Romero | KookTae

34.

Jungkook caminó de forma rápida por el pasillo del departamento, había logrado salir antes del trabajo y debía alistarse. Taehyung lo había llamado la noche anterior, diciéndole que la florería abriría al día siguiente y se notaba muy emocionado, así que Jungkook le había prometido que aunque sea solo por poco tiempo, pasaría a visitarlo por la tarde, quería estar presente en ese día tan importante para su novio.

Cuando llegó a la puerta del departamento, sacó las llaves del bolsillo de sus pantalones al mismo tiempo en que la puerta de al lado se abría.

—Oh, hola, Jungkook —lo saludó Yoongi al tiempo que cerraba la puerta, cargando una bolsa de residuo negra en su mano izquierda—. ¿Saliste antes del trabajo?

—Sí, hoy Tae abrió la florería —el menor sonrió—. Momo me dijo que ella podía cubrirme por hoy.

—Genial, Jiminie me despertó temprano en la mañana, quería ir a visitar a Taehyung también —hizo una pausa el de cabello negro, mientras guardaba las llaves del departamento en el bolsillo de sus pantalones deportivos—. Tu novio estaba muy contento, también estaba su madre con él —Jungkook no pudo evitar la satisfacción que le generaron las palabras "tu novio"—. Nosotros compramos una maceta pequeña de caléndulas.

— ¿En serio? No puedo imaginarte comprando flores.

—Jiminie quiere decorar la cantera de la ventana de nuestro cuarto, dice que eso va a darnos más alegría y energía —Yoongi rodó los ojos—. Yo no creo en todas esas mierdas, pero si él está tranquilo con eso, no me molesta.

Jungkook rio — ¿Pero no se caerá la maceta de la ventana?

—En la semana instalamos una maceta de madera que ocupa toda la cantera, así que Jiminie está poniendo las flores allí ahora mismo... Aunque quiere comprar más.

—Llenará el departamento de flores.

—Que siga soñando, sólo acordamos ponerlas en la ventana de nuestra habitación —el mayor hablaba mientras caminaba por el pasillo, dirigiéndose a las escaleras.

— ¡Nos vemos luego, hyung! —Saludó Jungkook, recibiendo un movimiento de mano de Yoongi en respuesta.

Jungkook ingresó al departamento, cerrándola la puerta detrás de él pero sin cerrarla con llave, ya que quería ahorrar el mayor tiempo posible para poder ir rápido a la florería de Taehyung. Pensar que su novio había logrado cumplir lo que tanto quería lo alegraba, ya que él mismo había estado presente cuando Taehyung buscaba algún lugar, leía y releía muchísimas veces todos los papeles de autorización, y también lo había ayudado pintando las paredes y en la última semana, de la instalación de muchos de los muebles. Se sentía bien por haber acompañado y apoyado a Taehyung durante todo ese lapso de tiempo, y también por todo lo que su novio había logrado hacer.

Sin siquiera saberlo, Taehyung era un gran ejemplo a seguir para Jungkook, ya que le había demostrado que con esfuerzo y dedicación, las metas podían cumplirse. Quizás algún día Jungkook también pudiese cumplir alguna meta, y eso era algo que nunca se había planteado antes, Taehyung se lo había demostrado.

Se dirigió a su habitación, restándole importancia a las cajas que había en la sala y, luego de una ducha rápida y un cambio de ropa a una más fresca, estaba casi listo para salir. Abrió la puerta de la habitación que compartían Seokjin y Namjoon, encontrándola bastante desordenada y sin nadie dentro. Se dirigió a la sala y Seokjin salió de la cocina, con una taza que dejaba salir el aroma del café que contenía.

—Hyung —suspiró al verlo, mientras el mayor se sentaba en una de las sillas que rodeaba la mesa, dejando la taza en ella—. ¿Me prestas tu secador de cabello?