Había perdido el tiempo en aquel regalo de parte de Hades, no dejaba de sonreír y sentir una gran felicidad, me sentía libre sin ninguna atadura incluso había olvidado la guerra que se estaba suscitando.
— ¡Achís!... —el estornudo hizo que volteara a su dueño. —
— ¿Te encuentras bien Cheshire?
— No me quiero quejar, mi reina, pero las flores me causan mucha alergia... ¡Achís!
— Ay Cheshire, tenías que haberme dicho antes, ven entremos. —tome un ramo de flores que había recogido y junto al joven espectro entramos al castillo de Hades. —
El pequeño a pesar de sus estornudos me acompañó a mi recámara donde el vigilaría tal cual lo hacía Radamanthys. Mientras el esperaba en la puerta comencé a colocar las flores en un florero, quería darle un poco de vida a mi habitación, así como lo hice en mi niñez, cuando terminé me quedé contemplándolas, pensando con una sonrisa en mi rostro, hasta que tocaron mi puerta.
— Si adelante.
— Mi señora, el señor Hades quiere verla. La está esperando en la biblioteca. —dijo el espectro de la bestia. —
— O si enseguida iré. —por primera vez no me intimidaba ver a Hades, más bien quería verlo, extraña sensación. —
Junto con Cheshire me dirigí a aquella biblioteca en el camino me encontré con Lune, el cual se inclinó ante mi respetuosamente y me abrió las puertas donde se encontraba el dios Hades en aquella cámara de imágenes flotantes. El joven blanquecino solo se inclinó para después salir de la habitación y dejarme a solas.
— Ven, es momento de que conozcas el inicio de la guerra. —camine hacia su dirección colocándome a su lado. —
— Estoy lista... —lo dije intentando de que la voz no se me rompiera a causa del temor que tenía, pero no pasó desapercibido. —
— No tengas miedo. —tomando mi mano. —
— Es que, no sé con qué me voy a encontrar, no se si esto me confundirá más de lo que ya estoy.
— Mi reina. —el acaricio mi mejilla para tratar de tranquilizarme. — Si no estás segura entonces no te obligare....
— NO. —interrumpí al dios. — Ya no quiero vivir una mentira, quiero saber la verdad. —
El dios acento con la cabeza para después manipulara aquellas imágenes flotantes para crear una simulación de una ciudad antigua griega.
— En la era del mito, los humanos comenzaron a fortalecer el conocimiento y la filosofía. Era la era dorada del conocimiento antiguo. Los dioses comenzaban a perder su poder y dejar que los humanos busquen su camino lejos de las deidades y supersticiones. Nuestra tarea estaba llegando a su fin. Yo regia la muerte y saber que los humanos dejarían detrás su ignorancia me llenaba de gozo, ya que así la muerte dejaría de ser un tabú y comenzaría a formar parte de un ciclo necesario, tan importante como la vida. Pero Athena nunca estuvo de acuerdo.
Hades volvió a cambiar las imágenes a una sala donde podía ver claramente al panteón de los dioses griegos: Ares, Poseidón, Hera, Hefesto, Afrodita, Apolo, Artemisa, Atena e incluso el mismísimo Zeus. Cada uno de ellos discutían acerca del conocimiento que los hombres habían llegado a tener.
Hologramas. Era del mito. Olimpo
— Es inaudito, los humanos no pueden tener acceso a conocimientos exclusivos de los dioses. —recriminaba Apolo con sus puños golpeando los brazales de su trono. —
— Sabias que nuestra era no duraría para siempre. —se opuso Hera. —Los humanos ahora serán libres de creen en la verdad que el conocimiento les otorgue.
ESTÁS LEYENDO
La Estrella Agonizante (Terminada -En edición )
FanfictionUna armadura que no es ni de plata ni de bronce trae con sigo la destrucción de su alrededor, Helena Caballero de la estrella agonizante Eta Carinae trae consigo esta maldición y la rencarnación de la muerte. A punto de comenzar la guerra santa ella...