16.

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Taehyung abrió la puerta de su habitación, dejando que su amigo pasara primero para luego cerrar la puerta detrás de ambos.

–Odio la comida de la escuela –se quejó Jungkook mientras que dejaba su mochila en el suelo, junto a la puerta–. A partir de ahora llevaré comida ya preparada, como haces tú.

–Me parece bien –el mayor estuvo de acuerdo, dejando su mochila junto a la otra–. Lástima que no se te ocurrió antes, ya estamos por acabar el colegio.

–Lo sé –Jungkook soltó un sonido parecido a un quejido, se sentó en la cama–. ¿Puedo recostarme? Tu colchón es realmente cómodo.

–Sabes que sí puedes, deberías dejar de preguntarlo.

Un día, Jungkook y Taehyung se habían reunido para estudiar, pero el menor estaba tan cansado que se había quedado dormido entre las suaves sábanas de Taehyung. Desde ese momento, cada vez que ingresaba a aquella habitación pedía permiso para recostarse, ya que la cama era muy cómoda. Pero solo eso no era lo que le agradaba tanto a Jungkook, las sábanas tenían el delicado aroma a romero del mayor, y le gustaba sentir aquello.

–¿Sabes? Jin hyung quiere que vuelvas a visitarnos –comentó Jungkook, ya recostado en la cama, con ambos brazos cruzados bajo su cabeza–. Le gustó mucho que hayas comido todas las galletas que preparó el otro día.

–Volveré cuando tenga otra crisis –bromeó Taehyung, sentándose en la cama, a un lado de su amigo.

–Sabes que puedes ir en cualquier momento, no solo cuando te sientas así... Yo vengo muy seguido.

–Ya es una costumbre –el mayor de encogió de hombros–. A mis padres les agrada que vengas, dicen que parezco más feliz.

–¿Y eres feliz?

El silencio inundó la habitación durante algunos largos segundos que parecieron minutos. Taehyung pensó bien en su respuesta antes de hablar.

–Aunque me sienta triste, no duro mucho tiempo así si estás a mi lado –miró al menor, quien le dedicó una linda sonrisa–. Supongo que debo agradecerte por eso.

–No es necesario –Jungkook extendió su brazo, jalando un poco a Taehyung–. Ven aquí, Tae. Hoy soy yo el que necesita un abrazo.

Taehyung se recostó a un lado de su amigo, apoyando su cabeza en su pecho –¿Te sientes mal?

–No, sólo... Hay veces en las que uno necesita la compañía de otro. ¿No lo crees?

–Sí, entiendo a lo que te refieres.

Ambos volvieron a quedarse callados, pero ésta vez fue por más tiempo. Taehyung se sintió tan relajado oyendo los latidos del corazón del contrario, que creyó que pronto acabaría dormido.

–Tae... –Jungkook lo llamó, el mayor sólo emitió un sonido, demostrando que lo oía– ¿Tu alguna vez tuviste novio?

Eso sí que había tomado por sorpresa a Taehyung, quien se incorporó un poco en la cama, apoyándose en uno de sus codos para ver al menor.

–¿Qué?

Jungkook se sintió avergonzado en ese momento. ¿Por qué siquiera había preguntado eso? No era de su incumbencia. Además, ¿qué clase de pregunta era esa? Taehyung era muy bello, obviamente había tenido pareja.

–Olvídalo –miró hacia otro lado, evitando al otro.

–No, nunca he tenido novio –respondió Taehyung, y su amigo lo miró nuevamente–. ¿Por qué lo preguntas?

Romero | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora