

— Tenma. —sujeté su hombro, el impredecible actuar tenso su cuerpo. —

— ¿Helena? —no pudo regresar a verme, se escuchaba ausente, desanimado y sobre todo confundido. —

— Piensas mucho... —sentándome junto a él. —

– Lo siento, lo que paso con Alone me tiene muy inquieto... nos conocemos desdés niños y no puedo comprender como llego a convertirse en ese dios. —sus orbes rojizos posaban en la pulsera de flores sujetándola con añoranza perdiéndose una vez más en los recuerdos de su infancia. —

— Estas en una encrucijada donde tus lazos se mezclan con tu deber, más nunca flaqueaste te mantuviste leal a tu corazón y el deseo de tenerlo de vuelta algo totalmente diferente a como reaccione. —Tenma intrigado enfoco sus rojizos ojos en mí. — Tuve miedo como una niña, no hice nada para detener a Hades solo observar como tú, Aldebarán y su santidad daban todo para acabar con el dios. Sé que la muerte de Albafica me dejo un agujero en el pecho estoy segura que debe estar muy decepcionado de mí.

— No, no digas eso para mí actuantes como debes, diste lo mejor de ti a sabiendas del gran luto que cargabas. La verdad no conocí a Albafica, pero doy por sentado que él nunca estaría decepcionado de ti, el amor que te tenia fue inmenso... lamento mucho lo que le paso. —apretó con furia sus puños bajando una vez más su mirada. — Sé que Alone fue el causante de esa tragedia, la muerte de tantos por esta guerra sin cuartel.

Su voz era de ira contenida, liberándose dentro de él un choque de ideales, que incluso engullía salvia al ver el futuro que se avecinaba, su amistad ahora estaba en juego y dudaba si volverían a ser los mismos de antes.

— ¡Tenma despierta! —sin venir al caso el castaño recibió un fuerte golpe en el cabeza, que causo que peñas lagrimas salieran inconscientemente. —

— ¡Eso si me dolió Dohko! —el joven le recrimino enseguida sobándose su cabeza. —

— Dohko no era necesario golpearlo. —ahora yo recibía la atención del santo, el cual cargaba un gran pilar bajo sus hombres y a causa del calor y el esfuerzo físico la parte superior de su armadura había sido retirada. Su rostro ahora pintaba una expresión de asombro al verme con más detalle. —

— Entonces es verdad lo que rumorean, ya no usas la máscara. —baje levemente el rostro al recordar el porqué de la decisión esto llevo al santo a reflejar nerviosismo sé que no lo hizo por mal, pero recordar la situación que llevaba ahora era una fuerte carga. — Lo-lo siento Helena, no quería incomodarte, lamento mucho lo que sucedió con Albafica... su recuerdo vive en ti y en las vidas que tanto protegió. El siempre estará contigo. —intentaba animarme, sin embargo era inútil sentía un profundo vacío que con algunas palabras no iba a cerrar tan fácil.—

— Gracias... es mejor que me retire aún hay un gran trabajo por hacer. —intentando dibujar una sonrisa. —

— Helena, recuerda no estás sola en esto. Siempre estaré para ofrecerte una mano. —su alegría regocijó un poco mi corazón, emprendiendo mi retira... quizás con el tiempo pueda superarlo junto a mis hermanos de armas. —

El santo observaba la retirada de la santa, lucia preocupado ya que no era muy difícil percibir su precario estado anímico sin contar que estuvo a punto de perder su cosmos, más algo le daba vueltas la cabeza su amigo de armas Shion estuvo presente en aquella tragedia afirmando que el cosmos que fue liberado por la santa no era normal, poseía una cierta oscuridad idéntica al dios del Inframundo que incluso cambio el color de su cabello, aun así los informes fueron descartados asegurando que lo que presencio Shion era el resultado ante la pérdida del control de una estrella agonizante.

La Estrella Agonizante (Terminada -En edición )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora