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ACLARACIÓN: Los nombres de los padres de Jungkook los elegí de internet, solo lo digo ante cualquier duda o si piensan que me confundí.

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Yoongi estacionó el auto frente a la casa donde antes Jungkook vivía con su madre, apagando el motor, ya que no planeaba moverse de allí hasta que el muchacho regresara. Jimin apagó la radio y volteó un poco para poder mirar al menor.

– ¿Estás seguro de que no quieres que te acompañemos?

–No, Jimin hyung, esto solo... Será una simple charla. Nada más –respondió Jungkook, fallando abismalmente en intentar ocultar su nerviosismo.

Era obvio que más allá de que intentara convencerse de que era una "simple charla", no podía hacerlo. Seokjin le había dado palabras de aliento antes de ir al trabajo, también quiso tranquilizarlo un poco, pero aunque Jungkook intentaba que nadie se percatara de sus nervios, no lo lograba. Sus amigos lo conocían demasiado bien como para pasar aquello desapercibido.

Jimin abrió la boca para volver a hablar, sin embargo, Yoongi llevó su mano a la rodilla izquierda de su novio, provocando que lo mirara para luego negar con la cabeza, indicándole que no insistiera. El de cabello rosa captó de inmediato el mensaje, uniendo sus labios formando una simple mueca.

–Bien Jungkook, nosotros no nos moveremos de aquí hasta que salgas. ¿De acuerdo?– Habló Yoongi, mirando al menor a través de espejo retrovisor.

Jungkook asintió con la cabeza para luego soltar un suspiro y abrir la puerta.

Su padre le había enviado un mensaje la noche anterior, diciéndole que su madre le había dicho que fuera a su casa porque los tres debían hablar. Al menos su madre ya sabía que tenía novio porque se lo había dicho en aquella llamada telefónica, sin embargo, su padre no lo sabía aún, y Jungkook estaba seguro de que su madre no se lo había dicho. Eso le daba un poco de miedo, aunque quisiera negarlo. Su padre no era una mala persona, tampoco era intolerante, pero no podía evitar sentir aquello.

–Ya me voy.

–Hey, tranquilo –el mayor volteó un poco para poder mirarlo y dedicarle una sonrisa–. Irás a charlar con tus padres, no a una guerra.

Jungkook sonrió levemente, moviendo la cabeza nuevamente en señal afirmativa. Bajó del auto y cerró la puerta, intentando caminar de forma tranquila para así poder también tranquilizar un poco su mente y los latidos de su corazón, que de pronto parecían haberse incrementado a medida que se acercaba a la puerta de madera.

Jimin miró a su amigo a través de la ventanilla del auto –Los padres de Jungkook son buenos, no creo que pase nada malo. ¿Verdad?

– ¿Me lo estás preguntando o lo estás afirmando?

–Solo... Estoy intentando convencerme de que todo estará bien.

–Parece que Jungkook te contagió su nerviosismo –Yoongi despeinó un poco el cabello de Jimin, quien lo apartó casi de inmediato para luego rodar los ojos y peinarse con sus dedos–. Tranquilo, sabes cómo son los padres de Jungkookie, no son como los míos.

–Yoongi...

–No, Jiminie. Sé que eso es lo que te preocupa pero no querías decirlo, no debes guardarte tus pensamientos conmigo.

–Es solo que... Sí a mí me pasara lo que te pasó a ti, ni siquiera me gustaría que otros se metan en eso.

–No te preocupes –Yoongi le sonrió, causando que Jimin también lo hiciera–. Además, no creo que los padres de Jungkook sean tan mierda como para dejar de hablarle a su propio hijo por ser homosexual, al menos a él no pueden hecharlo de su casa porque el chico se independizó bastante rápido.

Romero | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora